La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde, con dirección de David Selvas

La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde, con dirección de David Selvas

En la imagen el elenco al completo de pie La profesora de Cecil -Gemma Brió-, Lady Bracknell -Silvia Marsó- el reverendo -Albert Triola- y sentados Algernon -Ferran Vilajosana-, Cecil -Paula Jornet, Ernesto -Pablo Rivero-, y el objeto de su amor Gwendolen -Paula Molins. «La importancia de llamarse Ernesto», de Oscar Wilde, adaptada y dirigida con acierto por David Selvas ©Felipe Mena

 

 

La importancia de llamarse Ernesto está considerada como la mejor comedia de Oscar Wilde, y fue el involuntario broche de oro en su brillante carrera. Nada hacía presagiar aquel 14 de febrero de 1895, fecha en la que se estrenó la obra en el St. James’ Theatre de Londres, con el elogio unánime de crítica y público, que era un punto final para un Wilde de 41 años, al que se le acabó el tiempo de rosas. A partir de ahí su vida dio un giro tan radical como inesperado cuando fue denunciado, juzgado y condenado por “indecencia grave”, en su caso el delito era mantener relaciones sexuales con hombres jóvenes.

Luis Muñoz Díez en -Tarántula Cultura el 4 del 11 del 2020-

 

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Vuelve a la cartelera La importancia de llamarse Ernesto de Oscar Wilde, adaptada y dirigida con acierto por David Selvas, que ha podado ramas para atemperar la comedia estrenada en 1895, con el fin de limar lastres por ser el retrato de algo que ya no existe, como es la alta aristocracia inglesa, en que vivió, gozó y padeció Wilde.

El personaje de la Lady Bracknell fue durante mucho tiempo la piedra angular de la pieza, aparte de contar esta con un excelente mimbre dramático, en los diálogos de la dama Wilde vertía su ironía vitriólica, que sin duda debían suscitar el regocijo del público. Hoy en series de televisión, como Las chicas de Oro, se hacen apreciaciones infinitamente peores, sobre la condición de los hombres, pero tampoco vivimos en la Inglaterra victoriana.

A la buena letra de Wilde, adaptada -o reinterpretada a los tiempos que vivimos- por David Selvas, Paula Jornet le ha puesto música, con lo que en la función se crea una atmósfera atemporal y mestiza, con la que el público conecta y disfruta.

En la pieza se plantean dos historias de amor y una intriga: la misteriosa procedencia del mismo Ernesto -encontrado en el interior de una maleta en los urinarios de una estación de tren-, aunque este hecho no modificó su fortuna, porque fue encontrado y apadrinado por un noble acaudalado, con el que contrajo la deuda moral de ser el tutor de Cecil, sobrina de su benefactor.

Lady Bracknell -Silvia Marsó- de pie, y sentados Ernesto -Pablo Rivero-, y -Gwendolen- Paula Molins., “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para ampliarla.

Lady Bracknell -Silvia Marsó- de pie, y sentados Ernesto -Pablo Rivero-, y -Gwendolen- Julia Molins. “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para

De Ernesto no conocemos más que sus virtudes, aunque se ve obligado a llevar una doble vida. En la ciudad es Ernesto el amigo generoso y profundamente enamorado, y en el campo Jack Worthing es el hombre responsable en su función de tutor.

El núcleo central lo conforman Lady Bracknell, su hija Gwendolen y su sobrino Algernon, que siempre tiene hambre. A su casa acude Ernesto -fuente de ingresos y compañero de farra- con el fin de coincidir con la visita su prima, y objeto de su amor Gwendolen, acompañada siempre por su madre.

Lady Bracknell se emplea a tiempo completo en encontrar una esposa que saque de la miseria a su sobrino Algernon y un hombre que reúna las cualidades indispensables que son: contar con fortuna, ser varios años mayor que la afortunada, que resuelva de forma discreta sus deseos sexuales sin andar molestando a su esposa y que muera lo antes posible para dejar una viuda  joven y rica que pueda iniciar su vida con libertad.

Ernesto aparentemente no cuenta con posibilidad alguna para aspirar a la mano de Gwendolen, pero un fin de semana en su casa de campo, donde ejerce como tutor de Cecil, aparecen sin ser invitados su amigo, su amada y su madre, resolverá los problemas amorosos y la gran incógnita, pero eso no se lo voy a contar, es mejor que lo descubran asistiendo a una representación de la función.

