Por NACHO CABANA.
Nunca pudo Javi Molina imaginar que cantaría la apertura de Venezia sobre el escenario del Liceu barcelonés. Pero ocurrirá el próximo 28 de febrero durante la actuación de Hombres G en el Suite Festival.
David Summers y Rafa Gutiérrez se conocieron haciendo figuración para el programa musical Aplauso. Corría el año del Señor de 1982. David Summers tocaba el clarinete y Rafa Gutiérrez no acababa de sentirse a gusto en Plástico, la banda que había formado junto a Toti Árboles y Eduardo Benavente. En aquel año también se disolvía Tequila, otra banda histórica en la que militaba el hermano de Rafa, Felipe. Los dos hermanos Gutiérrez deciden entonces formar un grupo nuevo y llaman a David para tocar el clarinete. Éste, a su vez, incorpora a dos amigos de la infancia con los que compartía estudios de Imagen en la Facultad de CC. de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Se trataba de Daniel Mezquita Hardy (teclados y guitarra) y Javier Molina (batería). Nacen así Los Residuos que luego pasaron a llamarse La Burguesía Revolucionaria y más tarde, Bonitos Redford.
Hasta que un día ven el clásico de William Keighley Contra el imperio del crimen (1935) cuyo titulo original era G-men abreviatura de “goverment men” es decir, hombres del gobierno. Deciden que ese, al contrario que los anteriores, sería, traducido al español, un buen nombre para una banda de pop.
Así que en 1983, mientras Parálisis Permanente lanza el que sería su último single con Nacidos para dominar en la cara A y Sangre en la B, los Hombres G iluminan el último tramo de esplendor de la movida madrileña con dos discos pequeños: Venezia/Milagro en el Congo y Marta tiene un marcapasos/La cagaste Burt Lancaster. Ya sin Felipe Gutiérrez y con David cantando, en la grabación participarán también Fernando Cabello al saxo y dos amigas del grupo, Eva Dalda y Lydia Iovanne, a los coros.
Tocan en Rock-Ola, graban para Lollypop que no pasa por un buen momento y en 1984 un nuevo sello discográfico, Twins, les ficha y encierra en un estudio con Paco Trinidad a grabar el que sería su primer álbum, Hombres G, que recupera Venezia e incluye Devuélveme a mi chica y una versión de Alice Cooper rebautizada como No lloraré. Con el disco en la calle, el éxito no llega.
Hasta que en 1985, todo se descontrola sin que sepa bien porqué. El álbum alcanza las 400.000 copias vendidas (cuadriplicando las de Radio Futura, por ejemplo) y hacen casi un centenar de conciertos.
De esto hace 30 años en los cuales los Hombres G han sido el mayor éxito del pop en español de la historia. Nadie, con la excepción quizás de Mecano, vendieron tantos discos en nuestro país y Latinoamérica, actuaron ante tanto público y provocaron tantos delirios en sus fans durante tanto tiempo.
En España fueron durante muchos años denostados por pijos mientras en Latinoamérica eran considerados rompedores y atrevidos (en México el estribillo “Sufre mamón” se convirtió en “Sufre, sufré»). Protagonizaron dos películas dirigidas por el padre de David, Manuel Summer, Sufre mamón -1987- (Devuélveme a mi chica en México) y Suéltate el pelo -1988- (“y luego si quieres el sujetador” no fue censurado porque en Latinoamérica a esa prenda íntima femenina se le llama “brassier”) y grabaron siete discos hasta su separación en 1992.
Una década más tarde reaparecen y en 2005 llenan el Santiago Bernabéu, un record que solo Alejandro Sanz había logrado hasta esa fecha. La gira sigue todo el año siguiente.
Su actuación en el templo catalán de la época será, sin duda, algo insólito. Y divertido.