Selección de programas dobles en el dobles en el Festival de Cine de Autor de Barcelona 2013, a partir del viernes 26 de abril en que comienzan sus proyecciones públicas.
El Festival de cine de autor de Barcelona llega a su tercera edición no sólo consolidado sino con todo a su favor para superar el éxito de público de su anterior edición. Hay mucha expectación en una ciudad a la que no le faltan muestras y certámenes cinematográficos pero en la que el D´A parece haber conseguido erigirse en el más amplio y ambicioso de todos. Y lo ha hecho como lo hacen las propuestas destinadas a durar en el tiempo, es decir, con rigor y seriedad, construyendo su programación desde el amor al cine y no a la alfombra roja.
Lamentablemente, puede no estar lejos el día en que la única forma de ver en pantalla grande un cine no producido por Hollywood sea en este tipo de eventos.
Para no perdernos, ahí va una selección diaria de programas dobles (esto no es Sitges, más de dos pelis de autor por día es suficiente y un error puede ser mortal)
Hoy viernes yo apostaría por Boys eating the bird´s food de Ektoras Lygizos
porque tiene un título sugerente y porque es griega, cinematografía que ha recuperado el absurdo como expresión de su crisis económica y social.
Tampoco hay que perderse Mai Morire, la historia de una mujer que regresa a la casa familiar para cuidar de su madre enferma. Una sinopsis poco atrayente, en efecto, si no fuera porque se trata del segundo largo de Enrique Rivero que con Parque Vía (2008) se alineó con otros grandes del cine mexicano reciente como Michael Rowe o Michel Franco.
El sábado se programa Everyday de Michael Winterbotton, un autor que lleva tiempo sin asomarse a nuestras pantallas y que prácticamente nunca ha hecho una película mediocre. En ésta ha empleado cinco años de su vida y eso es motivo más que suficiente como para que nosotros le dediquemos 85 minutos de la nuestra.
El complemento a la anterior bien puede ser Frances Ha porque la dirige Noah Baumbach que cuenta con una nominación al óscar por Una historia de Brooklyn (2005) y la protagoniza Greta Gerwig la deliciosa revelación del no menos delicioso largo de Whit Stillman, Damiselas en peligro (2011).
El domingo propongo dos títulos para pasar la resaca del vermut. The We and the I de Michael Gondry y Children of Sarajevo de Aida Begic. La primera transcurre íntegramente a bordo de un autocar en el que viajan un grupo de estudiantes del Bronx de vuelta a casa tras su último día de clase mientras que la segunda habla de las heridas sin cerrar en la guerra de los Balcanes, un conflicto que no ha generado demasiados títulos y que debería haberlo hecho.
El lunes lo dedicaremos al cine rumano, invitado especial en la muestra, y nos arriesgaremos con Best Intentions de Adrian Sitaru porque me inquieta la foto promocional de una mujer en la cama de un hospital llevando una careta de conejo y luego apostaremos por Morge de Marian Crişan ya que es una comedia amable y de esas se hacen pocas en el país de Ceaucescu.
El martes esquivaremos hábilmente Arraianos de Eloy Enciso y nos colaremos a ver Tiny Furniture para ver si por fin le pillo el punto a su directora, Lena Dunham. También está prevista Like Someone in love de Abbas Kiarostami porque no se me ocurren dos culturas más opuestas que la iraní y la japonesa.
El miércoles se me presenta el dilema de ver o no Los ilusos de Jonás Trueba ya que de su anterior largo, Todas las canciones hablan de mí (2010), lo único bueno era el título y aquí ni siquiera eso me atrae. Sí lo hace, y mucho, El impostor de Bart Layton, aunque esta historia de un marroquí que se hace pasar con éxito por el hijo desaparecido de un matrimonio estadounidense a pesar de múltiples evidencias en contra se va a estrenar comercialmente en España. También es el día de The land of hope, la película de Sion Sono sobre Fukushima que se quedó fuera de la pasada edición del festival de Sitges por carecer de relación alguna con el fantástico.
El jueves cerramos el certamen con Le repenti de Merzak Allouache, la historia de un terrorista islámico que intenta integrarse en la sociedad que él mismo se ha encargado de destruir, y añadiremos a las largas horas de celuloide que a esas alturas ya llevaremos en el cuerpo À perdre la raison de Joachim Lafosse por la que Émilie Dequenne ganó el premio a la mejor actriz en la sección Un certain Regard del festival de Cannes 2012.
Ésta es, por supuesto, nada más que una declaración de intenciones. Quizás las películas que acabe comentándoles sean otras completamente diferentes a las referidas en este artículo.
Pero para eso tendrán que leer todas mis crónicas.