Una tarde lluviosa y gris de enero en Madrid. En la prensa de cine había cierta euforia porque teníamos a Steven Spielberg, Sally Field y Daniel Day-Lewis, en el Circulo de Bellas Artes presentando Lincoln, y a Bradley Cooper en el Santo Mauro para hablar de la película El lado bueno de las cosas, de David Owen Russell, donde da vida a Pat, un hombre que sufre un trastorno bipolar, contado con rigor pero en clave de comedia. Este «Lado bueno de las cosa», nos llega avalado con un Globo de Oro y 8 nominaciones a los Oscar, entre ellas: mejor película, mejor director, y un pleno con la nominación de sus cuatro actores Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver.
Son las dos y media de la tarde y Bradley Cooper lleva atendiendo desde primera hora a la prensa. Todos los profesionales que mueven estas presentaciones no tienen más que buenas palabras para él: correcto, disciplinado, puntual. En el cara a cara, Cooper no defrauda, pero tampoco tiene el poder magnético que tienen otros actores. Cuando contesta a las preguntas te presta toda su atención mirándote directamente a los ojos, y cuando la traductora cumple su función se entretiene dibujando y se quita y se pone una pulcrísima gorra de de beisbol azul marino, al modo de los raperos, que choca con su actitud y su forma de vestir clásica: jersey de pico gris, camisa y el pelo ligeramente engominado. Cuenta con una voz magnífica, que a veces suena como un susurro, y se ayuda levemente con las manos para acentuar alguna respuesta.
¿Qué significa para el actor Bradley Cooper estar nominado, de repente, para los BAFTA, los Premios del Sindicato de Actores y el Oscar?
Me parece increíble, aún no me lo creo, no hace tanto que lo veía como algo que les pasaba a otros y hablaba con compañeros de como debía de ser esa experiencia, del trabajo que significaba llegar a esa situación, y ahora soy yo el que está nominado para esos premios… Y es un honor el estar nominado al Oscar, tener el reconocimiento de la Academia ha sido una grata sorpresa, porque hace tiempo que no se nominaba a una película así para tantos Oscar -Insiste-. Yo aún no me lo creo, pero lo que ha sido una verdadero honor y una oportunidad es el haber podido interpretar un personaje como Pat y trabajar con Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver y con David Owen Russell.
Había otros proyectos antes con David Owen Russell.
Le conocí gracias al guión que escribió de Zombis, que me encantó, y lo que más me gustaba era la escena con la que empezaba la película, nos encantaba a Scarlett Johansson y a mí. La película no se hizo, pero sirvió para que nos conociéramos.
Estoy muy satisfecho de los resultados de El lado bueno de las cosas, es una película que han etiquetado como comedia románica, pero yo no la encasillaría como comedia. Es una película muy difícil de etiquetar, y si la ves te darás cuenta de que no es una comedia. Es una película muy autentica, que al parecerse tanto a la vida real tiene tanto de humor como de drama.
Pat, un hombre que sufre un trastorno bipolar, que tiene que aceptar que le ocurren cosas inentendibles, ¿ha sido difícil de componer?
Lo he trabajado mucho, y quien más me ha ayudado han sido el director y su hijo… he leído mucho sobre los trastornos bipolar y maniaco depresivo, quería ser totalmente Pat.
¿Qué le ha dejado Pat a Bradley?
Me parece una buenísima pregunta, porque gracias a este personaje he aprendido muchísimo…cada día me convertía en él, y de eso no me di cuenta hasta después de terminar el rodaje. Como persona, lo que el personaje me infundió es muchísima positividad y sentir empatía con las personas que tienen enfermedades de ese estilo.
El mayor regalo con que me quedo, por haber interpretado a un personaje así, es la reacción de las personas que sufren enfermedades parecidas. Me sorprendía muchísimo como después de ver la película se acercaban a darme las gracias por haber interpretado a Pat. Cuando yo leí el guión no me di cuenta de esto, y me resulto muy revelador después la reacción de la gente.
Pat, es un personaje querible.
