Un escenario a ras del suelo dispuesto como un rin de boxeo. Se puede sentir la respiración de los actores Miriam Montilla y Cristóbal Suárez que irrumpen en el espacio enlazados, como evitando que termine del todo el encuentro amoroso que acaban de tener. Ella, con los ojos vendados, está a punto de ver el retrato que le ha hecho su enamorado, un artista de ego engordado. Los dos personajes pasan del acaramelamiento a la pelea: el retrato, un retrato que busca captar el alma de ella, es un círculo amarillo con dos culos de lata de refresco por ojos, y por boca una línea negra cosida con un cordón de zapatos. La discusión está abierta, y tanto el diálogo como la interpretación de la pareja son una bocanada de aire fresco que sabe conectar. Pero de pronto, por un lateral, aparecen cuatro personajes tan grises como siniestros, y no son otros que «los cuatro personajes en busca del actor», la divertida acción se corta de un modo tan efectivo como un tiro, los actores quieren echar a esos personajes huérfanos de autor y el público se hace cómplice.
La función por hacer está escrita por Miguel del Arco y Aitor Tejada, partiendo de Seis personajes en busca de autor de Pirandello. Vuelve a Madrid después de una larga gira y con muchos premios bajo el brazo. La obra está hecha en contradicción con su título, y la interpretación es ya una verdad, favorecidos por casi compartir el espacio escénico con el espectador, que es partícipe no sólo de las emociones, sino también de las carreras y zarandeos de los personajes apresados en el drama que el autor creó -y abandonó a su suerte antes de resolver el conflicto.
El pintor habla antes de presentar su irrisorio retrato a su enamora, y nos dice que el arte apresa el instante y lo hace eterno, y nada más eterno que un personaje de ficción acotado en un tiempo y con un drama que siempre tiene el mismo final.
La discusión entre actor y personaje, que es lo que plantea la obra original, va más allá, y si de entrada esos personajes que aparecen con una mochila cargada de drama resultan inoportunos y antipáticos, su tragedia es tan efectiva como revulsiva, y crean la misma incomodidad que la irrupción de unos mendigos ebrios en una fiesta de sociedad. Su tragedia cala, y uno por uno van teniendo su momento de gloria, un acierto sin duda del director Miguel del Arco, sin restar mérito alguno al coautor Aitor Tejada.
Miriam Montilla y Cristóbal Suárez, como decía al principio del texto, seducen al público y lo calientan para que cuando aparezcan los cuatro personajes parezca que son un moscón en una sopa deliciosa, pero los cuatro personajes, desde la grisura y el drama, consiguen colorearse de una forma potente llegado el momento. Eso sin duda es porque el texto tiene una buena carpintería, una buena dirección y se cuenta con los actores adecuados.
La madre es un personaje de entrada grimoso, pero con sólo un grito, emitido por su intérprete Manuela Paso, te hace reconciliarte con ella. El hermano es un personaje redondo y de una forma redonda lo interpreta Raúl Prieto, dándole el punto justo de irreverencia comicidad y misterio para que el final sorprenda. Más difícil lo tienen Israel Elejalde y Teresa Hurtado de Ory, porque sus personajes no suscitan mucha empatía, pero ese es el verdadero talento de los dos actores: trasmitir al espectador su grisura, su traición y su impotencia.
Si no habéis visto esta función, os recomiendo que os paséis por El Pavón Teatro Kamikace del 9 de septiembre al 22 de novienbre de 2016
La Abadía Sala José Luis Alonso
Del 16 de mayo al 9 de junio de 2013
De martes a viernes, 20 h.
Sábado 18 de mayo, 20 h. Sábados 1 y 8 de junio, 19 y 22 h.
Domingo, 19 h.
No hay función los días 24, 25 y 26 de mayo
Reparto
Hermano Mayor Israel Elejalde
Mujer Bárbara Lennie/Teresa Hurtado de Ory **
Actriz Miriam Montilla
Madre Manuela Paso
Hermano Menor Raúl Prieto
Actor Cristóbal Suárez
** Teresa Hurtado de Ory: 16 may-2 jun / Bárbara Lennie: 3-9 jun
Ficha artística
Dirección Miguel del Arco
Versión Miguel del Arco y Aitor Tejada
Diseño de sonido Sandra Vicente (Studio 340)
Diseño de iluminación Juanjo Llorens
Fotografía Emilio Gómez
Producción ejecutiva Aitor Tejada