GRRRL!, es una producción del Centro Dramático Nacional, escrita por Sara García Pereda, y dirigida por la autora junto a Xus de la Cruz, en la imagen las actrices Carmen Díaz, Alba Recondo, Eva Santolaria, Paula Mira, Silvana Navas y Esperanza Elipe Foto © Bárbara Sánchez Palomero
Por Luis Muñoz Díez
GRRRL!, escrito por Sara García Pereda y dirigido por la autora junto a Xus de la Cruz, es un espectáculo que se nos presenta con la agilidad del circo y el ritmo de un desfile de samba. En él se nos advierte de que el título no es una palabra, sino un rugido femenino que proclama: hasta aquí hemos llegado. Con ironía, se toma el pulso y se hace balance de cómo avanza la reivindicación femenina, de lo mucho que aún queda por hacer y de lo que ya se puede declinar en pretérito perfecto.
Más allá de una reivindicación, se trata de una afirmación. Un esto es así: somos libres para gozar de nuestro cuerpo, decidir sobre la procreación y, en lo laboral —con muchos peros—, vamos avanzando. En la relación de pareja, el tema es más complejo: entran en juego los afectos, tan proclives al chantaje. Habrá que trabajarlo mucho más para que el varón no se incomode por ser el señor de.
Eva Santolaria, Esperanza Elipe la presidenta-, Silvana Navas -la disidente- y Alba Recondo. El jurado que se auto censura. GRRRL!. Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Sara García Pereda para avalar su rugido, nos presenta 13 historias enlazadas como los dragones articulados que desfilan en las celebraciones chinas. Abre el espectáculo con una sobre “la autocensura” —sin duda, la peor de todas—, que ejerce el jurado de un premio literario formado por mujeres cuando, al abrir las «plicas», descubren que los cuatro finalistas tienen nombre de mujer. La presidenta, muy diplomática, decide abrir la siguiente «plica» y, si es de un varón, cambiar a una de las cuatro seleccionadas. Una disidente amenaza con dimitir si eso ocurre; las demás se tragan el sapo e incluyen al varón.
La función está llena de detalles de fino humor, como cuando dos ejecutivos comen con su jefa y dan por hecho lo que se ha de comer y beber sin consultarla, o la sumisión tontorrona de un empleado con su inmediato superior, mientras la auténtica jefa está sentada a la mesa.
David Castillo -con sonrisa tontorrona de peloteo ante -Raúl Fernández de Pablo, ignorando a La jefa -Esperanza Elipe-. GRRRL! Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
También se marcan diferencias de carácter en los mínimos detalles, como en la hilarante escena en la que una ejecutiva cubre la tapa del váter con papel higiénico antes de sentarse, con cortes justos y medidos. Luego, se pone a llorar de forma sonora, mientras en el servicio contiguo entra una compañera de empresa, que, con disposición resuelta, le pregunta qué ocurre y si puede ayudar. Mientras revisa el teléfono, sujeta el bolso, se sienta sin ningún miramiento y, después, tira del rollo de papel sin mesura. Los portarrollos son dos caballeros muy serios.
La ejecutiva que mira por el gasto de papel higiénico -Eva Santolaria- GRRRL! Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Una de mis escenas favoritas es la coreografía en la que varias mujeres, cuchillo de descuartizar en mano, explican sin omitir detalles cómo aprendieron a despiezar cadáveres de animales. No tuvieron que explicárselo dos veces. Justo antes de enfrentarse a un ginecólogo que duda sobre qué hacer con sus úteros —que duelen—, el médico aboga por evitar extraerlos para preservar la posibilidad de tener hijos; ellas, en cambio, por la eliminación del dolor.
Un careo entre la jefa de estudios -Esperanza Elipe- y la madre de la niña en lucha -Silvana Navas-, dos pesos pesados sobre un escenario.
En otra se juega con la lucha reivindicativa cuerpo a cuerpo y el terror psicológico: una niña organiza una sentada en el colegio para pedir más espacio para las niñas y reducir el campo de fútbol reglamentario. Ante la falta de respuesta, ha empezado a morder, arrancando jirones de carne a quienes se oponen. Con ellos, confecciona un collage que representa un monstruo que tomará vida cuando tenga suficiente carne y hará justicia con los niños, sembrando el pánico entre docentes y padres. La madre de la niña asegura que no va a tomar medidas para reprimir un acto de protesta al que su hija tiene derecho, ante una jefa de estudios temblorosa.
Los hombres, representados por los actores Raúl Fernández de Pablo y David Castillo, son novios, maridos o amantes que quieren hacerlo bien, pero, directamente, no saben. Tienen sus momentos, como en la cena, en la que ejercen la camaradería entre hombres dándose sonoras palmadas en la espalda, se les cae la baba ante la aprobación del jefe.