En la imagen Algernon -Ferran Vilajosana- amigo de Ernesto, y su ahijada Cecil -Paula Jornet “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para ampliarla.

En la imagen Algernon -Ferran Vilajosana- amigo y ahijada de Ernesto: Cecil -Paula Jornet “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para ampliarla.

A Lady Bracknell le pone desparpajo la actriz  Silvia Marsó, y a pesar de haberla liberado de los diálogos irónicamente vitriólicos cada vez que pisa el escenario se barrunta el peligro.

A Cecil, la ahijada del bueno de Jack Worthing, la interpreta la actriz Paula Jornet, autora de la música original de la obra. Componiendo como actriz una joven armada de guitarra eléctrica, enérgica y plena de vida, que manifiesta el deseo de ser seducida por un hombre malote como se pinta al fingido Ernesto, dando la razón al saber popular que dice que a las chicas les gustan los malos aunque se casen con los (que creen) buenos.

A Gwendolen la pone encanto y empuje la actriz Júlia Molins, que vive para sortear los deseos de su madre y empuja al honesto Ernesto a que se declare de una vez y vaya más allá. Ferran Vilajosana se encarga de echar ingenio, a la falta de medios, al joven vividor Algernon Moncrieff.

En la imagen Ernesto -Pablo Rivero-, y el objeto de su amor Gwendolen -Paula Molins, “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para

En la imagen Ernesto -Pablo Rivero-, y el objeto de su amor Gwendolen -Paula Molins, “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para

Pablo Rivero saca muy buen partido a sus dos personalidades. La real, como Jack, y al inventado Ernesto, para vivir en libertad las noches londinenses sin empañar su condición de tutor, en ambas facetas es angelical, tanto como amigo generoso, fiel enamorado e impecable tutor.

Completan el reparto la profesora de Cecil y el Reverendo que también viven su peculiar historia de amor. A la profesora de alemán, que también guarda un su secreto la pone gesto y voz Gemma Brió, y al seductor reverendo que duda “si gustará más a las mujeres si permanece soltero o se casa” le pone gracia y música Albert Triola.

David Selvas acierta con el tratamiento de la pieza,  pone a los personajes de Wilde a cantar y bailar, lo que siempre refresca una comedia y Pablo Rivero, Silvia Marsó, Júlia Molins, Ferran Vilajosana, Paula Jornet,  Albert Triola y Gemma Brió dan lo mejor de sí mismos para imprimir frivolidad y alegría a La importancia de llamarse Ernesto, y el publico lo agradece y premia al elenco con sus risas cómplices durante la representación, y al final con sus aplausos.

En la imagen la peculiar pareja la institutriz -Gemma Brió-, y el reverendo - Albert Triola. “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para ampliarla.

En la imagen la peculiar pareja la institutriz -Gemma Brió-, y el reverendo – Albert Triola. “La importancia de llamarse Ernesto”, de Wide dirigida por David Selvas ©Felipe Mena. Pulsar la imagen para ampliarla.

 

La importancia de llamarse Ernesto, está programada del 15 de mayo al 30 de junio en el Teatro Pavón de Madrid más información AQUÍ.

Dramaturgia: Oscar Wilde Traducción: Cristina Genebat Dirección: David Selvas

Reparto:  Silvia Marsó, Pablo Rivero, Júlia Molins, Ferran Vilajosana, Paula Jornet, Albert Triola y Gemma Brió

Diseño de espacio escénico: Jose Novoa Diseño de iluminación: Mingo Albir Diseño de espacio sonoro: Lucas Ariel Vallejos Diseño de vestuario: María Armengol Caracterización: Paula Ayuso Coreografía y Movimiento: Pere Faura Dirección Musical: Pere Jou y Aurora Bauzá (Telemann Rec.) Música original: Paula Jornet

Ayudante de dirección: Sandra Monclús Ayudante de vestuario: Raquel Ibort Jefe técnico: Arnau PlanchartRegiduría: Gema Navarro Operador de sonido: Roger Ábalos Construcción Escenografía: Carles Hernández «Xarli» y Òscar Hernández «Ou»
Confección de vestuario: Goretti Puente

Fotografía: Felipe Mena Teaser: Mar Orfila | Marc Mampel

Una producción de Teatre Nacional de Catalunya, La Brutal y Bitò Produccions

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *