Íñigo Coppel a través del tiempo…

Íñigo Coppel a través del tiempo…
Es una noche atípica donde el valor de la justicia ha sido reafirmado. El Atleti se acaba de llevar la Liga en Barcelona tras una temporada basada en el trabajo y el equipo, no tanto en los millones y la efectividad individual. Un ejemplo muy al caso que abre el camino de el encuentro de hoy.

He quedado en unos minutos con Íñigo Coppel, un trovador de principios, que pertenece a esta y a otras muchas épocas. Técnica y alma unidas a un afinado canto y unos textos muy originales e ingeniosos hacen de su música una experiencia en sí, que inevitablemente te transporta.

Este viernes 23 de mayo a partir de las 21.30 hay una cita en La Fídula (C/Huertas 57); Coppel presenta «En el Olympia», un álbum grabado en directo que a modo de toque de atención nos hace reflexionar sobre la pureza y la raíz del oficio de base, además de, como ya he dicho, experimentar sensaciones verdaderas entre la ficción y la realidad, tradición pura que hereda de maestros como Brel, Brassens, Gardel, Lepera o Phil Ochs. La producción de este trabajo corre a cargo de José Nortes (Ariel Rot, Quique Gonzalez, Miguel Ríos, …), todo un lujo, y en él encontramos aromas franceses, norteamericanos, recitados, un tango incluso y como siempre unos textos poéticos y reflexivos como pocos.

Tanto en el disco como en el directo de presentación del viernes, Manu Clavijo suma intensidad con su violín a las canciones de Coppel, quien ha decidido incluir también a modo trío al magnífico pianista Jairo Martín en esta noche con tintes mágicos que dará el pistoletazo de salida a este inspirado trabajo, «En el Olympia».

Hoy estamos en el In Dreams con una música de fondo espectacular y dos cervezas de trigo en la mano…

DelRoto: ¿Qué tal el ensayo?

Coppel: De la hostia macho…, brutal. Porque Jairo tiene el rollo rockero y Manu un rollo muy clásico…

DelRoto: ¿Oye, y que tal es la primavera en Paris? Tú primavera personal en Paris me refiero…

Coppel: He tenido buenas experiencias en París. Hace muchos años cuando fui en una especie de misión divina a ver a Bob Dylan pensando que era el mayor fan del mundo y me di cuenta que era un mindundi en el mundo dylaniano…, estuvo bien…, pero creo que te refieres al Olympia ¿no?

DelRoto: Si, porque en ese momento renaciste…

Coppel: Fue una época difícil donde yo dejé de tocar y me puse a andar y aparecí en el Olympia de París que era como un templo para mí, y aparecí ahí por los pasillos…

DelRoto: ¿Pero eso es verdad o es un sueño? Contigo nunca se sabe…

Coppel: Claro que es verdad, me encontré con Gardel en persona…

DelRoto: Eso es brutal, menudo viaje…, un sueño hecho realidad o una realidad hecha sueño…

Coppel: Y no estaba solo Gardel, estaban todos los cantores, los juglares. Se dedican a acoger a desgraciados como yo que hemos dejado de tocar y a convencerles de que deben seguir tocando, de que la música es importante, que vienen tiempos muy oscuros y no puede desaparecer la música. Me dijeron que me olvidara de la ambición, que hay que cantar por cantar porque todo canto es necesario, la gente necesita cantores…

DelRoto: Eso es precioso, en un momento difícil, de falta de ánimo y fe…, es como una especie de bautismo…

Coppel: Hay veces que es muy duro, parece que nadie te escucha…, y mantener la ilusión por cantar en esos momentos cuesta, cuando la realidad es que cantar tiene mucho valor, da igual que seas bueno, malo, que lo hagas mejor o peor, que seas un gran músico o no… Como dice Facundo Cabral, un cantor es un soldado menos; creo que lo explica perfectamente en una frase…

DelRoto: Totalmente. Cantar es una expresión de vida. Tanto cuando cantas o cuando escuchas cantar te encuentras conectado a la vida y pasas a estar al margen de cualquier tipo de guerra, te olvidas de los problemas…

Coppel: Tú tienes una vida y puedes elegir, pegar tiros o cantar… Es importante esta segunda opción al margen de juicios artísticos…

DelRoto: Hombre, se agradece la calidad…

Coppel: Eso es verdad pero de lo que se trata es de dedicar la vida a algo bonito y constructivo.

