Invencible, de Torben Betts, dirigida por Veronese

Invencible, de Torben Betts, dirigida por Veronese

La comedia de Torben Betts que expresa de manera salvaje y divertida las conductas que suelen aparecer cuando las clases sociales se entremezclan e intentan comprenderse una a la otra.

Daniel Veronese  -En el programa de mano-

Por Luis Muñoz Díez

Invencible, de Torben Betts, nos presenta en tono de comedia el atropello que sufre una pareja cuando por un revés económico aparecen en su pueblo y como vecinos Emilia y Julio, una pareja de clase alta, ella, una «concienciada social» de libro, y él, un hombre llamado a ser “maravilloso” por educación, que cargados de buenas intenciones deciden tratar con “gente real”.

El texto de Torben Betts tiene una mimbrería redonda y es una sátira social de las que arañan, pero la obra no sería la misma sin la extraordinaria labor de Jordi Galcerán y Daniel Veronese, como responsables de la traducción el primero, y de su dramaturgia y dirección, el segundo. Han logrado que identifiquemos a Emilia, Julio, Pablo y Laura como si fueran nuestros vecinos. Se podría apostar, sin mucho riesgo, a qué partido ha votado Emilia en las últimas elecciones, cuales son los secretillos de Julio, y quienes son los personajes televisivos con los que se identifican la pareja de “gente real”.

Se dice que la generosidad sólo es un sentimiento honesto cuando los receptores te superan en calidad humana,  destreza, atractivo o mérito profesional. Si en la comparación salimos beneficiados puede ser un simple gesto de indulgente prepotencia.

Cuando nos medimos con personas más brillantes sin notar envidia porque sean mejores en algo o en todo que nosotros, es cuando realmente somos generosos, por eso tiene mucho peligro, cuando se despierta en nosotros la necesidad de tratar a alguien que creemos desfavorecido y decidimos compartir con ellos la realidad de la vida, que sin duda nosotros conocemos, y ellos no.

No hace falta decir que para tener capacidad de ayudar hay que sentir empatía por el prójimo y respeto, y no irrumpir en su vida como un elefante en una cacharrería, como es el caso de Emilia, una mujer empeñada en decir la verdad cueste lo que cueste, precisamente porque no tiene coste alguno lo que dice en estos choques siempre pierde la parte más vulnerable.

Torben Betts es generoso con sus personajes, nos presenta una Emilia empecinada pero con buenas intenciones, un Julio que pertenece a una clase social que puede permitirse tener algo de niño juguetón durante toda la vida, las dos criaturas en estado puro son Pablo, un hombre satisfecho con que gane la selección española, tener un lata de cerveza a mano y sobre todo por ser envidiado por disfrutar de la mujer que tiene.

Laura pasa por un mal momento y por esa brecha se cuela Julio, y repercute en que todo se venga abajo, aunque el sabor de Invencible es fuerte como el vinagre, Betts juega con el enredo y el mal entendido en tono de comedia, creando situaciones realmente hilarantes que el público disfruta y aplaude.

Daniel Veronese vuelve a demostrar que en un escenario no debe estar nada que sobre, y todo lo que se ve forma parte de la historia, mueve a los personajes por ese decorado con una facilidad aparentemente pasmosa, y los hace pasar de la emoción al disparate sin que pierda ritmo la función en ningún momento.

Maribel Verdú  está a la altura de Emilia, un personaje que no es fácil y que va a darle muchas alegrías, como también lo está Jorge Bosch, que compone un Julio encantador. Pilar Castro es la carnal Laura, y Jorge Calvo es Pablo, ambos están esplendidos. Laura y Pablo despiertan tanta ternura que dan ganas de acunarlos y arroparlos, pero el mensaje de Betts es que eso precisamente es lo que no se debe hace jamás.

Título Invencible Autor Torben Betts Tradución Jordi Calcerán Dramaturgia y  dirección Daniel Veronese  Elenco Maribel Verdú, Pilar Castro, Jorge Bosch y Jorge Calvo Escenografía y vestuario Elisa Sanz Iluminación Juan Gómez Cornejo e Ion Anibal

En Teatros del Canal –Madrid-  Sala Verde, más información de funciones y horarios aquí.

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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