1.-Magical girl de Carlos Vermut.
Porque tiene morbo sin ser morbosa, porque está planificada como un comic sin ser pop, porque es una película abierta sin ser críptica, porque tiene las mejores interpretaciones del año sin que ningún actor intente lucirse en solitario, porque está dirigida con mano de veterano por alguien que sólo ha hecho una película antes. Porque es un largometraje que tras verlo solo puedes repetir su nombre una y otra vez:”Magical girl”, “Magical girl”.
2.- SNOWPIERCER de Bong Joon-ho.
La mejor película apocalíptica de las muchas que se han estrenado en los últimos años. Un largo que parece dirigido por Terry Gilliam en su buena época pero sin los problemas de producción que a menudo lastraban sus obras. Una fascinante premisa que no es infiel a sí misma en ningún momento. Todos vamos en ese tren.
3.-EL TOUR DE LOS MUPPETS de James Bobin.
Era difícil estar a la altura de su predecesora (The Muppets -2011- del mismo director) pero Bobin consigue quedarse a solo unos centímetros de ésta sustituyendo el tono capriano de la original por un conglomerado de géneros que logra sus mejores chistes cuando apela a la naturaleza de sus personajes. Maravillosa interpretación de Kermit.
4. RELATOS SALVAJES de Damián Szifrón.
Aunque el éxito de esta película radique en la catarsis que provoca en audiencias indignadas, no cabe duda de que Szifrón (responsable en series como Los simuladores o Hermanos y detectives) toca el cielo en la mayor parte de las historias que componen su relato. Las mejores el prólogo, el episodio de Sbaraglia y la boda final. Aunque todos los actores están eminentes, me quedo con Érica Rivas, la novia.
5.- PERDIDA de David Fincher.
Asumiendo que Fincher no quiere volver a transitar los caminos de El club de la lucha (1999), no cabe más que celebrar que aplique sus extraordinarias dotes de narrador a un guión tan brillante como el que firma la novelista Gilliam Flyn. Una reflexión sobre el matrimonio y la influencia de los medios de comunicación en las investigaciones policiales con una Rosamund Pike que no debería ser la gran olvidada de los próximos óscares.
6.- LOREAK de Jon Garaño y Jose Mari Goenaga.
Una película planificada al milímetro que no deja escapar la emoción. Una historia sencilla y dramática que no puede dejar de ser hermosa en ningún momento. Tres actrices desconocidas fuera de Euzkadi que se van dando el relevo en la excelencia. La mejor película vasca en años.
7.- HER de Spike Jonce.
Terrible distopía del mundo que nos espera si seguimos más pendientes de las aplicaciones de nuestros móviles que de los ojos que tenemos enfrente y (quizás, solo quizás) nos miren. en el mejor momento de su memorable carrera y Spike Jonze haciendo cine donde solo podría haber palabras.