Juan José Plans al aparato

Juan José Plans al aparato

Juan José Plans es voz. Y teatro, radio, literatura, cine, periodismo, televisión, dibujo, coleccionismo y bibliofilia. Uno de los maestros del terror, la fantasía y la ciencia ficción; de los últimos maestros que pudimos conocer, figura esencial de la radioficción, actor, guionista y director. Un hombre orquesta que supo, como nadie, dirigir la sinfonía lúgubre del miedo, el jadeo del vampiro que destella un rayo triste, la bestia que esconde bajo el pecho lanoso el ansia de amar. La voz de Plans acogió las voces de la noche y su galería de espectros guió a la mano creadora, a la talentosa imaginación que hiló la fantasía con el papel a fuerza de espantar a la máquina de escribir; me confesó que escribió su obra completa a máquina porque el ritmo de las teclas era propicio para el suspense. Pero este último susto de conocer su muerte por una llamada de teléfono, en la noche de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, y por voz de mi hermano Isaac Hernández, junto a quien me adentré en el estudio de Plans en Gijón, una tarde de verano que mágicamente se volvió gélida y nebulosa, este último susto no se lo perdono, por mucho que me hiciera gracia su primera dedicatoria, aquel “para que te lo pases de miedo… con miedo”.

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Juan José Plans, con un ejemplar de El juego de los niños de la cuidada edición de su novela editada por La Página Ediciones,

Agradeceré siempre a Domingo-Luis Hernández que, durante mi labor en La Página Ediciones, aprobara mi propuesta de reeditar El juego de los niños, y mimara la segunda edición del clásico de 1976 con tanto empeño. En un mes y medio tuvimos lista la publicación. Plans sonrió la noticia cuando en la mesa de un restaurante lagunero (en la isla de Tenerife) aceptó mi ilusionada petición. Han pasado treinta y cinco años. Ya es hora, maestro, dije. Llegamos a tiempo de que presentara la reedición en la Semana Negra de Gijón, evento del que fue uno de sus fundadores, y que se rindió ante su presencia, custodiado por uno de sus fans, el crítico y escritor Jesús Palacios. El maestro volvía a las librerías, y lo hacía con su clásico por excelencia, una novela que solo contaba con una edición, sin reimpresiones, cuyo último ejemplar en librerías de viejo logré un año antes de rastrear su paradero hasta marcar el teléfono de su casa y recibir una respuesta tan añeja como el olvido, tan de otro tiempo como los clásicos del terror. Juan José Plans al aparato.

Mi conocimiento de la obra literaria de Plans se limitaba a la novela mencionada. No había leído nada más, pero el maestro aprovechó la visita que nos hizo a Tenerife, donde impartió una conferencia sobre Literatura y Radio en el Instituto de Estudios Canarios en abril de 2011, para pertrechar su pequeña bolsa de viaje con ejemplares de sus obras. Una maleta de cuero marrón, que mostraba traqueteos antiguos, comenzó a vomitar libros y recuerdos. Sobre una mesa del hall del hotel desgranó parte de su literatura, un muestrario que me mantuvo en vilo semanas después de su visita. Gijón y Madrid fueron los escenarios de los siguientes reencuentros. El último de ellos, la presentación de El juego de los niños en la Casa del Libro de Gran Vía. Las mejores voces de Radio Nacional de España, el último cuadro de actores con quienes representó las Historias de su etapa final en la radioficción, lo acompañaron; entre ellos, la maravillosa Lourdes Guerras. El silencio de aquellas voces en la sala fue tan cálido como el abrazo de los licántropos. También nos unimos una representación sustanciosa de la juventud que lo adorábamos: la escritora y periodista Belén Gahe, la periodista cultural Maica Rivera, el director de Miedoteca.com, Borja Román… Después de aquella noche fue su voz al aparato la que me mantuvo cerca de él. Antes de mi marcha de la editorial dejamos encaminada una nueva reedición, la de El gran ritual de 1974.

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Narciso Ibáñez Serrador adaptó al cine la novela de El juego de los niños con el nombre de ¿Quién puede matar a un niño?

No se despegó de las miles de cartas de sus oyentes, ni de los guiones de sus programas, ni de los carteles de sus funciones radiofónicas representadas en teatros. Divulgó literatura y ciencia en las ondas, comisarió exposiciones con sus libros, fotografías, tebeos y cromos, es nombre clave para inventariar la historia del Festival Internacional de Cine de Gijón. Supo del olvido y admiró a los compañeros del oficio que precedieron a su tarea: recordemos el homenaje que el Festival de Cine de Gijón, bajo su dirección, profesó a Narciso Ibáñez Menta, figura primera de la caracterización y el grito. Y por si faltara algún ingrediente a su figura de culto, fue el primer adaptador en España del musical Rocky Horror Picture Show, tras quedarse prendado de la obra en un viaje a  Londres.

Plans escribió incansablemente relatos, novelas, guiones, biografías, ensayos, artículos, reseñas, entrevistas, adaptaciones… y fue acumulando galardones: Ateneo Jovellanos de Novela, Nacional de Radio, Nacional de Cuentos de Ciencia Ficción, Nacional de Periodismo Juan Mañé y Flaquer, Aspid de Oro, Ondas… A finales de 2011 le concedieron el Premio de las Letras Asturianas a toda su trayectoria. Me llamó para darme la noticia. Juan José Plans al aparato, escuché tras descolgar. Me lo han dado por haber vuelto, dijo. Nunca te fuiste, eso es lo que han recordado, le respondí.  Rió una vez más.

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Una imagen de “Juego de Niños”, dirigida esta vez por Makinov

Internet ampara a los devotos de sus dramáticos radiofónicos, a los excavadores de sus reliquias sobrenaturales, las historias que volcó de los libros a la voz, de la máquina de escribir a las ondas, y que hoy sobreviven en la red. También ampara a sus lectores, los catálogos virtuales de las librerías de viejo ofrecen cientos de ejemplares de sus obras: miedo, suspense, ciencia ficción… Efectivamente, fantasía se escribe con cuatro sílabas: las de Juan José Plans. Gracias, maestro.

Autor

Daniel María (Agulo, La Gomera, 1985) es actor, escritor y guionista. Colabora en Tarántula, Fogal, Revista de la Academia Canaria de la Lengua, Qué Leer y El Perseguidor, entre otros medios. En 2013 obtuvo el Premio Paco Rabal de Periodismo Cultural Joven Promesa y el Premio de Periodismo Leoncio Rodríguez. Autor de los poemarios Hilo de cometa (2009) y flor que nace en los raíles (2015), el libro de cuentos (De)función cómica (2009), el estudio El caso de la película imposible: El extraño viaje (2011) y las novelas El hombre que ama a Gene Tierney (2013), Premio de Edición Benito Pérez Armas, y Un crimen lejos de París (2014). Posee, entre otros, el Premio Internacional Jóvenes de la Macaronesia de Poesía (2005) y el Premio Félix Francisco Casanova de Poesía (2007).

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