Al principio siempre se lo toman a broma, y cuando ven que va en serio, ya no pueden hacer nada. Mi madre los trata muy bien y, mientras beben, les habla con mucho cariño. Nosotros, debajo de la mesa, no aguantamos la risa cuando se empiezan a quedar como tontos. Y les pellizcamos las piernas al ver que ya no pueden moverlas. Me gustan esos días, son divertidos. Me chiflan sus caras cuando despiertan, y quemar la ropa. Pero, sobre todo, que mamá nos guarde a los más pequeños las orejas, y que las fría mucho para que crujan.

La acuarela es de Juan Luis López
Es uno de mis micros preferidos. Me encanta. Que Miguelángel no es tan bueno como parece…
Un abrazo.
Genial micro, con mucha chica, jejejjeje
¡Un abrazo!
Yo ya lo he dicho, Mar, pero hay quien no me cree…
Juanlu, eso, sobre todo chicha (que te has comido tú también la h.)
Encantado estoy de haber vuelto por aquí.
Abrazos