En esta película se ajusta muy bien a lo que es ser bipolar, y no es la forma típica de Hollywood de reflejar en la pantalla a los personajes con enfermedades mentales.
Jacki Weaver hace de madre de Pat y Robert de Niro de su padre, y viéndolo la única que parece estar bien es la madre.
Jacki Weaver y de Niro son totalmente los personajes, parece que no interpretan, son ellos -Al actor es mentar el nombre de Robert de Niro, se dispara y todo son alabanzas para su compañero-. Robert de Niro, me parece un referente para todo. Una de las imágenes que se me vienen a la cabeza y que me parece uno de los momentos más precioso que he visto en una pantalla, es cuando de Niro baila en Despertares nada más salir de la cama. Como actor no tengo sus registros, creo que nadie puede rivalizar con su destreza, y de hecho pocas carreras se acercan a la suya. Ahora mismo el actor mejor considerado es Daniel Day-Lewis, y ha hecho una octava parte de lo que ha hecho él.
Me parece una suerte poderlo considerar un amigo, y me encantaría hacer muchas películas con él, para que veas como es de generoso. Antes de que me dieran el papel de su hijo en Sin límites, me llamó sin conocerme y me dijo que le gustaba lo que yo estaba haciendo. ¡Es fantástico!, se tomó esa molestia sin que me hubieran dado aún el papel.
Al margen de De Niro, para un actor debe de ser una gozada compartir escenas con dos actrices como Jennifer Lawrence y Jacki Weaver.
Disfruto mucho trabajando como actor, la interpretación me lo da todo, desde niño quería ser actor, y es algo que forma parte de mi. Robert de Niro –vuelve a su referente-, decía que interpretando podías vivir muchas vidas, y colocarte en muchas situaciones sin tener la necesidad de pagar ningún precio por ello.
Supe que quería ser actor desde pequeño, me gusta mucho observar a la gente y contar sus historias… y lo que me gustaría a medio plazo es dirigir. Siempre he querido dirigir. Hay dos cosas que han determinado mi vocación, en el caso se ser actor fue el papel de El hombre y elefante, que siempre me ha encantado, y en la de ser director ha sido el cine de David Linch, que siempre me ha impresionado mucho.
El éxito y los premios pueden ayudar para que se cumpla el deseo de dirigir.
No sé, la nominación al Oscar no creo que me vaya a abrir ninguna puerta para dirigir, y si no lo he hecho todavía es porque no he tenido la oportunidad, pero hay gente que cree en mi, tengo suerte en eso. Mi interés por dirigir me ha llevado a ser productor ejecutivo, como lo he sido en esta película. Me gusta colaborar con el director siempre. Así, consigo que los directores no me vean sólo como un actor, sino que vean que lo que más me interesa es la historia y que funcione.
Hay algún tema en especial que sea el aliciente para debutar como director
No, sobre con qué debutaré como director la verdad es que aún no lo sé. Tengo unas cuantas historias con un amigo, pero en concreto no hay nada aún.
¿Y como actor?
Están pendientes de estreno The place beyond the pines (2012), dirigida por Derek Cianfrance, es el mejor papel que ha hecho hasta ahora, y Eva Mendes está formidable, y con esta película se juega con la forma de hacer películas, va a sorprender. Resacón 3 se estrena el 3 de mayo, la hemos hecho los mismos actotres: Zach Galifianakis, Ed Helms y Mike Tyson, y en esta entrega no hay ni lagunas, ni noches negras que no podamos recordar. Ahora voy a rodar con Susanne Bier, Serena, que está ambientada en 1999 y se rueda en Carolina del Norte. Es un drama bastante oscuro, ya lo verás, y después vuelvo a rodar con David Owen Russell una película que es bastante loca… y después me voy a tomar cinco meses de descanso hasta octubre que…
Es apabullante oír la agenda de un actor como Bradley Cooper contada por él mismo, al salir del Santo Mauro la tarde sigue igual de gris y salgo con la impresión de que Cooper, que acaba de cumplir 38 años el 5 de enero, descendiente de irlandeses por parte de padre e italianos por parte de madre, aunque no gane el Oscar está saboreando el “Lado bueno de las cosas”.