«Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán, con dirección y adaptación de Ainhoa Amestoy

«Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán, con dirección y adaptación de Ainhoa Amestoy

“Los cuernos de don Friolera», de Valle-Inclán, adaptada por Ainhoa Amestoy. Una producción de la Comunidad de Madrid para Teatros del Canal, en la imagen la actriz Lidia Otón y el actor Roberto Enríquez, como «Loreta» y «Don Friolera» ©PabloLorente

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Se ha estrenado “Los cuernos de don Friolera», de Valle-Inclán, adaptada y dirigida con acierto por Ainhoa Amestoy, que junto a Roberto Enríquez toma al teniente de caballería en 1916 y lo sitúa en 2025.

El autor es crítico sin usura, no deja títere con cabeza, por lo que su dramaturgia sigue siendo actual, ya que conoce la condición humana, y de 1916 a 2025 se ha evolucionado más en forma que en fondo. Esta situación se agrava porque antes la sociedad era conservadora y orgullosa de serlo, pero ahora sufrimos una verdadera dicotomía con arranques de falsa progresía y pensamientos humanistas, mientras en la actitud seguimos disfrutando del cotilleo, la corrupción, y del mal ajeno, y únicamente abrimos sin reservas las manos de la tolerancia si algo cae dentro de nuestro cesto.

La actriz -Iballa Rodríguez- y el actor José Bustos dos interpretes excelentes para "Los cuernos de don Friolera" Foto ©Pablo Lorente

La actriz -Iballa Rodríguez- y el actor José Bustos dos interpretes excelentes para «Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán Foto ©Pablo Lorente

Con un trazo firme, Valle-Inclán tiene para todos: revuelve la calle, cárceles, cuarteles y tabernas dispuesto a levantar alfombras para dibujar, en este caso, al teniente burlado, no por su mujer, sino por el entorno.

Seguimos colocando nuestra honra en el cuerpo ajeno y confundimos el amor con una compra en plena propiedad; el público sigue disfrutando con el mal del vecino cuanto mas cercano mayor es el disfrute. Los bulos surgen imparables por las redes, y aunque los celos son un trastorno de conducta con la idea obsesiva y recurrente como síntoma, un enfermo el que los padece, y terreno minado para el objeto de su amor, pero como si viviéramos en una adolescencia cronificada sin medir las consecuencias, seguimos señalando con el dedo al cornudo con regocijo, y eso pesa en quien sufre, con razón o sin ella, poniendo en peligro a terceros.

Los actores Miguel Cubero, Nacho Fresneda, Pablo Rivero Madriñán, y José Bustos "Los cuernos de don Friolera" Foto @Pablo Lorente

Los actores Miguel Cubero, Nacho Fresneda, Pablo Rivero Madriñán, y José Bustos «Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán Foto @Pablo Lorente

Don Friolera no cuenta con criterio propio, se deja llevar por lo que sabe que es un bulo e identifica a Tadea Calderón, quien lo ha pregonado, pero no le importa si es cierto o no, porque una vez señalado con el dedo, siente la obligación de limpiar su honor, agravado por pertenecer al ejército.

La trinidad de la “institución por excelencia” está compuesta por don Friolera, doña Loreta (su esposa) y la hija fruto del matrimonio. Un simple requiebro con intención, pero sin llegar a más que un intercambio de claveles entre doña Loreta y Pachequín, el barbero, es suficiente para que Tadea Calderón dé el hecho por consumado y ponga en marcha todo el protocolo de la difamación: primero de boca a oído, y después enviando un anónimo a don Friolera con el fin de asegurarse de que conoce la noticia y desatar el escándalo.

Pascual Astete, teniente de carabineros (conocido popularmente como don Friolera -Roberto Enríquez- "Los cuernos de don Friolera" Foto ©Pablo Lorente

Pascual Astete, (conocido popularmente como don Friolera -Roberto Enríquez- «Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán Foto ©Pablo Lorente

Pascual Astete, teniente de carabineros (conocido popularmente como don Friolera es un militar obsesionado con el honor y la reputación. Valle-Inclán se despacha a gusto con él, convirtiéndolo en una verdadera caricatura de lo arcaico, con reacciones desmedidas. Vulnerable ante el qué dirán, se comporta como una doncella puesta en entredicho, pero con mando y pistola, lo que lo convierte en un personaje patético y tragicómico. Roberto Enríquez recrea al detalle los temblores y desvaríos del personaje, haciéndolo verdugo y víctima de un machismo tan bien enraizado que el teniente no se diferencia en nada de los protagonistas de la sección de sucesos de los telediarios.

Doña Loreta, interpretada por Lidia Otón, es la víctima de la difamación que la acusa anónimamente de adúltera. Otón compone un personaje apasionado e hiperbólico, subrayando con sus gestos un manual de tópicos sobre cómo debe ser una mujer, una madre y un hombre. Aunque se esfuerza en mantenerse fiel y decente, si su marido la repudia también sabe cómo comportarse como amante, aunque eso la convierta en una “perdida”. Pese a tanta verborrea, es una víctima sin paliativos.

La actriz Iballa Rodríguez compone su particular esperpento con altura y mucha gracia, como hija "Los cuernos de don Friolera" Foto ©Pablo Lorente

La actriz Iballa Rodríguez compone su particular esperpento con altura y mucha gracia, como hija «Los cuernos de don Friolera» Foto ©Pablo Lorente

La hija del matrimonio, conoce la diferencia entre lo que se dice en la calle y lo que ocurre en casa. Ve imprescindible entretener a su padre para sacarlo de la idea obsesiva que lo tortura sin fundamento. Descarada y clarividente, no da puntada sin hilo, insultando o enseñando el culo exactamente a quien corresponde. La actriz Iballa Rodríguez compone su particular esperpento con altura y mucha gracia.

