Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador.
Estoy seguro de que las premoniciones se cumplen si te la sopla a la oreja una persona con suficiente ascendente, y a mí el que más poder podía tener me dijo «Vas a ser alumno de todo y maestro de nada», y algo así ha sucedido. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro, y ni tan mal… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.
Aquí estoy ahora en Tarántula, inasequible al desaliento, para animaros a que disfrutéis del Cine, el formato lo dejo a vuestra elección, y recordar que en el Cine y en la vida lo mejor está siempre por venir.