La Jefa -Esperanza Elipe-, se marca un baile ante sus subordinados -David Castillo- y Fernández de Pablo, que no se enteran quién manda. GRRRL! Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
En otra escena, dos hombres quedan atrapados en un atasco porque una señora mayor quiere completar el maratón, aunque ya hayan retirado la meta. La señora saluda y sonríe sin atender a sus comentarios despectivos. Entre ellos, se manifiestan opiniones encontradas y discuten porque a uno no le gusta la novia del otro, a quien llama calzonazos por hacer lo que ella dice. El amigo le responde que su novia tampoco le soporta y que le parece un mandril vociferante olisqueando por aquí y por allá con el fin de aparearse. En esa parte, él está de acuerdo. Tras un enconado enfrentamiento con amenaza de bajarse del coche, el novio indignado, el más tradicional, reconduce la discusión: ¿Cómo vas a renunciar a ver una final en el estadio, con una cerveza en la mano, por una discusión causada por lo que opine tu novia… una mujer, al fin?
Las actrices Silvana Navas, Esperanza Elipe, Carmen Díaz y Paula Mira. GRRRL! Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
El elenco está formado por dos actores excelentes David Castillo y Raúl Fernández de Pablo a los que no les importa parodiar su sexo porque no se sienten identificados con posturas arcaicas, como un alto porcentaje del personal masculino, aunque en algunos momentos el inconsciente colectivo les juegue malas pasadas.
Xus de la Cruz y Sara García Pereda como directoras se han rodeado de un equipo de profesionales que han conjugado de manera redonda el resultado final: la escenografía de Alessio Meloni, iluminada por Rubén Martín, el vestuario de Pier Paolo Álvaro y Roger Portal. La música y el espacio sonoro de Carlos Bonito son protagonistas.
Raul Fernández de Pablo, el novio que lo quiere hacer bien pero no sabe, y ella -Eva Santolaria-GRRRL! Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Las actrices y actores mencionados son oro molido, con una vitalidad y una fuerza que valen más que toneladas de escritos reivindicativos. Carmen Díaz, Esperanza Elipe, Paula Mira, Silvana Navas, Alba Recondo y Eva Santolaria dan vida a todos los personajes que Sara García Pereda ha sabido dotar de voz propia, sin repetir patrones, exorcizando el manido comentario de que todas las mujeres son iguales.
Sería injusto destacar un trabajo sobre otro, pero también lo es no incidir en determinadas interpretaciones que son de nota. Tengo mis filias particulares y, en este caso, ninguna fobia: absolutamente todos realizan un trabajo riguroso.
El padre -Raul Fernández de Pablo-, el hijo -David Castillo-, y la sobrina -Paula Mira-, el día que se dio cuenta de que animal era su tío. Ella y su primo meras víctimas. GRRRL! Foto ©BSP. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
La coherente hilaridad del texto, entretejido con destreza, hace que se pase de una historia a otra sin sentirlo. El eficaz trabajo escénico permite no perder el hilo en una representación de dos horas que trata un tema tan importante como delicado con verdadero talento. El público en general, y los chicos en particular, reciben el mensaje entre la risa y la carcajada. La autora ha sabido poner en práctica la máxima: Si quieres hablar de algo realmente serio, lo mejor es que lo hagas en tono de comedia, porque así entra mejor, se queda y lo dicho, queda dicho.
El gran acierto de la pieza, para mí, está en haber dibujado un abanico de personajes femeninos con una energía ascendente, sin repetir lo que todos ya sabemos: que el machismo ha perjudicado a hombres y mujeres, con la diferencia de que los primeros paliaban sus carencias a golpes. Nadie en su sano juicio puede estar de acuerdo con eso.
Tampoco en la función de Sara García Pereda se sataniza al macho, porque eso sería otorgarle un poder que no tiene. El acierto está en mostrar al género masculino tal y como es hoy en día: desprevenido ante el empuje y tesón femenino. Porque las chicas ya no son como sus madres. Y ellas, tampoco como sus abuelas. Aunque algunas de ellas quemaran sus sujetadores llevados por la corriente de igualdad del mayo francés del 68.
GRRRL!, está programada del 24 de enero al 2 de marzo de 2025 en la Sala de la Princesa, del Teatro María Guerrero del Centro Dramático Nacional, de martes a domingo a las 18| Duración 2 h aprox. más información AQUÍ
Texto: Sara García Pereda
Dirección: Xus de la Cruz y Sara García Pereda
Reparto
David Castillo, Carmen Díaz, Esperanza Elipe, Raúl Fernández de Pablo, Paula Mira, Silvana Navas, Alba Recondo y Eva Santolaria
Escenografía: Alessio Meloni Iluminación: Rubén Martín Vestuario: Pier Paolo Álvaro y Roger Portal Música y espacio sonoro: Carlos Bonito Vídeo: Joan Rodón y Emilio Valenzuela Movimiento: Xus de la Cruz Ayudante de dirección: Leonora Lax Ayudante de escenografía, vestuario y caracterización: Olalla Prado Diseño de cartel: Emilio Lorente Fotografía y tráiler: Bárbara Sánchez Palomero
Producción: Centro Dramático Nacional