LA CASQUERÍA estrena “PINITO, SOMBRAS DE UN TRAPECIO”

LA CASQUERÍA estrena  “PINITO, SOMBRAS DE UN TRAPECIO”

En la imagen la actriz Itziar Cabello, que encarna a la mítica Pinito del Oro en la función Pinito la sombra de un trapecio de David Utrilla,
Raquel Calonge y Sebastián Moreno Fotos Eva Llorca

 

Por Sebastián Moreno

Hace un año y medio, los miembros de LA CASQUERIA (ya nos conocieron con títulos como Nadie come tierra) nos reuníamos alrededor de la lumbre para invocar a las musas, y generar nuestro siguiente proyecto.

El circo sería el pretexto y el contexto. Serrín y purpurina surgieron desde el principio como las texturas a las que debíamos acercarnos.

Durante los primeros días, cayó en nuestras manos, el artículo “Volar” de Rosa Montero, haciendo referencia al fallecimiento de la gran Pinito del Oro.

Y ese hecho marcaría el cambio de rumbo del proceso. Según nos íbamos sumergiendo en la biografía de la reina del trapecio, más apasionante nos parecía abordar su figura y su vida, como eje del proyecto.

Así fue, y como un huracán, Pinito, como siempre, desde lo alto, con una fuerza arrolladora, lo acababa envolviendo todo.

Pinito del Oro, nació en Canarias, en el seno del Circo Segura. Fue la última de 19 hermanos, y aunque al principio parecía que no debiera dedicarse al circo, fue inevitable, pues lo llevaba dentro, heredado como una enfermedad congénita.

Empezó como alambrista, y años más tarde, destacaría en el trapecio. La contrataron, para ir a Estados Unidos, al Circo Ringling,: el mayor espectáculo del mundo, triunfando así internacionalmente.

Su espectáculo sobrecogía. Trapecio de equilibrio a vuelo sobre el trapecio oscilante, a 14 metros de altura y sin red. Su marido la esperaba abajo, con los brazos extendidos por si caía. Tres caídas estuvieron a punto de retirarla: Huelva, Suecia y Laredo.  Su última actuación sería en el Antiguo Circo Price (Plaza del Rey), una noche de abril de 1970 en la que también se cerraba éste.

Itziar Cabello es Pinito

Esa noche, en Madrid, moría un poco el circo.

Esa noche, cada despedida contenía el resto de las despedidas, un adiós como una ola, que también, trae todas las olas… y trae arena.

La biografía de Pinito, está ligada a las muertes.

La muerte de su hermana Esther, (trapecista) la subió al trapecio, puesto que alguien debía ocupar su lugar. Su madre, murió el día en que Pinito, debutó. Su padre,  murió el día de la primera vez que intentó retirarse.

Si existe una coherencia poética, tenía que ser así.

Me gusta imaginar, que su muerte (con un evocador artículo sobre ella), nos brindó la oportunidad de devolverla a la pista del Price. Siempre supimos que esta historia debía ser contada en ese redondel.

Los días 24 y 25 de mayo, estrenamos criatura en la mítica Ronda de Atocha, en un Teatro Circo Price , renovado, y ocupando un lugar importante en la filosofía de la temporada, que pretende recuperar la memoria histórica del circo, recordando la huella que marcaron artistas como Ramper, Miss Mara o Pinito.

 

Sobre el escenario, el inmenso templo circular: tres actores, un músico y una performer:

 

Itziar Cabello

Itziar Cabello (Yogur Piano en el CDN…) aproximándose a una Pinito, más poliédrica que nunca, porque la escritura sobre un personaje real, siempre proyecta el juego especular, de las diferentes facetas de la protagonista: la trapecista, la hija, la diva, la mujer…

 

David Roldán-Oru

David Roldán-Oru (de quién podrán disfrutar “Las peladas” en la Sala Mirador en junio), convertido en un auténtico huracán de ganas, reivindicando lo invisible y lo imprescindible, desde el epicentro del tsunami circense, que lo arrasa todo.

 

Ángel Savin

Ángel Savín (que recordarán de títulos con empaque en las últimas temporadas, como “Cuando deje de llover” en Matadero, o “El discurso del Rey” de la recientemente galardonada con el premio Valle Inclán, Magüi Mira), resolviendo una de las interpretaciones más exigentes y poderosas que recuerde. Grotesco, bello, sensible, frágil… ¡Un auténtico placer, quedan avisados!

 

Javier Gordo

Javier Gordo, componiendo y tocando en directo las atmosferas y melodías que envuelven toda la función. Virtuosismo en estado puro, en vivo y en directo.

 

 

Teresa Hernández

Teresa Hernández, como una auténtica instalación viva, invocada por la protagonista, emanando emoción a través del gesto, el teatro físico y el butoh. Una Penélope contemporánea.

 

 

Frente a las riendas de todo esto, como siempre, David Utrilla, Raquel Calonge y Sebastián Moreno, devolviendo sobre el escenario madrileño el recuerdo de la mejor trapecista de la historia. Se sirven, como acostumbran, de texto original, poético y cruel, naturalista pero onírico; donde las metáforas perforan como cuchillos y los diálogos, hacen equilibrios sobre el trapecio del verbo.

La dirección, por su parte, sostiene el trabajo sobre tres pilares: palabra, acción e imagen.  Incide sobre la palabra, para acercar la prosodia a la verdad, sobre la acción para desenfocar el discurso, y sobre la imagen para estremecer al entendimiento.

Para los que no nos conozcáis aun, en alguna ocasión la crítica ha citado como nuestros referentes, transpirables en la propuesta artística de la compañía, a Angélica Liddell o a La Zaranda. Qué vértigo y qué osadía.

Qué maravilla.

24 y 25 de mayo. 20.30h. Teatro Circo Price -Madrid

Ficha artística: Dirección: David Utrilla y Sebastián Moreno. En escena Itziar Cabello,  Angel Savín, Teresa Hernandez, David Roldán, Javier Gordo. Composición y música en directo: Javier Gordo. Ayudante de dirección: Raquel Calonge. Escenografía y espacio escénico: David de Blas. Diseño y técnica de luces: Maria Leal. Texto: Raquel Calonge y Sebastián Moreno. Fotografías: Eva Llorca. Producción: La Casquería Teatro

 

https://www.youtube.com/watch?v=ipFwFxRPuwE#action=share

Autor

Sebastián Moreno es coautor de la obra “Nadie come tierra”

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