Las mejores cosas son inexpresables, y las que les siguen en importancia son malentendidas
Heinrich Zimmer
Nace el mito como una forma de hacer habitable el mundo, ya que a través de él, lo que conocemos como naturaleza, mundo o universo, se convierte en hogar. Todo relato mitológico, actúa como un dispositivo capaz de generar una red simbólica bajo la que el hombre queda resguardado. Una protección que debe basar su fuerza en lograr que todo encuentre una justificación.
Mirar al mundo a través de un mito, es ante todo dotarle de unidad. Pero debemos entender bien en qué consiste ese dotar de unidad, ya que no es simplemente unir lo que está separado, sino ante todo ponerlo en comunión. La cosa no va de ensamblar o agrupar piezas, sino de lograr, y aquí tal vez estemos en uno de los puntos más enigmáticos de la lógica del mito, que ese todo funcione como un organismo.
En ese proceso de unificar, el mito no trabaja únicamente con el afuera, sino que también lo hace con la interioridad, con el alma. Así, eso que el hombre alberga dentro de sí, queda íntimamente vinculado con lo externo, haciendo que el mundo exterior y el alma se reflejen mutuamente. Este es el momento de cierre del mito, y será en él donde debamos buscar la respuesta a la capacidad de la mitología de volver lo desconocido, lo externo, hogar.
En el proceso de génesis del mito, y en su puesta en marcha, sólo hay una facultad estrella, la imaginación. Ella dirige todo el proceso y el resto de facultades le hacen de sirvientas. Si en la imaginación recae todo el peso, es porque ella es la facultad que conoce la lógica de aquello que en última instancia constituye toda mitología: el símbolo.
Pocos autores hay como el que firma el libro que hoy traemos. Su nombre es Joseph Campbell (1904-1987) y su vida es el legado de una búsqueda sincera por revelar lo que el mito esconde. Para ello, estudió numerosas mitologías para identificar los patrones que en todas ellas se repiten. Sumergirse en esas “coincidencias” es realmente un acontecimiento único: maravilla ver la conexión simbólica que las culturas han guardado entre sí.
En Las extensiones interiores del espacio exterior (Atalanta,2013) , el lector encontrará una exposición magistral de la relación que todo mito tiene con la sociedad en la que surge, la interconexión entre diferentes mitologías, pero sobre todo, y aquí está lo jugoso de este texto de Campbell, una mirada hacia el futuro: la necesidad de generar una nueva mitología capaz de dar cuenta, de hacer digerible, los vertiginosos descubrimientos que la ciencia, particularmente la física, nos ofrece. Pero también, de unir bajo ella a eso que se conoce como aldea global. Frente a las mitologías locales, Campbell cree que el momento histórico exige una que sea construida y compartida por toda la humanidad.
Como cierre, este mitólogo estadounidense señala el lugar al que el hombre debe acudir para encontrar la génesis del mito. Un lugar en el que la imaginación, con el resto de las facultades a su servicio, trabaja de manera ejemplar con el símbolo. Como no puede ser de otra manera, Campbell se refiere al arte, al poder que éste tiene para generar unidad y sentido, para entregar al hombre la forma más rica y noble de establecer relaciones con lo real.
Las extensiones interiores del espacio exterior, Joseph Campbell, Atalanta, 2013.