Lo(r)ca o Una tragedia homosexual, de Barak Ben-David

Lo(r)ca o Una tragedia homosexual, de Barak Ben-David

En la imagen, Javier Prieto, Juan Caballero, Raúl Pulido y Jorge Gonzalo en Lo(r)ca o Una tragedia homosexual, de Barak Ben-David  Foto María D. Alba

 

Lo(r)ca -Una tragedia homosexual- sobre hombres obligados a confrontar su identidad sexual, como resultado de una sociedad en la cual la homosexualidad es considerada una enfermedad mental.

Barak Ben-David

 

Por Luis Muñoz Díez

En la obra dramática de Federico García Lorca, las protagonistas son mujeres. Mujeres que desean ser amadas por un hombre. Un hombre que personifica el deseo sin fisura. Qué coarta a esas mujeres su libertad de amar a quien desean y, cuando lo desean, la sociedad arcaica que les relega a la oscuridad de quien no puede decidir.

García Lorca era homosexual en un tiempo que era motivo de sonrojo serlo. El estigma era tan poderoso que ese sonrojo se producía hasta por el mero hecho de que lo fuera un miembro de tú familia. Un amigo jamás, un homosexual no podía ser amigo.

Para entender a Lorca, y a sus personajes femeninos hay que situarse en la creencia hetero patriarcal de que la honra y el honor de un hombre, lo llevaban entre las piernas su mujer, sus hijas, su madre y sus hermanas. No era pequeña la carga.

No hace falta ser muy sensible para entender que la ansiedad de Federico, era lo que alimentaba el desvelo sus personajes femeninos, y en ellos volcaba su propio temblor.

Barak Ben-David, devuelve la voz masculina de su autor a las protagonistas de La Casa de Bernarda Alba, Yerma, Bodas de sangre y Doña Rosita la soltera. Tanto «Adela» la hija de Bernarda como «La novia» de Bodas de sangres o  «Doña Rosita» son hombres que tienen que ocultar su condición homosexual, y en Yerma toca el delicado tema de la necesidad de paternidad.

Ben-David nos propone un viaje a la esencia de unos personajes que a priori la sociedad ha decidido que su identidad de hombre no corresponde con su deseo, cuando el deseo es un garante en si, y legitima la identidad.

La función no es dulce, los efectos sonoros inquietan al espectador, y el juego mestizo que a veces toma la obra, en que los personajes son vistos por el ficticio periscopio de un montador de Cine, que les hace ir hacía adelante y volver hacia atrás, para volver a hacía adelante cosificándolos. Ben-David juega de manera diestra con la atmosfera, y reproduce en los cuatro actores, el desasosiego que sufre todo un colectivo.

Juan Caballero, Jorge Gonzalo, Javier Prieto y Raúl Pulido, realizan un trabajo primoroso en un viaje de la forma al fondo. Una forma que representa en su inicio a cuatro abogados, cuatro hombres vestidos con impecable traje gris, que se quitan y se ponen. En un trajín simbólico e incómodo, desanudan corbatas y cordones, desabrochan los botones de la camisa, y realizan el equilibrio de quitarse y ponerse los pantalones. Se despojan, y se vuelven a poner el incómodo disfraz, con el que los cuatro hombres en su doble juego de abogados de la acusación y acusados, inician el viaje de aceptarse tal y como son. Hasta acabar vestiendo el traje verde  definitivamente, bandera de libertad de Adela, la hija de Bernarda, que prefiere morir a no ser fiel a lo que dicta su deseo.

Lo(r)ca -Una tragedia homosexual– de Barak Ben-David, es un trabajo valiente y hermoso, con una interpretación vital y brillante de Juan Caballero, Jorge Gonzalo, Javier Prieto y Raúl Pulido.

Jorge Gonzalo, Raúl Pulido, Juan Caballero y Javier Prieto en Lo(r)ca o Una tragedia homosexual, de Barak Ben-David @María D. Alba

Jorge Gonzalo, Raúl Pulido, Juan Caballero y Javier Prieto en  Lo(r)ca o Una tragedia homosexual, de Barak Ben-David Foto María D. Alba

ADAPTACIÓN Y DIRECCIÓN: Barak Ben-David REPARTO Juan Caballero, Jorge Gonzalo, Javier Prieto, Raúl Pulido VIDEOARTE Nitay Shalem ESTILISMO Tal Kilshon PRODUCCIÓN Festival de Teatro Alternativo de Acco DISEÑO GRÁFICO María D. Alba.

Se estrenó en España el 7 de enero de 2018, en Nave 73 -Madrid- más información de fechas y horarios de funciones aquí.

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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