LA CABRA MECÁNICA en MADRID y VALENCIA.
Por NACHO CABANA
En 1997 se publicó el disco Cuando me suenan las tripas que contenía canciones tituladas Que te follen, Pégate un tiro o Camellos de derechas. Sorprendió en este debut discográfico de La cabra mecánica (llevaban bastante tiempo tocando en directo) la actitud claramente punk de sus textos con una instrumentación rock y toques rumberos que daban mestizaje y luz a la desesperanza que sus títulos prometían.
A este disco le siguió otro, dos años más tarde y todavía en el underground, titulado Cabrón donde la juerga y el mestizaje se iban abriendo camino pero que se vendió mucho menos que el anterior lo que hizo que El Lichis, su líder, se planteara disolver la formación.
Afortunadamente siguió adelante y el éxito masivo (e inesperado) les llegó en el 2000 con Vestidos de domingo, uno de esos trabajos (como Camino Soria, como Deseo Carnal) incontestables de principio a fin, piezas clave en la evolución del pop en español. Un mérito extra en los inicios de una década y un milenio contaminado por cantantes de grupos versátiles convertidos en ídolos de masas gracias a la versión remozada de Gente joven.
Después, La cabra mecánica sacó tres discos más (Ni jaulas ni peceras en 2003, Hotel Lichis en 2005 y Carne de canción en 2009) antes de disolverse e iniciar su líder una carrera en solitario con Modo avión en 2014 en cuya actuaciones en directo siempre dejo de lado los temas de La cabra mecánica.
Hasta que este año, Lichis formó una nueva banda conjuntamente con uno de los miembros originales y se lanzaron de nuevo a la carretera para interpretar los temas que sus fans llevan queriendo volver a escuchar desde hace 14 años.
Solo quedan dos ocasiones para verlos (a no ser que se decidan a hacer festivales o nuevos bolos en 2024). La primera en Madrid el próximo domingo en La Rivera y la segunda en Valencia, en la sala Moon el día 24 de noviembre. Disfrutemos, pues de una remozada Cabra mecánica que hace lucir sus grandes éxitos gracias a una estupenda sección de metales, batería y teclados apoyando a un Lichis en plena forma.
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