Javier Divisa: Diario de un Paranoico XVI

Javier Divisa: Diario de un Paranoico XVI

-Acostumbro a dar un paseo muchas mañanas que abarca Hortaleza, Zurbano, Blanca de Navarra, Almagro, Fuencarral y Malasaña. En pocos minutos hay diferentes integridades, el ladyboy boliviano, una filipina con cofia paseando un cocker, una galería de Juergen Teller que viene a ser Malasaña, es decir cierto cosmético mortuorio y ojeras como de haber dormido dos semanas en el coche o venir de follar de los baños del Madklyn; Mariana con sus hijos Pelayo y Olivia, Mateo el chico cabezón con el parche en el ojo en el asiento trasero del BMW X7, muchachas con mamá, tonos pastel, Tous, hermano borderline de mirada perdida y cierto hilo salivoso. Y algo en común en la universalidad de la mañana, casi todos a un par de Orfidales de mirar el infinito desde una mecedora sin entender una mierda. Pero esa historia es mucho más larga.

-Que busque mis sueños dice uno en Facebook, por Messenger, como si los tuviera. Vamos a empezar por encontrar las  llaves.

-Virgo: tranquilízate, disfruta tu día. Lo jodido será mañana. Te llegan tres demandas y una factura de 806.
Cáncer: bastante tienes con lo tuyo, como para enfadarte por la liga del Valencia. Temporada de hospitales y extraños nódulos.
Capricornio: tú no.

-Ni confirmo ni desmiento que tengo una sociedad en Panamá de aplausos enlatados y barritas de incienso llamada Poetas de Facebook S.A.

-Y porqué no proyectáis en vuestra boda el historial de búsquedas.

-En pleno siglo XXI se puede oír por Chueca «cuidado, aprieta el culo que aquí hay mucho maricón». Esa estupidez y ultraje es manifestada principalmente por tres esferas comunitarias: el yonqui fascista y totalitario, el proxeneta ludópata y el devoto de la romería y la peregrinación mariana. Creo que con mirar un poco cae por pura gravitación esa disección y 40 más. Recordad que nuestros chistes de Nochevieja eran de borrachos, mariquitas y cojos y recordad que a muchos tipos que dicen » aprieta el culo que hay mucho maricón » no se los follaría ni un chapero rumano con dos muelas de oro y un i-phone 4 en el estómago. Chueca Follies.

-Hace unos 200 días terminé mi tercera novela. Desde hace unos meses arrastro una afección algo irritante que consiste en no tener ganas de escribir. Quizá ese arrebato de las ganas debería ir entre paréntesis. Igual no es verdad. No me gusta responsabilizar a los demás de mis achaques y me da mucho ánimo leer artículos buenos y sobre todo malos. El victimismo es un aljibe de tipos como los poetas de los churros con chocolate, los concursantes de Gran Hermano, los columnistas mediocres, Belén Esteban y la gente que se va de Facebook, así que no volveré a hablar de mi enfermedad. Fine.

-Si queréis un loco, venid a recogerlo en Iglesia de San Antón, calle Hortaleza, hasta agotar existencias.

-La Declaración de la Renta me sale a emborracharme mucho, tirarme del balcón o quemar coches.

-Lo malo de no ser extremadamente positivo, y creerte que vas fracasando medio bien, es que cuando me muera igual también me parece que me estoy muriendo medio mal.

-La pizza con piña la inventó un gordo moderno con depresión; no hay otra.

-Si no existieran las manoletinas y los bolsos de Tous, el yorkshire se extinguiría.

-Estoy leyendo un libro con premio literario porque la vida a mí ya me importa una mierda.

-Casi me atropella un Lamborghini en Almagro con Génova. Qué afortunado eh. Imaginad morir aplastado por un Seat Toledo en Pan Bendito.

-Ahora explícale a Otegi que Malú y Chayo Mohedano cierran las fiestas de Bermeo y que los Gemeliers abrieron el carnaval de Donosti. Luego que si la lucha armada.

-Me da mucha pena esa gente alcohólica, drogadicta, y que luego muere por causas naturales, por un  zumo de naranja, por ejemplo.

-Hoy os explico Adam Smith y la teoría del liberalismo económico: Pasad la puta vida trabajando, si puede ser en empleos que odiéis, para comprar cosas absurdas e impresionar a a gente que no queréis. Y todo fluirá.

-Última hora: imputado un poeta por alegrarse sinceramente del éxito de un colega y no querer nada a cambio.

Autor

Javier Divisa. Mercader a tiempo parcial y escritor a intervalos fragmentarios. Autor de la novela Tres Hombres para Tres Ciudades, su segunda obra vio luz bajo el título Valientes Idiotas. Desarrolla su cáustica y rigor literario en reseñas literarias para Eñe y Revista Cultural Tarántula. Ejerce como articulista y cronista en CTXT y compagina la literatura con el business de la moda. Ha ganado algunos premios narrativos, todos sin la pertinente dotación económica, aunque eso es algo que podría lograr un mono con lobectomía cerebral. También ha sido incluido en diversas antologías de jóvenes autores de libros que están enterrados hace años en el cementerio de Père-Lachaise y no leyó nadie. Actualmente muere en Madrid, escribe varias veces todos los días a lapsos de quince minutos y nunca aparenta estar feliz en Facebook. Su tercera novela se llama Magdalena.

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