En la imagen Juanma Gómez, interprete y director de Thom Pain (basado en nada), de Will Eno Foto José Angel Fernández de Córdoba
Por Luis Muñoz Díez
Thom Pain del autor norteamericano Will Eno que, en el mismo título nos aclara que no está basado en nada y Thom lleva como apellido dolor. Se estrenó en el Festival de Edimburgo de 2004, con el respaldo del público y de la critica, no en vano fue finalista del Premio Pulitzer en la categoría de dramaturgia en 2005. La pieza no ha dejado de representarse, y ahora Juanma Gómez la estrena en Madrid, haciéndose responsable de la dirección, y de ser Thon Pain.
Hasta aquí el antecedente, de una función que por ser un unipersonal, estar dirigida bajo la mirada de su interprete, que es el emisor del texto. Es difícil discernir donde acaba el texto, donde comienza la puesta en escena, y donde la interpretación, pero esa es la meta de todo montaje válido, que te llegue y punto.
Juanma Gómez como actor, se encara al público sin decorado, teniendo como atrezo un pañuelo de papel, y una bolsita de la que saca algo que come, enfundado en un traje negro arranca un texto en que no busca la empatía del público. Al estilo sajón, expone de forma escéptica y sin usura, pensamientos y hechos, estimulando la sorpresa del público.
La función, expone un abanico de situaciones inconexas, como las desordena el recuerdo, que alimentan el desasosiego de Thom. Comenzando por el principio, busca cual es el momento preciso en que caemos de la nube de algodón donde vivimos instalados en nuestra infancia, y sin paliativo caemos de ella por una realidad incontestable.
A lo anterior, me parece importante puntualizar que la infancia a veces no es un edén, por lo que se corre el riesgo de caer de la nube desde el mismo momento de nuestro nacimiento.
En la imagen Juanma Gómez, interprete y director de Thom Pain (basado en Nada), de Will Eno Foto José Angel Fernández de Córdoba
Durante la función el público no acaba de encontrar una postura cómoda ante el dolor de Thom, porque ni el autor, ni el director, ni el interprete se lo permiten. Buscando ese momento de alerta, que tanto valoran los psicoanalistas para que se estimulen los circuitos de la asociación de ideas, par encontrar símiles y respuestas.
Thom Pain es un texto de calidad y fértil de posibilidades, pero la obra no está completa hasta que no la recibe el público, por eso apuntaba que era complicado señalar donde acaba un trabajo, y donde comienza otro, para lograr materializar el abstracto material con el que está conformada la desazón y la duda de Thom, y llegue al público de una manera diáfana.
Sin duda os animo a asistir a una función en el teatro para conocer a Thom Pain, y disfruten de la alquimia de la obra, difícil de contar o describir.
Juanma Gómez logra el milagro, de que veamos en Thom parte de ese yo, que nos negamos a reconocer, y si no conoces algo es difícil tanto de comprender, como de aceptar. Un punto imprescindible para llegar a equilibrar la balanza de que si bien, nada es tan deseable como nos lo imaginamos, pero hemos de burlar nuestra suerte, para convivir de la manera más confortable posible con nosotros mismo.
Decía en el párrafo anterior que el actor y director Juanma Gómez, logra el milagro, recreando a Thom, sin escatimarnos ninguna de sus aristas, en un trabajo de malabar impecable.
Confío en no haberles confundido, porque apunte que la obra estimula a pensar. No hay nada más “felicitoso” -palabreja nombrada por Thom-, como encontrar respuestas.

En la imagen Juanma Gómez, interprete y director de Thom Pain (basado en Nada), de Will Eno en el cartel que anuncia la obra.
Thom Pain (basado en nada), de Will Eno dirigida e interpretada por Juanma Gómez, se estrena el 1 de septiembre de 2021 en el Teatro Lara de Madrid, más información de fechas, horarios y compra de entradas AQUÍ.