“L´Alternativa” 2025: From ground zero
Por NACHO CABANA
El Masharawi Film Fund for Films And Filmmakers In Gaza es una institución fundada por el director gazatí Rashid Masharawi para dar apoyo financiero, asesoramiento y/o tutoría a cineastas atrapados en Palestina. Con el buzón abierto todo el año para recibir proyectos y cortometrajes en cualquier fase de su producción o creación, la fundación cuenta con un comité de tres personas (entre los que se encuentra el propio Masharawi) para valorarlos. Una vez terminada su producción, los que juzgan más interesantes pasan a formar parte de las películas From ground zero. Se garantiza de esta manera una cierta calidad profesional que los hace exhibibles tanto online como en salas, aunque estén grabados en buena medida con teléfonos móviles.

Las dos entregas disponibles hasta la fecha se pudieron ver ayer martes, gratuitamente, en el Hall del CCCB, dentro del festival L´alternativa 2025 junto a un programa de cortos de animación procedentes también del territorio objeto de genocidio por Israel con el apoyo directo de EE.UU y el silencio cómplice de Europa.

En el diálogo mantenido en la pausa entre ambas películas recomendada por la fundación, Samira Badran y Nour Torelló pusieron el foco en cómo los medios de comunicación occidentales se han centrado casi de manera exclusiva en mujeres y niños para encarnar a las víctimas del fascismo sionista, olvidándose de manera intencionada de los hombres en edad de combatir con el fin —según ellas— de que los varones adultos palestinos sigan viéndose como una amenaza para Occidente.
Lo que más llama la atención de los 22 cortos en total es que, precisamente, se centran mayoritariamente en las mujeres y niños que intentan sobrevivir y mantener la esperanza entre las ruinas de Gaza, siendo minoría las películas que tienen a varones entre los 20 y los 50 como protagonistas. Es decir, para la encomiable labor de poner rostro e historias a las cifras de asesinados, los directores gazatíes han elegido los mismos colectivos que usan habitualmente los noticieros españoles y europeos.

Quizás sea porque mostrar a niños grabando un corto en stop-motion, volando cometas o yendo a las tumbas de sus seres queridos a escribir en el cuaderno de una escuela ya inexistente sea la manera más eficaz de conmover a europeos solidarios solo con los qie tienen parecido color de piel (o eso creen).

En cualquier caso, lo que sí sorprende es que, dentro de ese tono esperanzador que tienen buena parte de los cortos integrantes de From ground zero, apenas hay referencias a la responsabilidad de Israel en la masacre. No hay acusaciones, ni ira, ni justificadas ansias de venganza. Se habla mucho de lo que supone vivir bajo bombardeos constantes pero poco de quién los ha hecho y/o financia.
Viendo los cortos, parece que los palestinos se hubieran resignado a su cruel destino y solo esperaran que los judíos acaben de destruir sus casas para intentar reconstruirlas.

La verdad es que me cuesta no considerar From ground zero como una selección algo parcial. No me entiendan mal: hay testimonios desgarradores como el de la pareja retratada en Jad and Natalie de Aws Al-Banna, el del director de cine que acaba quemando una claqueta para calentarse en Sorry Cinema de Ahmad Hassouna, o el relato interrumpido de Taxi Waneesa, que solo concluye con el testimonio de su directora, E’temad Weshah. Pero no encuentro en estas películas la rabia, contundencia, indignación e impotencia que sí destila La voz de Hind de Kaouther Ben Hania ; quizás porque esta es obra de un equipo profesional y los cortos que nos ocupan lo son de supervivientes.

Con todo, una sesión esta de L´Alternativa muy interesante y más hacerla justo ahora, cuando un tan oportuno como cuestionable alto el fuego ha generado un plan de paz que pone en manos de Donald Trump el futuro de Gaza, exigiendo condiciones solo a los palestinos, eximiendo de cualquier responsabilidad por crímenes de guerra al gobierno de extrema derecha israelí y dando carta blanca al terrorismo de los “colonos” para convertir la franja en el mismo laberíntico infierno que hace décadas es Cisjordania.
Todo, eso sí, a tiempo para que en Europa celebremos la Navidad con la conciencia tranquila y menos manifestaciones de protesta en las calles.
Downriver, a tiger.

También hemos visto en L´Alternativa 2025 Downriver, a tiger de Víctor Diago, una muy pequeña película española rodada sin guion previo que tiene su mayor interés en destacar la calidez de los habitantes de Glasgow sobre un entorno gris, feo e industrial. “Es muy fácil ser optimista en Barcelona, pero el mérito es serlo en esta ciudad escocesa”, aseguró su director en el coloquio posterior a su proyección.
Downriver, a tiger está bien montada por su director junto a Maria Castan de Manuel, vertebrándose su breve metraje a través de una historia de soledad, amor y ausencia que podría sonar pretenciosa pero no lo es, y que se resiente algo de la elección de su actriz protagonista, presumiblemente familia del director: Jùlia Diago.



