Festival de Cinema d’Autor de Barcelona 2013. 3ª crónica. Segundas oportunidades.

Festival de Cinema d’Autor de Barcelona 2013. 3ª crónica. Segundas oportunidades.

En 1994 acudí a ver, alentado por las buenas críticas y un sentido del deber cinéfilo que a veces me juega malas pasadas, A través de los olivos (1994), el largometraje que dio fama mundial a Abbas Kiarostami provocando el estreno en salas de buena parte de su producción posterior. Mi irritación ante la película crecía según avanzaba la proyección y a la salida juré que nunca volvería a ver un trabajo de este individuo.

Han pasado casi dos décadas en las que me he mantenido fiel a mi juramento aunque hace dos años estuve tentado de darle una nueva oportunidad y, animado por la presencia de Juliette Binoche en el reparto, compré en un puesto de El Chopo (la mejor videoteca del mundo, cada sábado en el DF) un DVD pirata de Copia certificada (2010)  (eso es ser consecuente con el título de la película) La película estuvo tiempo desafiándome desde su estante, pero siempre había algo más interesante que meter en el DVD así que nunca la vi.

Como anuncié en el primero de mis artículos sobre el D´A 2013, el traslado de Kiarostami a Japón despertó mi curiosidad y ayer noche fui infiel a mí mismo y me metí a ver  en el incomodísimo teatro del CCCB, el último largo del genio iraní que cada año da clases en Murcia.

Error.

Like someone in love, Abbas Kiarostami

Like someone in love, Abbas Kiarostami

Aunque los que me leen habitualmente lo saben, no soy uno de esos espectadores que sólo disfrutan con el cine narrativo. El sol del membrillo (1992) de Víctor Erice, Los pasos dobles (2011) de Isaki Lacuesta o Batalla en el cielo (2005) de Carlos Reygadas, por ejemplo, son películas que me emocionan y admiro por motivos muy diferentes a los que me hacen visionar las cinco temporadas de Breaking Bad (2008-2013) de Vince Gilligam en apenas dos meses. Lo que no soporto es a los cineastas que parten de un argumento tópico y sentimentaloide para montar un discurso audiovisual en donde el guión no es más que una sucesión de diálogos en los que el Kiarostami guionista hace decir a los personajes lo que le da la gana en cada momento (¿que hace falta hablar, por ejemplo, del pasado del anciano protagonista? Pues que una vecina asome la cabeza por la ventana,  y largue todo lo que al escritor se le antoje y a seguir) mientras que la realización no pasa de ser una sucesión de planos fijos de los que sólo salvaría los encuadres con las luces de neón reflejadas en los cristales del coche (por otro lado, nada que no hiciera, por ejemplo, Isabel Coixet en Mapas de los sonidos de Tokyo -2009- )

Like someone in love, parte de una situación absurda (un abuelito entrañable contrata a una prostituta, la chica llega a la casa, el ancianito le prepara la cena, la muchacha se va a dormir sin probar bocado y al día siguiente él la ayuda a ella con un novio supermalo como si de su nieta se tratase) para articular un deambular por la capital nipona convertida definitivamente en el escenario perfecto para autores internacionales sin nada que contar. No se trata de una película críptica o difícil; tampoco de una película lenta o que requiera de una participación por parte del espectador. Es, simplemente, el trabajo de un pelmazo sin causa.

Tiny furniture de Lena Dunham

Tiny furniture de Lena Dunham

Al lado de Like someone in love, Tiny furniture de Lena Dunham es un prodigio de guión, dirección de actores y realización aunque no sea en realidad más que una puesta al día de la comedia indie neoyorquina de toda la vida. No me ha enganchado la serie Girls (2012-2013) , su actualización de Sexo en Nueva York (1998-2004) de Darren Star y Michael Patrick King  sustituyendo glamour por realismo y bajando la edad de las protagonistas (lo que vuelve a hacer más o menos escandalosas las secuencias eróticas) me parece demasiado obvia y recurrir a una trama de ETS en el tercer episodio de la primera temporada denota un mal diseño de personajes y mapa de tramas. Pero hay que reconocer que esta Tiny furniture, tiene (como Frances Ha (2012) de Noah Baumbach con la que conformaría el perfecto programa doble) tono, personalidad y ritmo.

La clave de que el segundo largo de Lena Dunham funcione tan bien es la, al menos aparente, falta de complejos de su joven guionista y directora (lo dirigió cuando sólo tenía veinticuatro años, es decir antes de la serie que la catapultó a la fama) a la hora de mostrar su origen social (clase alta neoyorquina de artistas) y un físico alejado de las medidas que marcan los cánones de belleza. En un momento de la película, Dunham se graba a sí misma contando lo que quiere hacer en la vida (la peli cuenta su regreso a la casa de su madre en NYC tras haber acabado la carrera en Ohio) y acaba diciendo: “Sólo quiero hacer películas pequeñas en las que salga yo”.

Y eso es lo que hace y eso es lo que le ha llevado al éxito.

Creo que voy a tener que darle otra oportunidad a su serie.

Autor

Escritor y guionista profesional desde 1993. Ha trabajado en éxitos televisivos como COLEGIO MAYOR, MÉDICO DE FAMILIA, COMPAÑEROS, POLICÍAS EN EL CORAZÓN DE LA CALLE, SIMULADORES, SMS y así hasta sumar más de 300 guiones. Así mismo ha escrito los largometrajes de ficción NO DEBES ESTAR AQUÍ (2002) de Jacobo Rispa, y PROYECTO DOS (2008) de Guillermo Groizard. Ha dirigido y producido el documental TRES CAÍDAS / LOCO FIGHTERS (2006) presentado en los festivales de Sitges, DocumentaMadrid, Fantasia Montreal, Cancún y exhibido en la Casa de América de Madrid. Ganó el premio Ciudad de Irún de cuento en castellano en 1993 con LOS QUE COMEN SOPA, el mismo premio de novela en castellano en el año 2003 con MOMENTOS ROBADOS y el L´H Confidencial de novela negra en 2014 con LA CHICA QUE LLEVABA UNA PISTOLA EN EL TANGA publicada por Roca Editorial. Acaba de publicar en México su nueva novela VERANO DE KALASHNIKOVS (Harper Collins). Su nueva serie, MATADERO, este año en Antena 3 y Amazon Prime.

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