Dejando atrás todos los puticlub de carretera y centros industriales de venta de piscinas que preceden a la entrada de la ciudad, un cartel luminoso nos da la bienvenida a ésta:
“Está usted entrando en territorio de paro juvenil. Si su edad se comprende entre los veinte y treinta años no espere encontrar ningún tipo de empleo, al menos digno o a la altura de sus conocimientos y circunstancias.
Eso sí, en cuanto a trabajo precario somos de los más punteros.
Ya sabe, joven, está en la edad de sufrir agotamiento y frustración, su nivel de energía es el más alto de toda la población activa, aprovéchelo y sonría, mientras pueda.
Comunidad de Madrid, la suma de todos.”
Y razón no le falta; la tasa de paro total en Madrid es de un 17,8%. Los jóvenes de entre veinte y treinta años ocupan un 50% de este porcentaje. Corroborado, Madrid no es capital de empleo juvenil. Digno me refiero. Pero sí, sí es ciudad de jóvenes, llegados de todos los rincones geográficos, con una formación exquisita, con ganas, energía e ilusión, declarando un sin fin de planes y sueños de futuro, futuro que cada vez es más eso, palabras pronunciadas en el aire.
Una obra del artista madrileño An Wei expuesta en Espacio [Es]Positivo
¿Emprender en esta ciudad con algún negocio que no sea un bar? Nena, ahórrate toda la burocracia kafkiana y las colas para pagar las incontables licencias, te llevará años, sudor y alguna que otra lágrima. Mira, pasada la Catedral de la Almudena está el Viaducto de Segovia, coges y te tiras sin cuerda. Será lo más parecido a emprender.
¿Que si tenemos ayudas, becas o subvenciones? Sí, las que te den tus padres. Ah ¿que también están en paro? Pues entones lo siento, vete a jugar a la comba al parque y haz como si nada sucediera.
Puedes ocupar tu tiempo estudiando… a no, que las tasas son altísimas y no tienes ni trabajo ni familia que se pueda hacer cargo del coste. Te coges un libro en la biblioteca, que aún es gratis, y te vas al parque a leer, y lo alternas con la comba. Verás qué enriquecedor.
Pues menudo panorama… ¿A quién le quedan ganas entonces sabiendo todo esto? ¡A mucha gente! Y este es el “pero” de esta historia, porque siempre hay un “pero” en todo, nada es absoluto. Para que una historia sea historia se necesita un giro, un punto de inflexión que contradiga lo dado, y aquí viene.
La obra del artista madrileño An Wei expuesta en Espacio [Es]Positivo
En esta ciudad, a la que le han intentado cortar las alas, arrancar las ganas y robar la fuerza, existe un sin fin de jóvenes que por ser jóvenes aún tienen ilusión y fuerza para empujarla; una población activa con el cambio entre los dientes, que se alimenta de su propio sudor, que saca de la tierra, aunque tenga que ser a arañazos, lo que nadie les da, sabiendo que sus sueños son suyos, y nadie ni nada podrá impedirles llegar al fin de lo que esperan de ellos mismos. Tal vez se estén convirtiendo en la generación más fuerte, más luchadora, más aventurera y preparada para el cambio. Tal vez se cansen, pero vuelven a sacar fuerzas de la propia caída.
Espacio [Es]Positivo
Sólo hace falta dar una vuelta por la ciudad para ver que las calles están repletas, alegres, optimistas; que están llenas de propuestas, de acciones, de consecuencias que anuncian un futuro reparador. El ingenio se agudiza en tiempos de crisis. Te voy a poner un ejemplo de cómo aún se apuesta por lo que uno quiere conseguir:
Caminando por la calle Loreto y Chicote topamos con un espacio dedicado al Arte Urbano (una vez más la importancia de la calle) Espacio [Es]Positivo, un proyecto ideado por siete jóvenes, con edades comprendidas entre los 25 y los 28 años, que comparten interés por el Arte y la cultura. Que lejos de ser arrastrados por la idea de pesimismo implantada a nivel general, han querido dar forma a un concepto que fuese positivo desde su esencia, desde el propio nombre. Nace como espacio híbrido entre galería de arte y espacio de eventos, poniendo el foco en el Arte Urbano, tratando de alejarse de la concepción fría y elitista del las galerías de arte tradicionales.
Exposición individual del artista madrileño An Wei Espacio [Es]Positivo
Abrimos sus puertas y somos inundados por el cante de pájaro que emite Reflect, la exposición individual del artista madrileño An Wei, un joven de 25 años, natural de Madrid pero de origen oriental, una cultura que se ha visto reflejada en muchas de sus obras. Sin preferencias por el soporte sobre el que pintar, emplea desde los tradicionales lienzos, hasta materiales reciclados, muebles o muros, definiendo la superficie como un mero vehículo de transmisión. An Wei ha intervenido en fachadas nacionales e internacionales y actualmente prepara un proyecto de largo recorrido para el Be Festival de Birmingham.
En Reflect veremos el retrato de una realidad que muta a base de contrastes, duplicaciones y simbolismos. Obras cargadas de luces y sombras, repletas de nostalgia y ganas de volar. Pájaros dorados que sobrevuelan cabezas de ojos cerrados; manos que entrelazan la vida y la muerte; reinvención de santos, aportando así el toque más personal y crítico del artista a aquello que le rodea.
Y durante dos fechas, viernes 5 y 12 de junio, Espacio [Es]Positivo acogerá el diálogo teatral que el colectivo artístico BisturíEnMano (creado por jóvenes de entre 25 y 30 años) propone para con la obra de An Wei.
Ícaro(s) Sumergido(s) da título a esta primera acción teatral, que nos habla de los límites que estamos dispuestos a pasar para así alcanzar un sueño. De como, tal vez, lo más importante sea el camino recorrido, la intención de tocar el Sol soñado.
BisturíEnMano es un proyecto de acciones teatrales que dialogan de cerca con la exposición que reside en ese momento en Espacio [Es]Positivo. Darío Sigco como director de actores, Arturo Babel como dramaturgo y CajaNegraTam como directoras de arte, forman el equipo humano que trabaja conjuntamente con la galería para crear las diferentes intervenciones teatrales. Los actores/actrices van variando en cada una de las acciones. BisturíEnMano trabaja partiendo, por un lado, de la temática que impregna la obra expuesta, y por otro de la propia biografía del artista, para así hacer una reflexión general que unifique origen (artista) y resultado (obra).
¡Lo ves! Y esto es sólo un ejemplo, una mota que demuestra que en esta ciudad, a la que intentan abrir en canal, exprimir a traición hasta el último jugo de sus entrañas, aún queda mucha ¡mucha! sangre caliente, que corre luchando contra la herida abierta, que no pone la otra mejilla, sino que mira de frente al toreador y afila sus cuernos, que son sus sueños (lo que realmente les queda). Esta juventud en paro para nada está parada, sino que le hierven las ganas de poder decir en un futuro: Ahora sí, Madrid la suma de la fuerza de todos.
Juventud, divino tesoro.
