Mª Ángeles López de Celis, habla de «Las crónicas de Armikelo»

Mª Ángeles López de Celis, habla de «Las crónicas de Armikelo»

Las crónicas de Armikelo PORTÁngeles López de Celis, está entusiasmada con su primera novela: Las crónicas de Armikelo. La autora, hasta la fecha ha dado en la diana con los tres libros que ha publicado, en dos de ellos ofrece una  visión de los inquilinos de la Moncloa: Los presidentes en zapatillas (2010) y Las damas de la Moncloa (2013), y en medio tiene un libro de investigación con un tema tan candente como la corrupción: El síndrome de Alí Baba (2012), y si pones su nombre en algún buscador te saldrá, más o menos, lo siguiente:

«Licenciada en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y funcionaria de carrera, que ha formado parte, durante treinta y dos años, de la Secretaría de los cinco presidentes del Gobierno de la democracia y que está en posesión de la Cruz de la Orden del Mérito Civil desde 2006»

Pero esta mujer de rasgos delicados, ojos azules y pelo rubio, es mucho más de lo que se puede resumir en una nota biográfica. Es un torrente de vida que contagia a quien le escucha, y tiene una virtud que solo otorga la sensatez y la inteligencia,  y es que habiendo sido testigo de excepción de la mimbrera que ha movido toda la política de la reciente historia española, no ha quedado ni deslumbrada ni desencantada, y esas vivencias que muchos, en casos similares, utilizan para situarse más allá del bien y del mal, lastrándoles, Mª Ángeles las maneja como clave de análisis y vive ocupada en el mañana, habla claro y  sin faltar a nadie.

Es esta tu primera novela, ¿por qué el salto? ¿Tal vez no querías encasillarte en la no ficción?

La verdad es que siempre me he sentido cómoda en el ensayo. Creo que con mis tres últimos libros he adquirido una enorme experiencia en la no ficción, pero, no cabe duda de que un autor debe moverse en otros campos. Es curioso, pero esta novela la empecé a escribir hace siete años y es anterior a todo lo demás que he publicado. Tal vez por eso mi satisfacción en estos momentos es aún mayor.

¿Por qué este tema? ¿Cuál es la razón por la que alguien que no está vinculado al País Vasco y a sus especiales circunstancias elige este escenario y esta problemática para escribir una novela?

Pues la respuesta es sencilla y tiene que ver con una preocupación constante y recurrente a lo largo de mi vida por el fenómeno terrorista. Y de esta inquietud un poco monotemática se deriva este intento de análisis en relación con el perfil psicológico de un terrorista, así como en lo que se refiere al funcionamiento de una organización nacionalista radical que utiliza la lucha armada como medio para conseguir sus fines.

Además, tú trabajas con víctimas del terrorismo, ¿no es así?

Así es. Desde que dejé la Presidencia del Gobierno hace casi cuatro años, presto servicio en la Dirección General de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior. Indudablemente, el contacto directo con el colectivo me ha dado una visión muy ajustada a la realidad de su problemática, pero insisto en que cuando escribí esta novela, no tenía ni idea de que el azar profesional me llevaría a realizar esta tarea.

En tu libro, parece que apoyas la negociación como la mejor opción para culminar el proceso de paz, una vez que la banda declaró el cese de su actividad violenta.

Efectivamente. Tengo que reconocer que este es uno de esos temas que polariza a la opinión pública como pocos. Negociación sí, negociación no. Sinceramente, creo que después de cinco décadas de terrorismo, como consecuencia del deseo independentista de una parte de la sociedad vasca, no podemos ahora cerrar este tema en falso. A problemas políticos, soluciones políticas. El nacionalismo radical al que responde la terrible situación que la España no democrática y la democrática ha vivido ha pasado una factura demasiado cara a la sociedad, como para que en un futuro pueda haber ni siquiera un resquicio por donde tentaciones parecidas pudieran volver a surgir. La izquierda abertzale y sus ramificaciones tienen que comprender que a nadie se le pide que renuncie a sus aspiraciones independentistas, lo que se le pide es que no mate por ello.

"Las crónicas de Armikelo" de Mª Ángeles López de Celis

Mª Ángeles López de Celis autora de «Las crónicas de Armikelo» @luisphoto

¿Cómo calificarías Las Crónicas de Armikelo, literariamente hablando?

Pues es una historia de ficción basada en hechos reales. Un político y un periodista, Carlos y Jaime, se enfrentarán a la misión más importante de sus vidas: acabar con el terrorismo y conseguir definitivamente la paz en España y la reconciliación en Euskadi. La acción se desarrolla en Madrid, Barcelona, Vitoria y Murcia, en un momento coincidente en el tiempo con el atentado de la T-4 del madrileño aeropuerto de Barajas, que dio al traste con el proceso de paz que tuvo lugar durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Aunque los personajes son ficticios y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, como se decía antes, muchos lectores van a encontrar paralelismos con los protagonistas verdaderos, que han dejado una huella profunda en la memoria colectiva de dos generaciones de españoles, realmente imposible de obviar, incluso para mí como autora. Además, la estructura literaria de esta novela es un tanto peculiar, porque mezcla la ficción, es decir, los escenarios y personajes propios de cualquier novela, con una serie de capítulos intermedios explicativos del origen y desarrollo histórico del fenómeno, además de datos y conclusiones de especial interés sobre las víctimas y sus verdugos.

¿Pero además es esta una historia de relaciones humanas?

Si, por supuesto. Un elenco de personajes principales y secundarios cuidadosamente creados para representar a todos los colectivos y estamentos que tienen que ver con el terrorismo mantendrán enganchados a los lectores con sus peripecias, reirán y llorarán con ellos y les harán sentir nostalgia, comprensión, ternura y solidaridad con las circunstancias que van a vivir a lo largo de sus páginas. Porque Las Crónicas de Armikelo es una historia de sentimientos encontrados, de miedos y pasiones, que sirven de vehículo para poner negro sobre blanco mi particular visión de la vida, de la muerte, del amor, de la amistad, de la paternidad, de la libertad y la paz, del honor y del sentido del deber. Puedo asegurar que en esta ocasión me he vaciado como ciudadana y como escritora.

¿Y qué ha sido lo más difícil, teniendo en cuenta la delicada naturaleza del tema del que trata la novela?

Pues empezando porque elegí como protagonistas indiscutibles a dos hombres y yo soy una mujer, pues pronto empezaron las dificultades. Pero, sin duda, lo más complicado ha sido interiorizar el papel de un terrorista y bucear en su macabra mente, aunque tampoco lo fue menos meterme en la piel de quien ha de sentarse en una mesa y mirar de frente a aquellos que han extorsionado y asesinado vilmente a sus compatriotas en aras de absurdas e inútiles reivindicaciones.

¿Quieres añadir algo más, para terminar?

Me gustaría incidir en que el mejor homenaje que se puede rendir a los muertos es que no haya más y que este ansiado tiempo de paz y esperanza suponga el cierre definitivo de uno de los capítulos más negros y execrables de la historia de España, en la seguridad de que, por fin, la nuestra será una democracia sin terrorismo, pero con la memoria siempre viva.

Espero que la acogida sea buena y que guste mucho a los lectores.

Seguro que lo será Ángeles y gracias por atenderme.

«Las crónicas de Armikelo» de Mª Ángeles López de Celis Editorial Odeon 2014

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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