En la imagen los actores Ángela Boix, Francesco Carril, creadores junto a Juan Ollero, de Hacer el Amor. Foto Danilo Morini.
Aquí estoy, pues, en medio del camino,
intentando aprender a utilizar las palabras;
y es cada intento un comienzo totalmente nuevo
y un fracaso de orden completamente distinto
porque sólo se aprende a dominar las palabras
para decir lo que uno ya no quiere decir
o para decirlo como a uno ya no le gustaría decirlo.
Así cada empresa es comenzar de nuevo.
Por Luis Muñoz Díez
La función Hacer el Amor, es un trabajo firmado por Ángela Boix, Francesco Carril y Juan Ollero. Si hablo de función y no de obra, es porque tengo en cuenta lo que sus creadores avisan en el programa de mano: “Nada de lo que va a pasar hoy está pensado o decidido previamente, no hay nada escrito. Tenemos unas cuantas premisas y ciertos pactos”
Aunque la obra está firmada a tres, de la dirección se encarga Juan Ollero, y en el escenario están durante toda la función Ángela Boix y Francesco Carril. Se mueven por suelo blanco que ocupa todo el espacio escénico, y marca los momentos en que los actores traspasan la cuarta pared para solicitar algo público.
La función está tallada en humo, como lo están todas las relaciones amorosas, que son únicas y personales. Él, un actor encantado de encantar, ella una mujer inteligente y sensible que le fatiga a veces el afán de novedad que busca su pareja.
Un logro de la función es como está fusionada la atemporalidad de recuerdos de la pareja, y refleja con un tono preciso la actitud de los enamorados, que va de la total entrega a suscitar miedo la violencia del otro, en una gama de grises muy rica, en que pone de manifiesto la realidad de que nada es blanco o negro.
Las citas literarias y cinematográficas sirven como símil o vara de medir el tema permanente de la obra, que no es otro que el amor. El amor, a veces se le quiere intelectualizar, cuando es un hecho espontaneo que no atiende a razón alguna, por lo que algunos califican como una simple obsesión obsesiva transitoria.
Hacer el amor, pone foco y observa a tiempo completo el momento en que se encuentra el amor de Ángela y Francesco. Una pareja que resulta atractiva por lo atractivos que son los actores que les prestan voz y gesto: Ángela Boix y Francesco Carril. Si en el programa de mano precisan que cada función puede ser diferente, lo que variaría en su totalidad la función, es que lo dicho por Boix y Carril, no se dijera con su voz y su timbre.
La obra interesa si consigues establecer alguna empatía con sus protagonistas, o te puede dejar frío si esa energía no fluye. Se trata de un trabajo en que el espectador ha de poner de su parte, y no su voluntad, si no una sensibilidad parecida. Es una propuesta muy particular, por lo que puede gustar o dejar indiferente. Un trabajo más sutil que preciso, porque insinúa y ahonda en ese estado de permanente adolescencia, que nos avoca el amor.
Dado el carácter creacional de cada función, es difícil precisar donde llega la dramaturgia preconcebida, y donde comienza la que crea la inspiración del momento. Igual que es difícil precisar donde llega el trabajo de Juan Ollero y donde comienza el de Ángela Boix y Francesco Carril, que suben y bajan los escalones del amor con acierto, por lo que el reconocimiento es justo reconocérselo a los tres.

En la imagen los actores Ángela Boix y Francesco Carril, creadores junto a Juan Ollero, de Hacer el amor. Foto Danilo Moroni.
Título Hacer el amor Creación Ángela Boix, Francesco Carril y Juan Ollero En escena: Ángela Boix y Francesco Carril Dirección: Juan Ollero Diseño de iluminación: Lola Barroso Fotografía: Danilo Moroni Diseño gráfico: Ceci Gómez
Hacer el amor se estrenó el 6 de noviembre de 2019 en la Sala Teatro La Cuarta Pared de Madrid, más información de fechas horarios y compra de entradas aquí.