La mesa de trabajo de la panadería de Fumarolas, donde trabajan codo con codo Mikel, Román y Maca, es una imagen muy significativa, de los restos del naufragio en lo general y en lo particular.
«La erosión es un fenómeno continuo y general que se ejerce sobre todo lo que rebasa el nivel del mar y no cesa más que cuando se halla reducido a cero. La erosión ha hecho desaparecer montañas enteras, continentes enteros desmenuzados en diminutos fragmentos«
Por Luis Muñoz Díez
«Mikel mirando hacia arriba, como los que cavan en busca de un tesoro«, de alguna manera este pie de la foto de la cabecera, es una observación válida para definir el empeño de entender el planeta que habitamos. En un tiempo fugaz como es nuestra vida, incomparable con el que dispone él, en su juego de deconstrucción y construcción, sabiendo de antemano su poder, que con tiempo suficiente nada en su lugar permanece.
Fumarolas es una toma de temperatura del trabajo de creación colectiva, que ha dirigido Macarena Regueiro, por el que han pasado o están, los estupendo actores Román Méndez Hevia y Mikel Aróstegui, la ayudante de dirección Gadea Barceló, lo magos de la plástica escénica, y el espacio sonoro Antiel Jiménez y Carlos Gorbe, el actor con el que pude disfrutar de su trabajo Mario Alonso y Mateu Bosch, la labor imprescindible de Sara Núñez de Arenas. El colectivo ha contado con dos asistencias, una de dramaturgia realizada por Soraya García, y la otra geología, ejercida por Manuel Regueiro.
Fumarolas como representación teatral, en principio nos informa. Maca, Román y Mikel entrelazados en sus diálogos, nos ofrecen unos conocimientos ecológicos fundamentales para entender este trabajo. Sentando una base científica, establecen un paralelo de observación metafórica, por la abismal diferencia, de la corriente interior de la entraña de la tierra, con las fallas y movimientos internos que nos llevan a los simples mortales, a comportarnos de determinada manera.
«Una fumarola es una emanación gaseosa bastante tranquila y regular que emerge de las grietas o agujeros agrupados en zonas volcánicas»
El trabajo es sugerente y ambicioso. Un trabajo que no cesará hasta que los compromisos profesionales de los componentes del colectivo, los separen de la investigación.
La creación se materializa con la historia de dos hermanos Maca y Román que, con Mikel el amor de Maca, se hacen cargo de una panadería, después del fallecimiento de su madre.
Una mujer que por lo que se escucha no fue dichosa, sus hijos recuerdan como un mantra repetido por su madre “No sabes lo que llevo por dentro”. Su padre geólogo, ignoró el temblor de su madre, pero les enseñó, valga la paradoja, lo nada que conocemos del planeta que pisamos. Ocupados en empeños nimios, vivimos ajenos a su latir interior que gozamos o padecemos, ignorando sus códigos, tanto como los del cuerpo que habitamos.
Los actores nos reciben en el escenario. El indicador de que se ha iniciado la obra, es con una proyección sugerente que nos recuerda que existe el exterior. La primera vez que vemos a los actores en movimiento es para realizar una performance bien medida, en que en un rito de epatar a las capas de la tierra que nos separan del núcleo, van despojándose prendas superpuestas en un juego que parece no tener fin. En un doble sentido de metáfora y sorpresa, de que aún hay más, y más, y marca la diferencia de tejidos y texturas, lo que en una capa era lana, en la siguiente es lentejuela, la siguiente piel, lona, pana, tul…
Un logro del montaje, es el trabajo en cadena en la mesa de la panadería, significando como el tiempo no se detiene jamás, y cómo imitamos a la naturaleza trabajando con el mismo rigor de repeticiones, como se cristaliza la piedra sistemáticamente de una forma determinada.
La mesa de trabajo de la panadería es también donde se suscita la fricción de las relaciones cotidianas, detonante del movimiento que nos conduce y condiciona en acto consiguiente. Maca detona el movimiento con la repetición de su nombre, buscando confrontación de opiniones con su hermano Román, cuando él no quiere “ruidos”, o iniciando una conversación cuando su hermano y su amor, quieren silencio.
A la pareja de Maca lo llamo «amor», porque Maca ama a Mikel de una forma infinita, tan solo precisa de la contemplación del amado, para sentirse plenamente feliz, como el que nunca se cansa de mirar la evolución del mar.
Aunque la obra tiene varios elencos con actores masculino en el estreno de Nave73, Macarena Regueiro se hacía cargo del papel de Maca, figura también en el programa de mano como dramaturga y directora de la función. La actriz tiene una voz muy hermosa, cuando aborda lo lírico, y con igual destreza la maneja para mostrar desesperación, hartura o impotencia.
Mario Alonso es el hermano de Maca, es un actor sólido, como lo es el pragmático Román, su personaje. No quiere cerrar la panadería familiar, porque cree que si lo hace acabará de borrar el fugaz paso de sus padres sobre la tierra, a pesar del zarandeo de Maca, sus últimas palabras son: “Hay que pintar las paredes de blanco” abriendo la posibilidad de continuidad, o marcando el momento de poner el marcador a cero.
A la pareja de Maca lo llamo «amor», porque Maca ama a Mikel de una forma infinita, tan solo precisa de la contemplación del amado, para sentirse plenamente feliz
Mikel Aróstegui es Mikel, el «amor» de Maca, quiere hacer un pan con sorpresa, pero duda que poner dentro. Al final encuentra la solución en dejar un hueco para que cada uno elija su sorpresa, y el pero de Román que le avisa, que un pan hueco no se sujetaría. El actor posee la fortaleza y la naturalidad de la tierra. Encarna con solida humanidad al Mikel, en que se ancla Maca, no para permanecer, si no, para emprender su vuelo.
La interrelación en la interpretación de Macarena Regueiro, Mario Alonso, y Mikel Aróstegui, funciona de maravilla. La función gira sobre un palpito inabarcable, pero nos la entregan un trabajo con una información completa y valiosa, para que cada espectador la reciba en la medida que de lo que a él le suscite.
No olvidemos que la vida es un paso fugaz por un terreno minado, entre dos nadas.
Fumarolas estará en cartel a partir del día 8 de enero 2021, todos los viernes y sábados del mes en Nave73, -Madrid-, más información de fechas horarios y compra de entradas pinchando aquí.
Dirección y dramaturgia Macarena Regueiro Ayudante de dirección Gadea Barceló Producción Sara Núñez de Arenas Reparto Mikel Aróstegui, Mario Alonso, Mateu Bosch, y Macarena Regueiro Asistente de dramaturgia Soraya García Asistente geología Manuel Regueiro Plástica escénica Antiel Jiménez Espacio sonoro Carlos Gorbe Audiovisuales Mikel Aróstegui Ayudante de producción Felipe de Grecia RRSS Elena Pan Cartel LAFACTORIADEHIELO Una producción de LA CONOCIDA Producciones RESIDENCIA en Estudio Work in Progress