Ignacio Vilar: «A esmorga habla sobre personajes a los que le han cerrado sus puertas»

Ignacio Vilar: «A esmorga habla sobre personajes a los que le han cerrado sus puertas»

El éxito de A esmorga, la obra de Eduardo Blanco Amor, en Galicia demuestra que las adaptaciones de obras clásicas de la literatura tienen su público. Ignacio Vilar, director de cintas poco conocidas como Pradolongo y Vilamor, logra captar el espíritu del original gracias a una estupenda dirección de actores y una acertada elección de localizaciones, que coinciden en gran parte con las que describió el escritor orensano. Todo ello para contarnos la historia de tres amigos que se van de juerga en la Galicia en plena dictadura franquista. Los deseos reprimidos y los fantasmas del trío saldrán a la luz en esta última farra. Su realizador nos cuenta cómo ha sido rodar una cinta que ya es un pequeño hito del cine rodado en gallego.

¿Por qué tuviste la osadía de adaptar un clásico de la literatura gallega como A esmorga, la novela escrita por Eduardo Blanco Amor?

Pienso que en Galicia necesitamos lugares comunes. Como toda sociedad, la gente se separa mucho por partidos políticos e intereses. Necesitábamos espacios comunes y los clásicos lo son. En España también lo son. El Quijote es un espacio común de todos. A esmorga es un espacio común impresionante. Para mí es una historia que funciona cinematográficamente. Lo tenía claro desde que la leí de pequeño. Creo que el cine gallego tiene que utilizar los clásicos como lo hacen otras cinematografías. Aún están pendientes de adaptar muchos, como Castelao o Rosalía (de Castro), o incluso novelas actuales, como las de Manuel Rivas. También era un proyecto, pensando como productor, que era muy fácil de financiar.

¿Qué crees que aporta tu versión de A esmorga respecto a la que realizó Gonzalo Suárez con el nombre de Parranda?

Son dos películas que no tienen nada que ver. Yo quería coger A esmorga desde dentro, es decir, desde su espacio, las calles de Orense, que todavía se conservan como cuando el escritor escribió la novela. Prácticamente, el 80 % se conservan. Cogerla desde dentro significaba captar la atmósfera, esa humedad y frío que marca el destino de los personajes. Era difícil conseguirla en cine, porque tienes que rodar en invierno. Nosotros trabajamos diez horas diarias durante los meses de enero, febrero y marzo del año pasado, cuando ocurrieron siete u ocho ciclogénesis . Hacía frío, llovía y nosotros encima incluimos la lluvia de las cisternas de bomberos, mucho más heladora que la natural. Imagínate a los actores, que estuvieron enfermos porque estaban mojados cuatro o cinco horas todos los días y el equipo técnico igual, pero era fundamental para coger desde dentro. Otro aspecto fundamental era el idioma. Sin esos elementos no hay A esmorga. 

A esmorga es una historia de perdedores en una España que está llena de ellos.
A esmorga es una historia que tiene mucho que ver con nuestro presente y con nuestro pasado. Ahora mismo hay mucha gente que se encuentra condenada, porque ya le han cerrado las puertas de antemano. Eso es un problema del sistema y del gobierno. Yo creo que por el hecho de nacer debemos tener todas las puertas abiertas para desarrollarnos como personas. A esmorga tiene que ver mucho con este presente que nos han metido Los gobiernos deberían estar para abrir puertas a todas las personas de un país y no para una minoría, como pretenden muchos. Además, no puedo concebir que se estén cargando una forma de vivir, una enseñanza pública y una sanidad pública. A esmorga tiene mucho que ver con esos personajes a los que le han cerrado sus puertas.

Hablas de un tema como la homosexualidad que casi era un tema tabú para la época. A la vez de manera patente y subterránea.
En la novela de Blanco aparece. Está tratada de manera muy sutil, que yo intenté respetar al máximo. No hacía falta más. Los espectadores nos han transmitido que está muy bien plasmada esa historia de amor, porque es una historia de amor trágica. Me encanta la última escena (Antonio Durán) Morris, donde le cae una lágrima del ojo derecho.

¿Cómo elegiste a tus tres actores protagonistas, especialmente a Karra Elejalde?
Estuve tres meses buscando actores. Yo siempre hago pruebas, sean actores consagrados o no. Las hice a muchos intérpretes gallegos y también en otros sitios de España, además a grandes intérpretes. Lo más difícil no era solo conseguir el actor, sino lograr hacer creíble la relación entre los tres, porque es una película donde los tres personajes aparecen juntos prácticamente toda la película. Eso lo logré con (Antonio Durán) Morris, Karra (Elejalde) y Miguel (de Lira). Respecto a Karra, para mí, La madre muerta, de Juanma Bajo Ulloa, es una de las mejores películas de la historia del cine. El papel de Karra en esa película tiene que ver mucho con El Bocas de A esmorga: es ese animal bestial, pero también es alguien tierno, que se desarma ante una niña que no es humana. Creo que hacerte. En esta película, además, acerté al tirarme al río y romper con mi cinematografía anterior. Eso es difícil, porque lanzarte sin paracaídas es duro. Incluso en el rodaje. Nunca les decía a los actores que teníamos que hacer al día siguiente y yo tampoco lo tenía muy claro. Eduardo ya estaba allí en espíritu, que era lo importante.

¿Por qué crees que has conectado con los gallegos contemporáneos?
Era un espejo de nosotros mismos, porque Eduardo escribió una novela que es el espejo de nosotros mismos. De pronto, verte en la gran pantalla, quedas un poco tocado. Lo que está en la novela y lo hemos logrado en la película es que habla de mucho de nosotros.

¿Crees que el cine gallego está viviendo una particular edad dorada?
Para mí solo hay un cine gallego y es el cine rodado en gallego. Mi primera película la rodé en castellano y forma parte del cine español. No hay ni nuevo ni viejo. Ahora, eso sí, podemos decir que estamos preparados técnicamente y artísticamente como otras cinematografías del mundo para seguir contando nuestras historias y aportar diversidad. No en el sentido de invadir, sino aportar algo de nuestra manera de ser y sentir.

Autor

Julio Vallejo Herán creció queriendo ser un héroe Marvel. Sin embargo, las películas, los libros y la música se cruzaron en su camino y, desde entonces, se fijó como meta escribir de asuntos más o menos culturales. Licenciado en Periodismo y Experto en Comunicación y Arte por la Universidad Complutense de Madrid, ha desarrollado su labor como comunicador y crítico en medios como Televisión Española, Europa Press Televisión, Lainformacion.com, Cine para leer, Tendencias Magazine, AB Magazine, Coveritmedia, Pasionporelcine.es, Freek Magazine, Verano Complutense, Supernovapop.com, Macguffin, Muchoruido.com, Basecine.net, Muzikalia.com, Cine 5 Estrellas (www.cine5x.com), Avant Press, Cinema Ad Hoc y Notasdecine.es.

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