DelRoto: Esto me recuerda a lo del sueño americano, al «puedes llegar a donde quieras». Se agradece la sensibilidad que puedas tener en el proceso, coincido en el valor de dedicar tu vida a cualquier tipo de disciplina expresiva o artística, pero luego, como en todo, existe una selección natural…

Coppel: Si, pero a mí me puede emocionar un cantante malo entre comillas o un guitarrista malo entre comillas porque tienen una verdad y una historia que me están transmitiendo. Me puede emocionar eso mucho más que un cantante con una técnica perfecta que al final es un imbécil y no tiene nada que transmitir. Yo me he emocionado con gente que no entraría en ninguna academia de esas…

DelRoto: Mucho tiene que ver lo que hablas con un concepto poco acotado, entre la ciencia, la psicología y el comportamiento, que es la energía, no la física, la que se transmite de unas personas a otras…

Coppel: No hay por qué acotar…

DelRoto: Por supuesto, basta con sentir esa verdad que como dices tiene la gente, no solo vinculada a la música, también la puedes apreciar charlando, o incluso en silencio…

Coppel: Esto va de que estas vivo, tienes algo dentro y lo comunicas y a quien le llega le emociona o no, eso ya son gustos, coincidencias personales de ver el mundo de una determinada manera o de otra. Cantar siempre será un acto de bondad, de comunicación, de comunión y siempre será mejor que estar haciendo el cafre o estar puteando al de al lado…

DelRoto: Y es algo que en tus conciertos se nota especialmente…, además de tu canto y de tu zurda está tu mirada, tienes una mirada muy limpia cuando cantas…, bueno, cuando no cantas también, pero al cantar te liberas aun más y conectas con esa energía buena de la que hablo. Creo que te acercas bastante…

Coppel: Hay buenas intenciones siempre…

DelRoto: Se nota y se siente a la primera…

Coppel: Igual alguna vez lo he hecho pero ya no escribo canciones con malas intenciones. Aunque de tu rencor y tu odio puedes sacar algo bonito, como exortizarlo. Tú que también eres muy dylanita, no sé si estarás de acuerdo, a mi me parece que Dylan ha llegado a sus momentos más álgidos cuando estaba cabreao…

DelRoto: Si es una rabia justa o justificada la mirada no se pervierte, sigue siendo igual de limpia…

Coppel: Es convertir un sentimiento feo en algo bonito.

DelRoto: La revolución del corazón, creo que vendría bien…, está la peña muy agarrada, con muchos miedos y problemas. Tendría que suceder a diario, las revoluciones individuales son las que unidas consiguen cambiar el mundo, porque la gente que se mueve por la lucha, el odio y la competitividad, el pisar al otro, la tan admirada competencia, quién se mueve según esos principios al final y por cojones es quien llega a arriba, en cuanto a estatus me refiero y capacidad de mando y de gobierno… Hay excepciones pero es la regla general, estamos gobernados por auténticos hijos de puta sin alma.

Coppel: Eso es mierda, yo no envidio nada de eso… El sistema está hecho así, para que tú aspires a ser el puto amo y pises a quien sea con ese único objetivo, por eso va todo como va… Puedes salir de esto y crecer espiritualmente, o llámalo como quieras, depende de ti. Al final… ¿quién son los triunfadores de la sociedad?, ¿los políticos? Si son unos auténticos desgraciaos, son los mayores fracasados según mi punto de vista.

DelRoto: La codicia, el más y más y más… Estaría muy bien que de verdad existiera el infierno. A veces yo lo pienso y me recreo, que existiera al modo Dante, y que toda esta panda se quedara ahí por toda la eternidad purgando

Coppel: Es una idea muy bonita, jajaja, yo me lo paso muy bien leyendo la Divina Comedia y viendo a Dante como describe a todos sus enemigos y a todos los hijos de la gran puta pasando penurias…

DelRoto: Nuestra vida de todas formas es diferente, a mí a veces me da la sensación de que se diluye a través del recuerdo y del tiempo, uno de los temas que más tratas en tus canciones. Hay momentos que marcan, y al final son los que nos constituyen. Atraparlos en una canción tiene su aquel…

Coppel: Por eso el arte es tan maravilloso y necesario… Esos sentimientos buenos, esa humanidad que se atrapa sí que es importante, a mi me parece que tiene un mérito muy grande.

DelRoto: Nos moveríamos y creceríamos sin raíz, sin semilla. Yo cada vez que escucho una gran canción, observo un buen cuadro, o leo una buena obra crece en mí una semilla y florece. El arte nos va repoblando el alma de vegetación y oxigeno bueno.

Coppel: Yo por ejemplo no estoy de acuerdo con la gente que dice que el género de la canción es un género frívolo…

DelRoto: En ciertos estilos se puede confundir con frívolo.

