Por NACHO CABANA
Probablemente sea debido a que tocó con Miles Davis en grandes estadios en una época (en 1984 se presentaron en el Palau dels Esports barcelonés) o por sus confesadas raíces rockeras, pero John Scofield no es uno de esos virtuosos de un instrumento que supeditan el rendimiento del resto de la banda a su lucimiento personal.
A sus 66 años, Scofield sigue haciendo giras y conciertos largos porque le gusta tocar en compañía de Gerald Clayton (piano), Vicente Archer (contrabajo) y Bill Stewart (batería). Por supuesto, ninguno de los tres osa discutir el centro del escenario y melodía principal al autor de Just don´t want to be lonely pero, a cambio, éste cede variaciones completas de los temas a sus compañeros de banda. Una vez que han acabado su turno, Scofield retoma con elegancia el tema principal que ejecuta hasta que decide dar paso a otro de los instrumentistas. Entre medias, brillantes y complejos diálogos entre músico y músico.
Esta fue la pauta del excelente concierto que pudimos ver el martes pasado en la Sala Barts de Barcelona, en el marco de la 50 edición del Festival de Jazz de Barcelona. Así ocurrió cuando, en el tercero de las composiciones interpretadas, Scofield recogió con elegancia el testigo del solo del bajo o cuando, en la pieza siguiente, hizo lo propio con el órgano demostrando que la conversación entre ambos instrumentos no solo puede ser posible sino también brillante. Lo mismo, pero en un tempo más lento, ocurrió primero con el piano y luego con la guitarra durante la ejecución de In sleeping in de su nuevo disco Combo 66.
Tocó también el cuarteto un par de temas originalmente country: I’m so lonesome I could cry de Hank Williams y You’re still the one de Shania Twain. En el primero de ellos, Scofield se marcó un solo que duró prácticamente la mitad de la ejecución para luego cederle todo el protagonismo al órgano de Clayton y rematarlo luego él con un nuevo tras un breve interludio con toda la banda.
Anduvo más acertado Clayton al órgano que al piano tanto en el acompañamiento como en los solos mientras que Archer y Stewart supieron situarse en segundo término cuando fue preciso. Original de este último fue el tema (muy apropiadamente elegido, dado que el concierto se celebró mientras en los EE.UU se celebraban las “midterms elections”) titulado F**** U, Donald de su disco Band Menu.
La actuación se cerró con una memorable exhibición de virtuosismo de Scofield capaz de convertir a su guitarra en lo más parecido a una banda completa mientras el resto del cuarteto puntuaban y daban unidad a los diferentes fragmentos.
Con parte del público puesto en pie, ejecutaron en el único bis la preciosa balada You´re still the one de su anterior trabajo Country for old men.
El próximo sábado en la sala Barts tocarán BILL EVANS & RANDY BRECKER SOUL BOP XL ft. SIMON PHILLIPS dos horas después de que DAVE LIEBMAN y MARC COPLAND lo hagan en el Conservatorio del Liceu. Y si lo que quiere es que sus hijos se aficionen al jazz (o al menos pongan en cuestión el trap) acudan a ver el espectáculo de DÀMARIS GELABERT en la misma sala Barts.