La habitación de Laurencia Una Fuenteovejuna libérrima, dirigida por Miguel de Miguel

La habitación de Laurencia Una Fuenteovejuna libérrima, dirigida por Miguel de Miguel

“La habitación de Laurencia” dramaturgia de Elena Guevara y la dirección Miguel de Miguel. Basada en la obra de Lope de Vega «Fuenteovejuna”, en la imagen Miguel de Miguel, Noelia Márnez y Elena Guevara ©Daniel Rote

 

Por Luis Muñoz Diez

 

Para tratar los temas realmente serios, lo mejor es hacerlo en tono de comedia. Un género que permite decirlo todo. Así abordan “La habitación de Laurencia” la dramaturga Elena Guevara y el director Miguel de Miguel. Se trata de una versión libérrima, inspirada en algunos personajes de Fuenteovejuna de Lope de Vega, principalmente en Laurencia, a la que el comendador usa como mero desahogo erótico, como era costumbre, y la justicia popular lo ejecuta.

La obra La habitación de Laurencia, de Vataria Teatro, es un ejercicio de meta-teatro y, sobre todo, una denuncia feroz contra la cosificación de la mujer a lo largo de la historia. Inspirándose en Fuenteovejuna, el montaje de Elena Guevara y Miguel de Miguel da un giro radical a la obra clásica de Lope de Vega, centrándose en la figura de Laurencia como símbolo universal de las mujeres sometidas a la violencia y el control masculino.

“La habitación de Laurencia” dramaturga Elena Guevara y la dirección Miguel de Miguel. Basada en la obra de Lope de Vega "Fuenteovejuna”

Cartel

La propuesta de Vataria Teatro parte de una pregunta clave: ¿qué significa que una mujer sea reducida a un objeto, tanto en las páginas de los clásicos como en la vida diaria de 2024?. A través de un lenguaje teatral fresco y contemporáneo, que mezcla teatro de objetos, narración en primera persona y una interacción directa con el público, el montaje hace visible la profunda vigencia de los temas que aborda.

El espacio escénico se presenta como el dormitorio de la dramaturga en la ficticia, quien escribe en un ordenador en pijama. En el centro del escenario destaca una cama, donde alguien duerme. A sus pies, sobre una alfombra blanca, yace un perro de peluche en su interior está la actriz Noelia Márnez. El comendador, un personaje grande y poderoso como un ogro, surge de entre las sábanas, mientras su perro gigante lo recibe con alegría. Este recurso recuerda a los cuentos o al teatro de marionetas, donde el villano encarna la maldad absoluta, dejando al resto de los personajes ocupar lo que queda del espacio moral.

Entre risas y gestos aparentemente ligeros, comienza a desvelarse la brutalidad del relato: Laurencia no es solo un personaje clásico, sino el reflejo de millones de mujeres que, como ella, han sido usadas, violentadas y olvidadas por las sociedades patriarcales.

En la imagen Miguel de Miguel, Irene Maquieira, Carlos Alzueta y Elena Guevara “La habitación de Laurencia” dramaturga Elena Guevara y la dirección Miguel de Miguel.

En la imagen Miguel de Miguel, Irene Maquieira, Carlos Alzueta y Elena Guevara  en “La habitación de Laurencia” ©Daniel Rote

El tono cómico inicial, alimentado por ingeniosos diálogos y momentos lúdicos en los que los actores dan voz a objetos cotidianos (una percha, un edredón), contrasta de manera brutal con las reflexiones de fondo. “Con el Comendador no terminó Fuenteovejuna”, dice uno de los actores, recordándonos que la violencia ejercida por aquel villano sigue repitiéndose hoy, en cualquier parte del mundo, con diferentes nombres y circunstancias.

En La habitación de Laurencia, las mujeres son devueltas a su humanidad, lejos del simplismo aséptico de palabras como “forzada”. La obra cuestiona no solo los actos de violencia, sino también la forma en que hablamos de ellos, y el peso cultural de siglos de narrativas que han perpetuado la idea de la mujer como algo que se puede tomar, usar y descartar.

El elenco de Vataria Teatro, compuesto por Elena Guevara Miguel de Miguel , Noelia Márnez y Ángel Ramón, alterna con destreza entre la denuncia y la comedia, logrando que el público reflexione mientras se ríe. Destacan especialmente el trabajo de Guevara , cuya dicción del verso de Lope es precisa y poderosa, Miguel de Miguel por su luminosa presencia escénica. Noelia Márnez y Ángel Ramón recrean con acierto a la perra y un comendador-ogro respectivamente, aportando una frescura y una energía que mantienen vivo el ritmo del montaje.

Elena Guevara en “La habitación de Laurencia” dramaturga Elena Guevara y la dirección Miguel de Miguel. Basada en la obra de Lope de Vega "Fuenteovejuna”

Elena Guevara en “La habitación de Laurencia” Basada en la obra de Lope de Vega «Fuenteovejuna” ©Daniel Rote

A pesar de la aparente ligereza de sus formas, La habitación de Laurencia es una obra profundamente comprometida, que no pierde de vista la urgencia de su mensaje: la violencia contra las mujeres no es un problema del pasado, es una herida abierta que necesita ser nombrada y enfrentada. En el trabajo de Vataria Teatro, la denuncia se convierte en arte, y el arte, en un acto de resistencia.

El éxito de Elena Guevara, y Miguel de Miguel, y del montaje es haber creado con una mimbrera dramática y testimonial una comedia, sin perder la vigencia del mensaje.

“La habitación de Laurencia” dramaturga Elena Guevara y la dirección Miguel de Miguel. Basada en la obra de Lope de Vega "Fuenteovejuna”

De arriba a abajo Carlos Alzueta, Elena Guevara Miguel de Miguel e Irene Maquieira en “La habitación de Laurencia” ©Daniel Rote

 

La habitación de Laurencia, está programada los jueves a las 19:30 a partir del día 5 de septiembre de 2024 en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara, mas información AQUÍ.

Título «La habitación de Laurencio«, basada en la obra de Lope de Vega «Fuenteovejuna»

Dramaturgia: Elena Guevara Dirección: Miguel de Miguel

Reparto Elena Guevara, Noelia Márnez, Miguel de Miguel y Ángel Ramón

Escenografía: Miguel de Miguel Iluminación: Carlos Alzueta  Diseño de sonido: Irene Maquieira Ayudante de dirección: Rubén Csteiva

Producción: Vataria Teatro

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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