Coppel: Incluso cualquier estilo tiene sus cosas importantes. Dylan en los 60´hizo que el mundo mejorara con sus canciones, igual que hay música para bailar que también hace del mundo algo mejor, que la gente se divierta, se conozca y se sienta. Todos tenemos un montón de problemas y de penas y por ejemplo, meterte esta noche en un garito con una banda tocando, el estilo que sea y que te olvides de tus mierdas durante dos horas y que seas feliz durante dos horas me parece la hostia…, por eso no existe música frívola… “solo sirve para bailar”, pues cuidado con lo de bailar…

DelRoto: Claro, lo frívolo es hacer por hacer, si sirve para algo ya no lo es… La música, sea del palo que sea, venga de donde venga, sigue presente y no dejará de estarlo nunca… La gente no para de hacer música, continuamente.

Coppel: Es que es muy necesaria, la peña en las cuevas estoy seguro que daba hostias a las cosas y hacía música…

DelRoto: Si, supongo que la música comenzó como un ritual… Se dice del ritmo que es el corazón de la madre, la base, el principio…

Coppel: La gente necesita canciones.

DelRoto: Lo que por cierto me gusta mucho de tu nuevo trabajo es que tiene canciones para todos los públicos, es decir, tocas la narrativa, el amor, el desamor, el cuento, el sueño…

Coppel: A mí el rollo narrativo es el que más me mola la verdad…

DelRoto: Y vas de lo más juglaresco a lo más sentimental, que en realidad sigue siendo juglaresco ya que es amor, pero me refiero, a lo más personal que universal…

Coppel: En este disco la verdad es que han salido bastante autobiográficas todas pero me gusta. Se me puede echar en cara que solo hablo de mis movidas pero es que mis movidas pueden ser muy parecidas a las tuyas. Me gusta contar mi vida igual que cuando voy a un concierto me gusta que la gente me cuente su vida, me gusta el rollo narrativo y autobiográfico, me parece que tiene mucho interés. Si viniera un tipo de Saturno y me contara algo que no tiene nada que ver conmigo pues eso, ya ves, pero si vienes tú o cualquier banda de rock y me cuenta eso, que le ha dejado una chica y tal, eso también me ha pasado a mí y a todos, y me quedé sin curro, y no tengo un duro… Los problemas son muy parecidos y los sentimientos también, y no solo de la peña que vive ahora aquí en Madrid en nuestro tiempo, en la Grecia antigua los problemas son los mismos, tú lees obras de esa época y es lo mismo. Los sentimientos humanos son los mismos desde siempre.

DelRoto: Me gusta este quiebro que acabas de hacer, tampoco podía tardar en aparecer. Es una comparación milenaria, ¿te das cuenta?

Coppel: Pero es que es así, los problemas del día a día de un tipo en Roma eran que si le gustaba una mujer, que si estaba puteao por los impuestos, que si tal…

DelRoto: En ciertos sentidos en Roma se lo montaban mejor, todavía no había llegado el puritanismo católico.

Coppel: Incluso teniendo en cuenta todo eso los límites del hombre siguen siendo muy parecidos y sus costumbres igual. Siempre habrá un tipo en un bar bebiendo vino, aunque antes le echaran miel, contándole las penas a un colega en la barra…

DelRoto: ¿Sueles transportarte eh?

Coppel: ¡Si joder, me gusta! Ja, ja, ja… Me gusta mucho lo del tiempo, a veces fantaseo. Cuando voy al Prado siempre me hago películas con cada cuadro que veo…

DelRoto: Qué caro está cojones…

Coppel: Hay un par de horas que puedes ir gratis. Pero es verdad lo que dices del tiempo, me meto mucho en el momento concreto en el que suceden los acontecimientos, en cualquier época, me gusta.

DelRoto: Nunca había juntado los conceptos de imaginación e historia…

Coppel: Hay un retrato de la familia real que pintó Goya…, se descubrió hace unos años, donde el rey tiene unos cuernos, le había puesto de cornudo, luego los tapó claro, pero durante unos días con toda la corte paseándose por ahí imagínate, toda la peña partiéndose el culo, todos a los que el rey puteaba pasándose por ahí…, a mi imaginarme esa escena me parece maravilloso.

DelRoto: Haré ese ejercicio la próxima vez que vaya al Prado…

Coppel: A mí me lo enseñó mi madre, que es historiadora del arte, me contaba todas esas historias, como la de las hijas de Lot que se follaban a su padre y todo eso…

DelRoto: Hizo un buen trabajo tu madre, ahí empezó a nutrirse tu imaginación…

Coppel: Como está tan claro que no tiene nada que ver lo que ha sucedido con lo que te han contado…, por eso es tan interesante. La historia se ha contado de una manera muy chunga, muy discutible y partidista…

DelRoto: La historia está basada en documentos no en realidad…

Coppel: Documentos falsos. Por ejemplo Cameron Crowe que escribía en la Rolling Stone en los 70´ decía eso, que él conoció a Hendrix, que conocía a todos y que la imagen que se tiene de ellos veinte o treinta años después no tiene nada que ver con lo que ellos eran, y si se ha falseado la imagen de unos tipos que casi son contemporáneos nuestros imaginate…

DelRoto: Falsear con qué objetivo, rollo industria, ¿para vender más o qué?

