En la imagen el actor Víctor Palmero, que con el director Eduard Costa, ponen en pie al público del Teatro Lara, con Johnny Chico, una pieza escrita por Stephen House, sobre la homofobia, una lacra tan vergonzante como vigente. Foto Romero de Luque
Por Luis Muñoz Díez
Johnny Chico, es una pieza escrita por Stephen House en 1990, sobre las consecuencias de la homofobia, una lacra vergonzante, y tan vigente que sigue siendo portada de la prensa, y noticia con la que se abren los telediarios, de la puesta en escena de la obra, se ha hecho cargo el director Eduard Costa, y de encarnar a Johnny Chico el actor Víctor Palmero.
Quiero significar desde el principio que el trabajo del director Eduard Costa, me parece muy delicado porque ha sabido administrar bien los tiempos, sobre todo en la primera parte por lo barroca biografía de Johnny, que cuenta con un padre alcohólico y maltratador, una madre muerta, y un hermano que va del pico a la cárcel y viceversa, y ninguno le supo cuidar para que no fuera violado por un familiar en la infancia.
Hasta aquí llego con la historia porque mi interés es que con lo que escribo se animen y asistan a una función de Johnny Chicom, y sientan lo complicado que es remontar un vuelo con tanto lastre.
Johnny, es abiertamente homosexual, pero no se lo consiente, mantiene relaciones sexuales con mujeres para que su único amigo y referente masculino, llamado Gato, lo valore, aunque pronto tenga que salir por pies dado que Gato también es su objeto del deseo, y el miedo le paraliza ante su reacción, casi escrita, si lo llega a saber, de un macho de libro que incluye como norma a cumplir, sentir asco por todos los homosexuales, con un deseo incontenible de propinarles una paliza, a poco que se manifieste su condición.
Con los parlamentos consigo mismo, en los que expresa con contrariedad sus deseos de ser amado por un hombre, autor director y actor, logran momentos realmente hilarantes en que te ríes junto a Jonny -Víctor Palmero- en ningún momento de él. Tanto cuando describe los temblores que le suscita Gato, o en el viaje con un camionero que le recoge en la carretera. El joven ni entiende, ni quiere entender la razón de porqué él, no despierta el mismo deseo en los hombres que esas chicas que, en cuanto se les cruzan se les pone dura, le contraría esa realidad, y lo vive como una injusticia biológica.
El autor de la pieza es australiano, pero el Johnny de Costa y Palmero llega a Madrid empoderado por su juventud y por el éxito del que gozaba como chapero en su lugar de origen. Los neones le confunden, y le condicionan a continuar con su oficio. En la obra se pone de manifiesto una lucha sin cuartel de los colectivos LGTBI, para la integración de sus miembros y puedan tener acceso a una educación académica y humanística que le permita ejercer tanto, su opción sexual, como el medio laboral al que quieran acceder con libertad.
En el caso de Johnny, la opción está limitada a una, lo que para la vida no es lo deseable, al actor Víctor Palmero, le permite componer un Johnny Chico, aún de chapero encorsetado para que no se perciba su verdadera condición de macho deseado, por volubles maricas, y a una Johnny Chica realmente deliciosa.
El actor con poco artificio logra que le veamos como una chica atractiva, de largas piernas con un escote muy sensual, una dualidad que Palmero controla con precisión. Johnny Chico o Chica, no son personajes fáciles, y el actor y el director se han puesto el listón alto, a la hora de sazonar al Chico de testosterona, y a la chica de feminidad.
Johnny Chico, es una función bien medida como decía más arriba, que sin obviar el drama en que vive el Chico, la vida demanda vida, y siempre hay momentos por pequeños que sean, que merecen ser vividos, y el Johnny Chico, a poco que puede, demuestra que está vivo.
Johnny Chico, estará en cartel en el Teatro Lara de Madrid, más información de fechas y horarios, y compra de entradas AQUÍ
DIRECCIÓN Eduard Costa ILUMINACIÓN Mundi Gómez ESPACIO ESCÉNICO Luis Crespo ESPACIO SONORO Juan José Ballesta DISEÑO GRÁFICO María la Cartelera MAPPING Elektrik Five & Lluerna producciones & Carlos Montfort VESTUARIO Eli Perucha FOTOGRAFÍA Romero de Luque PRODUCCIÓN EJECUTIVA Coque Serrano