Los últimos días, de Álex y David Pastor

Los últimos días, de Álex y David Pastor

Tras la también apocalíptica Infectados, los hermanos Pastor nos presentan Los últimos días, una nueva e interesante película de género tan metafórica como efectista.

 

Quizá por la coyuntura económica que atraviesa todo el planeta, quizá por esas predicciones mayas que a día de hoy se demostraron totalmente desacertadas, el caso es que el cine apocalíptico, que ya experimentase un reseñable auge allá por la década de los 90, comenzó a disfrutar en los últimos años de un segundo renacimiento. Directores de todo el planeta buscaron el modo de acercarse a una temática que no en pocas ocasiones terminó convirtiéndose en sinónimo de taquilla. Desde Ronald Emmerich con su 2012 hasta el mismísimo Lars von Trier (Melancolía), pasando, cómo no, por nuestros Paco Plaza y Jaume Balagueró (REC) o el más reciente Jorge Torregrossa con su opera prima Fin; todos ellos plasmaron su visión de un mundo que estaba llegando al ocaso.

En el año 2009 dos jóvenes realizadores españoles, los hermanos Álex y David Pastor, desembarcaban en Hollywood y presentaban al mundo entero Infectados: Una película de factura americana y tintes apocalípticos que recurría una vez más a ese recurso tan bien conocido de virus contagioso de efectos devastadores del que ya se hicieron eco otras tantas similares como REC o 28 días después.

Cuatro años más tarde de aquella primera historia de buena factura pero escasa originalidad, los hermanos Álex y David Pastor nos presentan Los últimos días, una nueva película del género portadora esta vez de unas cotas de innovación pocas veces vistas en el cine apocalíptico. En Los últimos días no encontraremos ningún virus altamente contagioso (al menos no de un modo explícito), tampoco gigantescos meteoritos o devastadores fenómenos climatológicos. En Los últimos días el motivo por el cual la civilización humana parece llegar a su ocaso se debe a un extraño e irracional miedo del hombre al mundo exterior. Una extraña patología que, a modo de aquel Ensayo sobre la ceguera de José Saramago, amenaza a la especie humana con una inminente y definitiva extinción. Y es este original planteamiento uno de los mayores aciertos de toda la cinta. A partir de ahí, lo que los hermanos Álex y David Pastor consiguen levantar son dos horas de una trepidante historia contada en dos momentos temporales (presente y pasado) sumergidas en un inquietante inframundo donde se hacen evidentes no sólo las numerosas miserias humanas, sino muy especialmente la fragilidad de una especie que durante años se consideró muy superior al resto. Y es precisamente en estos dos segmentos temporales donde encontramos el aspecto quizá más irregular de una cinta que ya de por sí tendería a ser redonda. El interés que despiertan sus flashbacks, aquellos que nos sitúan en la historia y nos narran cómo se ha llegado a esa situación de encierro, no parecen encontrar la misma correspondencia con lo acontecido en el momento presente, mucho más trepidante y efectista pero de bastante menor interés.

Con un excelente ritmo, una puesta en escena y ambientación totalmente reseñables, una brillante dirección de figuración, un soberbio trabajo de producción (que consigue recrear, gracias también a una correctísima fotografía, el complejo submundo que comienza a nacer en las entrañas de la civilización humana), así como con unos convincentes efectos especiales, se levanta esta inteligente metáfora, de diferentes capas y texturas, que si termina pecando de algo es de un cierto abuso de reclamos efectistas. Y es que existen secuencias (véase aquella del oso dentro de una iglesia) creadas únicamente para aportar esa dosis de espectacularidad tan propia en las cintas del género, pero que poco o nada parecen aportar al conjunto de toda la historia. Unas escenas tan innecesarias como la propia caracterización de los personajes, la cual nos llevará a preguntarnos el por qué de esas infinitas barbas si el lugar de encierro es un edificio de oficinas, lugar por excelencia donde habrían de encontrarse centenares de tijeras.

Quim Gutiérrez y un brillantísimo Jose Coronado sostienen el peso de una película en la que quizá se echa en falta lo poco elaborado del resto de personajes, especialmente el de una Marta Etura ciertamente desaprovechada.

Su soberbio, poético y metafórico final consigue lacrar con broche de oro una cinta integrante de un género ya de por sí de cierre complejo. Un fantástico desenlace a la altura sin duda de una recomendable película.

 

Los últimos días (2013), de Álex y David Pastor se estrena en España el 27 de marzo de 2013

 

*José Gómez Fernández es licenciado en Comunicación Audiovisual. Ha sido guionista y director de diversos cortometrajes amateur y presentador de diferentes programas para radio y televisión local. Trabajó en el departamento de dirección en series de TVE y Antena 3, así como ha escrito diferentes artículos de cine en guías y revistas especializadas, tales como lanetro o Travelarte.

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Licenciado en Comunicación Audiovisual. Ha sido guionista y director de diversos cortometrajes amateur y presentador de diferentes programas para radio y televisión local. Trabajó en el departamento de dirección en series de TVE y Antena 3, así como ha escrito diferentes artículos de cine en guías y revistas especializadas, tales como lanetro o Travelarte.

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