«Manual para follarse a un macho con vagina» de Pablo Alamá, con dirección de Miryam Diego y Tania Marte. Fotografía y diseño: ©Sofía Magán
¿Qué es ser hombre? ¿Se puede ser normal siendo un hombre con vulva? Estas y otras muchas preguntas son las que invaden la pieza escénica ‘Manual para follarse a un macho con vagina’, un manifiesto contra la normalidad impuesta.
Por Luis Muñoz Díez
Pablo Alamá, firma la creación y la dramaturgia de Manual para follarse a un macho con vagina, que se pone en escena bajo la dirección de Miryam Diego y Tania Marte, e interpretada por el propio Alamá.
No es coincidencia que dramaturgo y actor sean el mismo, dado que se trata de contar su propia vivencia. Adaptada como una ficción, pero apoyada en conversaciones e imágenes reales. La historia está narrada en primera persona, masculino y singular. Con la ironía que se puede permitir, quién sabe que ha logrado andar un buen trecho del camino, y con un punto de chulería, como el que tiene cualquier chico de su edad.
El tema de chico que nace chica, y se siente como el chico que es, o viceversa, no es la primera vez que se representa. La novedad y acierto del montaje, es la manera tan directa de expresar una condición, que de entrada se percibe como quién nada a contracorriente, y no solo en la apreciación de los demás, también ante la realidad de no contar con un pene, que materialice las fantasía sexual del adolescente, que fue.
Las formas de lograr un orgasmo son infinitas, y no es preciso contar con un miembro viril para sentirse un hombre y gozar como tal, pero en principio hay que casar lo que nos predispone el imaginario colectivo como norma aprendida inconscientemente, con la realidad de lo cotidiano, en que cada criatura es única, y sus pulsiones y goces son diferentes e irrepetibles.
Pablo ancla muy bien la obra en tierra, cuando abrumado por tanta imposición de que «es normal». Cae en la cuenta de que él mismo pretende algo similar en su legítima pretensión de ser tratado como un chico más. Dando por sentado algo tan improbable, como que cada chico sea uno mas, por lo tanto todos iguales, como un ejército de hormigas, con un ánima en común para todas.
En la imagen Pablo Alamá, creador de «Manual para follarse a un macho con vagina», con dirección de Miryam Diego y Tania Marte Foto ©Sofía Magán
La obra es de una sensatez que desarma, y ahí está la fortaleza de la reivindicación. Pablo se muestra tal como es, un chico con vagina, que busca vivir de la manera más aproximada a cómo se siente.
Contar una historia real sobre un escenario parece que es un empeño sencillo, y no lo es, porque lo real y lo teatral tiene diferente lenguaje. y es preciso teatralizar la realidad, para que el espectador la reciba de la manera conveniente. De lo que se encargan con una ágil puesta en escena Miryam Diego y Tania Marte, bien medida para expresar lo que hay de lucha en Pablo, sin ahogarlo en el drama, dado que es una persona con fuerza para perseguir la utopía de ser quien quiere ser, y lo nombro como «utopía», porque nadie es exactamente, ni como quiere ser, ni tan siquiera como cree ser.
Pablo no ha nacido para el martirio y lo sortea, aunque en un rapto místico rece su personal versión de la oración Jesusito de mi vida, que es niño como él. Al que, en vez de su corazón, le entrega su vagina y sus ovarios.
En la función se proyecta un audiovisual, de cómo ha de comportase un macho. Un documento realmente hilarante pero tan reconocible, que produce algo de vértigo. El genial cineasta Luis G. Berlanga, erotómano y fetichista sensible a los tacones, ligueros y lencería, en su educación propia de un hombre nacido en los albores del siglo XX, mantenía que tal y como iban los tiempos entrados en el siglo XXI, las depositarias de la «feminidad» eran los travestis y los transexuales. Error, porque esa era una mera opción en forma que no en fondo, tan loable como cualquier otra, cada uno busca el espacio en que siente más cómodo, lejos de seguir la regla de «azul» o «rosa», que parece que tanto asusta a los que niegan el amplio colorido del arco iris.
Pablo se mueve en el escenario con comodidad, actúa, baila, canta, transmitiendo naturalidad por cada poro, nos cuenta su historia en su singularidad, y eso es lo que engancha de la pieza, esa «singularidad», que reconocemos, y que sin esfuerzo podemos hacer nuestra.
Manual para follarse a un macho con vagina estará en cartel durante el mes de junio de 2022, en la Sala Umbral de Primavera, más información de fechas y horarios AQUÍ.
Creación, autoría y dramaturgia: Pablo Alamá Dirección: Miryam Diego y Tania Marte Intérprete: Pablo Alamá Voces en off: Miryam Diego, Tania Marte, Lluna-Issa Casterà, Salvador Aldeguer, Alba Lúa, Jorge Garrido, Elia Santacreu, Júlia Gutiérrez, Laia Mas, Laura Ginestar, Mar Sanjuan, Nacho Llàcer, Pablo Cortés, Pedro Bahón, Raquel Ruano, Rocio Ros y Sofía Squittieri. Asesor de movimiento: Rodrigo Villalba Escenografía: Marja Noponen Realizaciones escenografía: Jesús Cañas Vestuario: Marcos Olivares Iluminación: Jesús Irimia Espacio sonoro: Pablo Alamá Audiovisuales: Eduardo Battaner y Pablo Alamá Fotografía y diseño: Sofía Magán Comunicación: Javier González Producción: la IRA y Pablo Alamá Agradecimientos: La Marimala de Lavapiés