La Patética historia del niño piña en cinco actos, una pieza hipnótica de Jose Andrés López

La Patética historia del niño piña en cinco actos, una pieza hipnótica de Jose Andrés López

Jose Andrés López, incide en indagar en nuestras zonas oscura con «La Patética historia del niño piña en cinco actos«, logrando una plástica que hipnotiza. La imagen es un fragmento de una foto de Virginia Rota

 

Por Luis Muñoz Díez

Con La Patética historia del niño piña en cinco actos, de Jose Andrés López sigue indagando en el miedo a la zona oscura que en todos habita. El niño piña representa todo lo que nos inquieta hasta el pánico, de lo que podemos llegar a ser o hacer.

El mayor castigo que se nos puede infringir es el rechazo en gesto o forma, enciende todas las alarmas inconscientes de peligro.

El miedo a ser rechazado y por consecuencia abandonado es ancestral, porque nos remite al imaginario infantil en que crees, con toda la razón cuando eres una criatura que, si te dejan solo, el saldo final será una muerte sin remedio. Aunque al crecer vamos mitigando ese temor, pero a la vuelta de cualquier esquina nos puede pillar por sorpresa.

Si nos produce terror se marginados, nos produce similar temor descubrir al monstruo que puede habitar en nuestras zonas oscuras.

En la imagen de Virginia las actrices Elena Esparcia y María Pizarro en un momento de “La Patética historia del niño piña en cinco actos”, de José Andrés López

En la imagen de Virginia las actrices Elena Esparcia y María Pizarro en un momento de “La Patética historia del niño piña en cinco actos”, de José Andrés López

La actriz Elena Esparcía se encara con el público a manera de prólogo, y dice uno de los discursos más valientes que he oído a actor o creador alguno.  Se disculpa por adueñarse del dolor del Niño Piña, cuando ni ella, ni nadie puede hacerse idea del dolor que puede llegar a sentir una criatura así, y nos avisa que, vamos a asistir a una función en la que hay dolor, y quien causa ese dolor.

Se plantea la pregunta de por qué se asiste a una función así.  Transmitiendo un aviso a navegantes en que redime al público de cualquier zona oscura e incapaces de hacer sufrir a nadie. La botella con el mensaje llega, y aunque jamás lo confesemos, todos sabemos que dentro de nosotros convive un Niño Piña con un torturador.

José Andrés López, indaga en miedos y temblores, algo inherente a nosotros, que nos hace recelar del posible monstruo que tememos llevar dentro. Tanto es así, que es mayor vértigo que podemos sentir. Tanto que a algunos les lleva a la comisaría par auto inculpase de un asesinato que no han cometido, con la firme creencia de que el monstruo que les habita hubiera sido capaz de hacerlo, y las consultas psiquiátricas están llenas de personal a quien, les persigue la idea de haber cometido algún acto indigno y no se acuerdan, pero como en el caso anterior el temor a su monstruo, les señala que es capaz.

Jose Andrés López, María Pizarro y Mikel Arostegui, Elena Esparcia, Román Méndez de Hevia, se mueven con una coreografía, igual de mimada cuando dicen el texto, que cuando bailan. Foto Virginia Rota

Jose Andrés López, María Pizarro y Mikel Arostegui, Elena Esparcia, Román Méndez de Hevia, se mueven con una coreografía, igual de mimada cuando dicen el texto, que cuando bailan. Foto Virginia Rota

La obra de Jose Andrés López es honda, porque bucea en la profundidad de un mar donde ya no llega la luz del sol, y si su discurso es sólido, pero también es diestro en la forma de poner en escena su discurso. Para conformar una función como La Patética historia del niño piña en cinco actos, es preciso crear complicidades con todos los creadores que forman el equipo, para el trabajo actoral convoca cuatro excelentes actores como son Román Méndez de Hevia, Elena Esparcia, María Pizarro, Mikel Arostegui, y el mismo autor y director que está a la altura. Los cinco actores se funden, interactúan con una entrega generosa, dicen, callan bailan, vestidos, desnudos, en un ejercicio plástico que inquieta y seduce a partes iguales.

Jose Andrés director con la complicidad de Antiel Jiménez acierta con su juego de hacer oscuros, con ellos modifica al volver la luz, la situación de los personajes o su postura, en una estructura poliédrica, en que se establecen los tiempos paralelos, mostrando las contradictorias facetas de uno mismo.

En la imagen de Virginia Rota, los actores Mikel Arostegui, Elena Esparcia, Jose Andrés López María Pizarro y Román Méndez de Hevia.

En la imagen de Virginia Rota, los actores Mikel Arostegui, Elena Esparcia, Jose Andrés López María Pizarro y Román Méndez de Hevia.

En una función como esta es importante cada contribución creadora, aunque tenga el cuño personal de Jose Andrés López, por ser autor del texto, director, y en el escenario comparte el protagonismo coral con los otros cuatro actores,  pero es justo nombrar a Carlos Gorbe responsable del espacio sonoro y autor de la música original, y al ya señalado Antiel Jiménez, encargado de la Plástica de la obra, incluidas las luces, sus ayudantes Laura Blázquez y Alba Jiménez, y a Olga Magaña, ayudante de dirección, para un autor, director, actor.

El equipo brilla en la sombra con su buen trabajo, que hace posible crear el marco para que los actores Román Méndez de Hevia, Elena Esparcia, María Pizarro, Mikel Arostegui y Jose Andrés López, brillen con luz propia, nos atrapen en una función bien dicha, en que se mueven con una coreografía, igual de mimada cuando dicen el texto, que cuando bailan, logrando entre todos una plática, que hipnotiza.

En la imagen de Virginia Rota, los actores , Jose Andrés López, María Pizarro y Mikel Arostegui, Elena Esparcia, Román Méndez de Hevia. y la coreógrafa.

En la imagen de Virginia Rota, los actores , Jose Andrés López, María Pizarro y Mikel Arostegui, Elena Esparcia, Román Méndez de Hevia. y la coreógrafa.

TÍTULO La Patética historia del niño piña en cinco actos TEXTO Y DIRECCIÓN Jose Andrés López, AYUDANTE DE DIRECCIÓN Olga Magaña REPARTO Román Méndez de Hevia, Elena Esparcia, María Pizarro, Jose Andrés López y Mikel Arostegui ESPACIO SONORO & MÚSICA ORIGINAL Carlos Gorbe PLÁSTICA Antiel Jiménez AYUDANTÍA PLÁSTICA Laura Blázquez y Alba Jiménez FOTOGRAFÍA Virginia Rota COMUNICACIÓN Amanda H C – Proyecto Duas PRODUCCIÓN Viviseccionados y Carme Teatre VIVISECCIONADOS Facebook: @viviseccionados Vimeo: Viviseccionados Web: viviseccionados.com

Foto Virginia Rota

Foto Virginia Rota

Se estrenó el de febrero de 2020 en Nave73Madrid- A partir de ahora inician la gira, estén atentos porque la obra es un trabajo de calidad, tan singular como irrepetible.

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *