Humanóleo, de Raúl Campoy Guillén

Humanóleo, de Raúl Campoy Guillén

Por Rubén Romero Sánchez

 

«Humanóleo es un óleo de palabras sobre lienzo humano», escribe Raúl Campoy Guillén en la solapa de su libro.

El poeta, en su última y madura entrega, retuerce, estruja, descompone el lenguaje para crear una nueva forma de decir y acercarse, así, a la fusión de la forma y el contenido. Al principio sorprende e incluso asusta, pero una vez familiarizado con el nuevo modo de expresión, con sus repeticiones, sus estructuras gramaticales particulares, sus frecuentes asociaciones de imágenes intercaladas en los poemas, el lector se encuentra ante un libro cuyos textos, como por arte de magia, revelan más de lo que aparentemente dicen, o más concretamente, inoculan su mensaje más allá del significado de las palabras, a través de un idioma nuevo pero re-conocible.

Así, asistimos, paradójicamente debido al cuidado por la forma, al radical ofrecimiento interior de un poeta que celebra la vida, su familia, sus viajes, su condición de padre, a la vez que se interroga acerca del sentido del mundo en el que vivimos, ese mundo cuya injusticia denuncia («Una tierra pararotunda, / sin alhambre, sin ellhambre») para abogar por una concepción panhumana del hombre, más allá de reduccionismos nacionalistas («que la única bandera que nos permite ver / es transparente»).

La infancia como resquicio de libertad, el amor como sostén del mundo, la infinitud como aspiración, son temas que se entrelazan en los versos rotundos de Campoy («… lo me levanto de la cama / descallándome los ojos, / y me digo milmundas veces / y milmundas veces me vivo»). Ecos de Miguel Hernández, de Oliverio Girondo, de Huidobro, de Vallejo, se cuelan entre reflexiones sobre el sentido de la existencia («del destino yo no sé / mas el destino no sabrá de mí») o el llamamiento al lugar primigenio, la naturaleza de la que nacimos y a la que pertenecemos y con la que estamos acabando, cantando a todos los hombres cantándose a sí mismo.

Pero lo mejor, para mí, es la lúdica mirada al mundo infantil, a los niños como portadores de las verdades esenciales y como apuesta nuestra de futuro. Versos hermosos son los que concluyen el poema «Infantilizante»: «Te y  te pido salsaltes una en una tus sonrisas / y en dibujemos nosrostros nuestros, / las o los pintemos azules / para que embolando y envolando / y que para síes siempre vuelen».

Muchas veces, propuestas arriesgadas como esta esconden, tras su radicalidad formal, la profundidad de un charco, pero Raúl investiga desde la humildad y bucea en su interior, atento más a cómo decirse que a cómo será recibido su mensaje, y eso le permite ensayar, probar y, sobre todo, jugar: «delirio del lirio», «… y no até nunca / y sí a té siempre».

Y para acabar, advertencia del autor: «así que no será suficiente tener apertura de mente para llegar a ellos, será necesario tener muy abierta la apertura de mente». Broma, juego, guiño, a la vez que reflexión, profundidad, rotundidad, madurez. Su mejor libro.

Humanóleo, de Raúl Campoy Guillén

Editorial Tigres de Papel, 2016. 78 páginas.

Autor

Rubén Romero Sánchez (Madrid, 1978) es licenciado en Humanidades (2000) y en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (2002), y ha realizado cursos de Doctorado en Literatura Española. Ha publicado los poemarios La Luna lleva tu nombre tatuado (2001), Lo que importa (plaquette, 2002), El mal hombre (2012), Cuando los dioses no existían (plaquette, 2013) e Historia de la locura (2017), además de las novelas La tristeza (2014) y Ayer no fue la vida (2018), y ha sido recogido en diversas antologías de poesía y narrativa, como Vigilia Poética, del Centro de Poesía José Hierro (2003), Breviario de Relatos (2006), Antología del beso (2009), Ida y vuelta (2011) Voces del Extremo (2013) o Antología de poesía Netwriters (2014). Ha participado asimismo en el libro colectivo Vivir el cine: 120 películas que no podrás olvidar (2013), ha dirigido la sección de cine de la web cultural Culturamas, y ha sido presentador de las tertulias de cine de Periodista Digital TV. Escribe, además, en diversos periódicos y revistas sobre literatura, cine y ópera. Ha presentado numerosos actos culturales e impartido conferencias en la Academia de Cine, el Ateneo de Madrid, la Asociación de Escritores Españoles y diversas universidades. Ha sido editor en Ártese quien pueda Ediciones. Su obra ha sido traducida al árabe, ruso y portugués.

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