Por Luis Muñoz Díez
Flor de Pascua, es una obra dramática en clave de thriller de María Montenegro, una pieza que parece escrita en otro tiempo, en que los dramaturgos azuzaban a reflexionar al espectador con una escritura de exposición sin conclusión, en forma de espiral, sin acabar de cerrar nunca el sentido de los parlamentos, mecidos entre lo real y lo simbólico.
La institución por excelencia es la familia, y ella es el decorado perfecto para escenificar la ternura o la crueldad, sin necesidad de prescindir de ninguna de los palos, porque para el guiso de las relaciones familiares, valen todos los ingredientes.
Montenegro nos presenta a un padre, una madre, un hijo ausente y otro presente, el padre es áspero y autoritario, la madre aparentemente demente, del hijo ausente durante la representación sabremos que tenía una minusvalía y que era inteligente, del que queda, que atesora la herencia vital del fracaso de sus progenitores.
La pieza es opaca, como apuntaba más arriba, parece pertenecer a un tiempo en que la alienación individual o familiar, servía para hacer símiles de poder o políticos, que no se podían exponer de una forma abierta.
La autora con Claudia Coelho firman la dirección, han experimentado con tiempos y efectos, logrando crear una atmósfera adecuada, para recrear este especial día de la Marmota en que viven los tres personajes, cuidando los detalles de un trabajo que se nota muy elaborado.
Texto y dirección requieren de los actores un trabajo muy prolijo en matices, y los tres actores están creíbles con momentos brillantes en este arriesgado ejercicio entra lo real y lo imaginario.
Flor de pascua es una buena oportunidad para disfrutar de la calidad interpretativa de Cristina Juan, Manuel Brun y David Sánchez.
Título Flor de Pascua Dramaturgia María Montenegro Dirección Claudia Coelho y María Montenegro. Intérpretes Cristina Juan, Manuel Brun y David Sánchez.
Estrenada en la Sala TÚ, -Madrid-, más información de fechas y horarios aquí