En la imagen Nacho Sánchez e Isabel Ordaz, He nacido para verte sonreír de Santiago Loza. Foto Sergio Parra
Por Luis Muñoz Díez
He nacido para verte sonreír de Santiago Loza, está dirigida por Pablo Messiez. El autor argentino es un cineasta y un dramaturgo muy reconocido. Su trabajo para el Cine se ha mostrado en los más prestigiosos festivales europeos, pero He nacido para verte sonreír es la primera obra teatral que estrena en España.
He nacido para verte sonreír, es la historia de amor y frustración de Miriam y su hijo. A veces creemos que el nacimiento de un hijo es una otra oportunidad que nos proporciona la vida, dado que esa criatura lleva nuestra sangre, con él, podremos escribir la historia en limpio que nosotros vivimos en borrador. Un potencial infinito, al que se podrá custodiar para que no sufra, y sobre todo prevenirle de los contratiempos que han lastraron nuestra vida.
Está claro que en la creencia anterior no hay nada cierto, no tenemos potestad para amasar la felicidad ni la fortaleza de nadie, y tampoco la de un hijo.
Santiago Loza, nos presenta la vivencia personal de una madre, que trata de buscar razones a lo que no alcanza a entender, y como lo que no alcanza a entender es la locura de su hijo, la obra adquiere un valor universal.
Miriam es una mujer clasista, que piensa que ella no ha nacido, ni soportaría pasar hambre, que no siente empatía alguna por el prójimo, y cree que la clase trabadora ha nacido dotada de una fuerza física, que ella ni tiene, ni precisa dada su posición, una mujer sexualmente reprimida, que se violenta hasta el sonrojo, ante la visión de un colchón desnudo.
Lo anterior nos lo confiesa ella misma, en un monólogo en el que busca desesperadamente asirse a algo como referencia, para delimitar la fina línea que separa la lucidez de la locura. En su monólogo es honesta con ella misma, consciente de que sus pensamientos, a veces, pertenecen al mundo de ese Dios desconocido que despoja a la existencia de sentido, y en determinado momento aconseja a su hijo, que hay cosas que se pueden pensar, pero no todo el rato como hace él.
Pablo Messiez es muy respetuoso con el estupendo texto de Loza, y lo presenta de una forma naturalista, en el espacio de una cocina, que ahí es donde libra su dura lucha esta mujer, en las horas previas al ingreso de su hijo en un hospital psiquiátrico, para mí es un acierto ese tratamiento, porque cualquier tentación de trascenderlo a un simbolismo lírico, le restaría emoción dolorosa a un drama real sin redención, que es donde reside la grandeza de la pieza.
La actriz Isabel Ordaz interpreta a Miriam, la madre, y el actor Nacho Sánchez al hijo. Miriam habla durante toda la función, justifica su vida y la necesidad del ingreso. La actriz modula con pericia los tonos y los tiempos de un texto tan rico como bien construido. Nacho recibe sus palabras, aparentemente ajeno a lo que oye, pero su personaje tiene una evolución constante durante toda la obra, que el actor articula con un trabajo gestual excelente.
La labor de Isabel Ordaz y Nacho Sánchez es primorosa, como lo son, la escenografía y el vestuario de Elisa Sanz, la iluminación de Paloma Parra, y el diseño de sonido de Nicolás Rodríguez, para eso es preciso que la mimbrería la haya tejido con el buen pulso un director como Pablo Messiez.
He nacido para verte sonreír de Santiago Loza, se estrenó el 1 de marzo de 2017 en el Teatro de la Abadía -Madrid-, más información sobre fechas y horarios aquí.
*El autor de fotos es Sergio Parra