Por Alberto P. Cabana.
Los amantes de la nieve tuvieron la oportunidad de disfrutar con la ya consolidada Sessió Neu Extrem, dedicada al esquí, snowbard y otras disciplinas invernales.
“Perseverance”, de Thibaud Duchosal (Francia), “Snowmads – A journey towards eastern suns” de Jonas Abenstein y Fabian Lentsch (Austria) y “Letzter Traum Leben Winter” (Christoph Hoerner. Àustria) mostraron la pericia de los mejores freeriders del planeta en escenarios tan diferentes como Grecia o los Alpes Austriacos. Ya en la sesión de noche, pasamos de ver cómo descienden montañas los esquiadores más extremos, a comprobar como las escalan algunos de los mejores alpinistas de la actualidad (o de tiempos anteriores). Acompañados por el glaciarista François Damilano, un grupo de escaladores franceses intentan ascender el que, posiblemente, sea el más comprometido de todos los ochomiles: el K2. En “K2 – Une journée particulière” dirigida por Damilano,se narra la escalada de este gigante de hielo y roca que pasaría a ser su sexto ochomil.
Jordi Pons vuelve a ser protagonista en el festival, esta vez gracias a la película “Vignemale paret nord, 60 anys més tard”, de Jaume Altadill.
Pons, uno de los alpinistas catalanes más destacados de todos los tiempos, había intentado en los años 50 la ascensión de la pared norte del Vignemale, sin éxito. El intento quedó olvidado hasta que en 2016 y con 83 años, 60 después de aquella tentativa y acompañado de Joan Quintana, consigue escalar los 900 metros de la pared más alta de los Pirineos.
Finalizamos la sesión, de nuevo calzando esquís, con “In the tracks of the first” (Matthias Mayr, Austria).
Quien piense que el Festival de Cinema de Muntanya de Torelló se limita a proyectar documentales de actividades estrictamente relacionadas con el montañismo, se equivoca totalmente. Una de las bondades de este certamen es que se abarca territorios bien diferentes a los estándares de la montaña tradicional. Tal es el caso de “Go big or go home” (Olaf Obsommer, Alemania), donde aprendimos que existen olas estáticas en los ríos y que éstas pueden ser aprovechadas para hacer todo tipo de cabriolas con un kayak.
También nos enteramos de que las olas pueden ser generadas artificialmente depositando piedras en el lecho de los ríos. Y como comprobamos en “Surf Anywhere” (Desiree Bilon, Canadá) pueden ser aprovechadas por los surfers que han tenido la mala suerte de nacer a miles de kilómetros del mar. También en los ríos, pero esta vez de Kirguistan, se desarrolla “The eyes of God”, del alemán Olaf Obsommer. Más allá de la dificultad técnica para navegar por las aguas bravas el río Saryjaz, es el aislamiento lo que convierte este descenso en una fantástica aventura.
Un recorrido de cientos de kilómetros en BTT por la remota isla de Haida Gwaii (Canadá) es una empresa digna de tener en cuenta. Afrontar esta aventura sin llevar víveres, y pretender sobrevivir en base a lo que aporta la naturaleza es una odisea.
“Foodless Odyssey” (Anthill Films, Canadá) nos acerca a esta aventura, en la que todos los espectadores sentimos un poco de hambre durante su proyección.
Si en Foodless Odyssey el factor limitante era la comida, en “Jungfrau Marathon” (Jochen Schmoll, Alemania) es el tiempo el que impone sus reglas. Dos alpinistas suizos se proponen ascender a la Jungfrau, en los Alpes, salvando más de 3.200 m de desnivel y ascendiendo dos difíciles vías de escalada en roca graduadas en 7C. Todo ello, completado en una única y extenuante jornada. También con el tiempo como actor principal, “Worlds highest marathon”, del estadounidense Bjarne Salen, retrata en 7 minutos este maratón, que discurre en las faldas de la montaña más alta del planeta.
Todo el mundo sabe de qué montaña se trata… Sin embargo no todos sabrían situar el techo de Europa. El Ebrus, con sus 5.642 m de altitud, tiene el honor de ser la máxima cota del continente Europeo y representa un destino salvaje para los esquiadores “freeride”. En este documental, “Elbrus” (Thibaud Duchosal, Francia), un grupo de esquiadores extremos franceses realiza arriesgados y espectaculares descensos, alguno de los cuales no tiene un final feliz.
Compromiso, envergadura, soledad, riesgo, incertidumbre. Todos estos atributos son inherentes a la aventura, y puede pensarse que en el mundo hipercomunicado y “civilizado” en el que nos encontramos, no hay lugar para ella. Para la Aventura pura, en mayúsculas. Dos parapentistas profesionales, Gavin McClurg y Dave Turner nos convencen en “North of known” (Bryan Smith, USA) que no es así, llevando al extremo una modalidad del parapente: Hike & Walk. Esta forma de entender el paragliding consiste en recorrer largas distancias de la forma más autónoma posible, volando y caminando. Eso implica ascender acarreando todo el material a las montañas desde la que se despega, volar lo más lejos posible aprovechando las corrientes térmicas, y, cuando éstas cesan, aterrizar, acampar y repetir la jugada al día siguiente.
En esta película, McClurg y Turner recorren longitudinalmente la cordillera de Alaska durante 37 días, volando y caminando más de 700 Km. En su periplo, tuvieron que afrontar una meteorología adversa, caminar por zonas muy complicadas donde los osos son un peligro real y, sobre todo, perseverar en su proyecto cuando las cosas se ponen realmente feas. Sin duda, una de las mejores cintas que se ha proyectado este año, tanto por la originalidad de la propuesta como por la belleza de sus imágenes.
La jornada del martes comienza con otra Aventura épica, esta vez en Groenlandia. Un grupo de aventureros, descubre en Google Maps un río que nace y fluye sobre los glaciares del hielo continental de Groenlandia. El problema, es llegar hasta él, ya que se encuentra a cientos de kilómetros de la costa, y una vez en el río, descenderlo hasta el mar. Sarah McNair-Landry, Erik Boomer y Ben Stookesberry (aventureros del año de National Geographic) aceptan el reto y recorren 1.000 gélidos kilómetros esquiando y navegando en “Into Twin Galaxies – A Greenland Epic” (Jochen Schmoll, Alemania).
Las otras dos propuestas del día resultan bastante más cálidas. El corto de animación “Uruca Ii – Bugaboos Edition” (Erick Grigorovski, Canadá) arrancó alguna sonrisa, sobre todo a los escaladores de la sala. Más de uno se sintió identificado con las situaciones que se producen en vía y que Grigorovski satiriza con gran sentido del humor en en este corto de 7 minutos. “Blocheads” de Alastair Lee (UK), sin embargo, no consigue mantener el interés pese a su estupenda realización y montaje. El Boulder consiste en escalar bloques de piedra de escasa altura pero muy alta dificultad. Cuerdas, arneses, cascos y resto de material de seguridad es sustituido por colchonetas. Por tanto, no encontramos la dimensión paisajística y épica de otros documentales en esta propuesta de Lee, que a fin de cuentas, trata de una actividad más cercana a la gimnasia que al montañismo.
Queda para la siguiente crónica alguna de las películas más esperadas, como “Dirtbag: The Legend of Fred Beckey”, que narra las peripecias de este escalador estadounidense considerado el “Bob Dylan” de la escalada, o el audiovisual de Silvia Vidal “Un pas mes”.