Coppel: No, más bien cada uno a su rollo va contando movidas y al final queda una imagen difusa y falsa del personaje en cuestión. ¿Tú nunca has conocido a alguien famoso que es la hostia de majo y te cuentan luego “pues ese es un gilipollas porque me contó un tío que conoció a otro que…”? ¿Qué me estás contando?

DelRoto: Qué el rock and roll de verdad nos salve, no el otro…, que por cierto, cómo mola el gallo que sueltas en la de la Edad Media…

Coppel: Lo hemos grabado en directo, no hubo manera de quitarlo.

DelRoto: Ni falta que hacía, eso se agradece… Hemos empezado a hablar de eso, de ser sincero, esto es lo que es…

Coppel: Yo creo que sí. Ahora cualquier disco está super producido, aunque sea en tu casa con el pro-tools, le meten vientos, una sinfónica y la de dios. Hay discos en directo donde el cantante se hace coros a sí mismo… ¿Pero qué cojones es esto? El mismo Dylan o Neil Young, muchos de sus discos tienen fallos y desafines y son la hostia, y nos emocionan igual. “Visions of Johanna» del Blonde on Blonde a mi me parece lo máximo que he escuchado en mi puta vida, y hay un momento que la banda se equivoca porque hay una estrofa más larga y hacen el cambio pero luego vuelven y lo han dejado tal cual…, pero es tan acojonante cómo están ahí todos a muerte…

DelRoto: Entre tanto pro-tools y tanto devaneo con las nuevas tecnologías y tal, escuchas algo tan crudo que se agradece el doble, el ambiente…

Coppel: Y saber tocar también, eso me parece importante… No es por ser criticón, pero yo ahora veo a chavales en conciertos y digo: “joder estos chavales molan, en unos años pueden…”, y según estoy pensando eso suelta el cantante: “Pues ahora vamos a hacer un tema de nuestro tercer ep, o de nuestro quinto disco…”. Y luego ves que no sabe poner un sol mayor…, quizá exagero pero se entiende…, un poco de humildad joder, aprende a tocar tranquilamente, este es un oficio de largo, de toda la vida, ya grabarás discos… Hay un rollo, y no solo en la música, de pegar el pelotazo en un día, y esto no es eso, esto es un oficio y se aprende como todos, eres un aprendiz y estudias a los maestros y vas poco a poco encontrando tu estilo… creo que Moustaki decía en una entrevista que casi todos los artistas que había conocido en su vida habían necesitado al menos veinte años para desarrollar su movida, su estilo, y es que es así, esto es un oficio…

DelRoto: Luego está el virtuosismo genético-marciano del japonés de siete años que tal, pero es verdad que los terrenales…

Coppel: Pero tampoco porque nadie es virtuoso en un día, es a lo que voy. Si lo que a la peña le cuesta treinta años conseguir a ti te cuesta tres pues claro que eres la hostia. Es ir de la A a la C sin pasar por B, que es lo que dicen de los genios, como Dylan, que a los 23 años ya lo había hecho, aunque claro, eso pasa cada mucho tiempo. Decía Cohen que Dylan es una de esas personas que aparecen en la tierra cada 600 años…

DelRoto: Mientras tanto sigamos emocionándonos y emocionando a la peña…

Coppel: Incluso para eso hace falta trabajo, para sacar lo que uno tiene, siempre se cuelan inseguridades o falsedades, pero vamos, que esto no es ninguna competición, cada uno tiene su historia…

DelRoto: Sus tiempos…

Coppel: Compararte o competir con los demás es un error de base, esto va de ser tú, tu camino, tu movida, tu historia, tus circunstancias, tus problemas. Te morirás aprendiendo…

DelRoto: “Te morirás aprendiendo”…, creo que es una buena sentencia para terminar…

Coppel: Es que es así…, decía Cortazar: “El libro perfecto no lo llegas a escribir porque te morirás antes”. Esto es una búsqueda constante, incluso los grandes absolutos como él nunca están satisfechos…, es así.

coppel cartel

Autor

Autor e intérprete de canciones interesado en todo lo que se mueve alrededor del mundo de la creación artística, con especial devoción por el lenguaje musical, cualquiera que sea su fórmula o dirección. Sensible al cambio y a la tradición a partes iguales, es consciente de los rangos de calidad e importancia social de cada estilo y disciplina. Busca diferenciarse del modelo clásico de periodista especializado para sustituirlo por el de músico infiltrado.

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