Lidia Otón y Nacho Fresneda componen una encantadora pareja de sainete "Los cuernos de don Friolera" Foto ©Pablo Lorente

Loreta -Lidia Otón- y El barbero -Nacho Fresneda- componen una encantadora pareja de sainete «Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán Foto ©Pablo Lorente

Pachequín (Nacho Fresneda), el barbero del pueblo, es el supuesto amante de doña Loreta. Lidia Otón y Nacho Fresneda componen una encantadora pareja de sainete. Aunque la requiebra, su relación no va más allá de un intercambio de claveles. Sin embargo, eso basta para que Tadea Calderón desencadene todo el protocolo de difusión de noticias falsas. Ester Bellver interpreta a esta guardiana de las buenas costumbres con vehemencia, formando un tándem impagable con Roberto Enríquez. En una escena memorable, él la agarra del moño, ella primero suplica, luego insulta y finalmente le muerde la mano con saña. Este dúo es un excelente ejemplo del esperpento que denuncia Valle-Inclán.

Dos actores potentes Ester Bellver y Roberto Enríquez, juntos arrasan como Tadea Calderón y Friolera"Los cuernos de don Friolera" Foto ©Pablo Lorente

Dos actores potentes Ester Bellver y Roberto Enríquez, juntos arrasan como Tadea Calderón y Friolera»Los cuernos de don Friolera» Foto ©Pablo Lorente

Ainhoa Amestoy acierta con una versión ágil, tan cruel como divertida, respaldada por un reparto sólido. La puesta en escena cuenta con el espacio escénico de Tomás Muñoz que delimita el ámbito privado del público, aunque para el espectador todo queda a la vista, reforzando la idea de que la difamación no tiene lugar donde esconderse. La iluminación de Ion Aníbal López, el vestuario de Rosa García Andújar y la música y espacio sonoro de David Velasco Bartolomé completan este acierto.

El reparto lo completan tres actores destacados que se multiplican para representar todos los personajes necesarios. En una escena de taberna donde se palpa la corrupción política, José Bustos da vida a un personaje que, sin entender su falta, ofrece comprar la casa de don Friolera, dada su situación, provocando la inmediata reacción del teniente.

El actor José Bustos en una escena de "Los cuernos de don Friolera" Foto ©Pablo Lorente

El actor José Bustos en una escena de «Los cuernos de don Friolera» de Valle-Inclán » Foto ©Pablo Lorente

Pablo Rivero Madriñán aporta autoridad castrense desbordada en la escena en que el teniente irrumpe en su casa mientras su esposa permanece en enaguas, sin lograr que abandone la habitación ni deje de opinar. La promesa del teniente de traer cabezas ensangrentadas culmina con la noticia de que ha matado a su hija en lugar de a su esposa, lo que genera un nuevo momento de esperpento. Miguel Cubero brilla al dominar el escenario cuando interpreta una copla alusiva a los hechos, vestido con chilaba.

Nacho Fresneda y Roberto Enríquez se doblan en dos personajes adicionales de lujo en el prologo como Estrafalario y don Manolito que quieren comprar un cuadro donde un diablo se ríe de un pecador, que abre un debate ético teologico, y en epilogo  como dos presos anarquistas interesados en comprar el cartón del ciego que narra la tragedia de don Friolera. El objetivo es quemar el cartón para evitar que la falsa historia se propague, cerrando con broche de oro este esperpento nacido de un simple bulo de Tadea Calderón

El elenco al completo: José Bustos Ester Bellver, Iballa Rodríguez Lidia Otón, Roberto Enríquez, Nacho Fresneda Miguel Cubero y Pablo Rivero Madriñán, Retratados por ©SergioParra

El elenco al completo: José Bustos Ester Bellver, Iballa Rodríguez Lidia Otón, Roberto Enríquez, Nacho Fresneda Miguel Cubero y Pablo Rivero Madriñán, Retratados por ©SergioParra

Los cuernos de don Friolera, de Valle–Inclán en versión de Ainhoa Amestoy, se ha estrenado el día 4 de marzo y permanecerá en cartel hasta el 23, en la Sala Verde de Teatros del Canal, más información AQUÍ.

Dirección y adaptación: Ainhoa Amestoy
Texto: Ramón María del Valle-Inclán

Elenco: Roberto Enríquez, Nacho Fresneda, Lidia Otón, Ester Bellver, Pablo Rivero Madriñán, Miguel Cubero, José Bustos e Iballa Rodríguez

Diseño de escenografía: Tomás Muñoz Diseño de vestuario: Rosa García Andújar
Diseño de iluminación: Ion Aníbal López (AAI) Música original y espacio sonoro: David Velasco Bartolomé Diseño y realización de marionetas: Gerardo & Tony Diseño de cartel y fotografías: Sergio Parra Asesoría de movimiento: Mar Navarro Dirección técnica: José Miguel Hueso Regiduría: Carmen Romero

Ayudante de dirección: Alejandro Cavadas Ayudante diseño de escenografía: Vera Morcillo
Realización de escenografía: Readest Realización de vestuario: Milagros González Angulo Diseño gráfico de dossier: Marta Ruifernández Realización de guía didáctica: Julieta Soria Estudiante en prácticas: Ada Rivera (Máster Gestión Cultural UCM)

Producción ejecutiva y dirección de producción:  Ainhoa Amestoy, Alejandro de Juanes y Ginés Alberto Sánchez para Estival Producciones
Distribución: Ginés Alberto Sánchez – Meditea Teatro

Una producción de la Comunidad de Madrid para Teatros del Canal

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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