El espectáculo de Danza Teatro y circo Falaise de Baro d’evel, está programada dentro del 40º Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, en el Teatros del Canal, Sala Roja, los días 10, 11 y 12 de noviembre de 2022 a las 20:30h
Falaise de Baro d’evel Autores, directores Camille Decourtye y Blaï Mateu Trias En el escenario: Noëmie Bouissou, Camille Decourtye, Claire Lamothe, Blaï Mateu Trias, Oriol Pla, Julian Sicard, Marti Soler, Guillermo Weickert, un caballo y palomas.
Con el apoyo del Instituto Francés País: Francia-España / Año de producción: 2019 / Idioma: francés, inglés y español (sin sobretítulos) / Duración aprox.: 1 h 45 min (sin intermedio) /A partir de 8 años / Danza, teatro, circo /Estreno en la Comunidad de Madrid

«Falaise» Baro d’evel. Claire Lamothe, Noëmie Bouissou, Blaï Mateu Trias, Julian Sicard y Marti Soler. ©François Passerini. Pulsar en la imagen para ampliarla.
En la oscuridad de las cuevas, el sonido era para los hombres una brújula, la luz que los guiaba en los ciegos, el canto que alumbraba contra las paredes. Tenías que gritar para orientarte. Había que cantar para iluminar la oscuridad. Aquí también grita, busca, palpa. Está progresando lo mejor que puede en el túnel del tiempo. Difícil saber si es el pie del muro o la cima del mundo, si allí muere la vida o si renace. Pero cae y vuelve a levantarse con la misma evidencia, con la misma inocencia, con la misma insistencia. Quiere salir. Cueste lo que cueste. son muchos es una manada es una multitud Casi una familia. Y en los intersticios de un mundo en ruinas, inventa algo nuevo. Otro fin del mundo es posible, incluso ha comenzado. Esto es lo que estos cuerpos están diciendo. Los de la vida que brilla, los de la vida que llama. Segunda parte del díptico, después de There, Falaise no es realmente la continuación. Pero más bien al revés. Su verdadero lugar. El guante ha vuelto. Nos hemos ido al otro lado del muro, al otro lado del mundo. Esta vida pululante que desbordaba las paredes. Aquí está frente a nosotros. Preocuparse. Frágil. Obstinado. Testarudo. Plural. Ella no ha terminado. Ella no dijo su última palabra. Ella viene de muy lejos. O hablar para más tarde. No sabe si sobrevivió a la catástrofe o si la precedió. Ella no sabe.
Barbara Métais-Chastanier -Colaboradora en la dramaturgia de «Falaise»

«Falaise» Baro d’evel. Camille Decourtye y su caballo blanco. Foto ©François Passerini. Pulsar en la imagen para ampliarla
Superados todos los intentos taxonómicos y los palabros del tipo transdisciplinar, multidisciplinar, ultradisciplinar o metadisciplinar, la mejor forma de definir el trabajo del colectivo francocatalán Baro d’evel es recurrir a una vieja y manoseada palabra: BELLEZA. Por supuesto, laten en la decena larga de montajes que han cuajado la música, el circo, la danza y el teatro, el clown y una plástica escénica brutal, el humor y el riesgo, la relación virtuosa con la materia y la casi mística con los animales, la distancia y el silencio de una sala y la algarabía integrada de un espectáculo de calle, la mágica sensación de sentir la niña interior bajo una carpa y la lágrima incontrolable ante su poesía visual. Su última creación, previa a la pandemia, es un díptico en blanco y negro que los dejó allí, asomados al abismo, al acantilado sobre el que hacer equilibrios y acrobacias para seguir alimentando su utopía. La primera parte, negro sobre blanco, se llamaba Là, protagonizada por los fundadores de la compañía, Camille Decourtye y Blaï Mateu Trias, y el cuervo Gus. La segunda, blanco sobre negro, lleva por título Falaise y está interpretada por ocho seres humanos, un caballo y varios pájaros.
Falaise es una ceremonia inclasificable con la que, dicen Mateu y Decourtye, quieren “llevar al espectador por un laberinto interior, por un sueño lúcido”. Para ello trabajaron con el escenógrafo Lluc Castells con el fin de construir un espacio donde se abriesen diversos planos y los personajes pudieran dar saltos en el tiempo por distintos lugares de la historia. Como en Là, las paredes abren grietas por las que se entra y se sale, por las que se nace y se muere y se vuelve a renacer. Han vuelto a trabajar, una vez más, con María Muñoz y Pep Ramis, de la compañía Mal Pelo, para la puesta en escena, y han encontrado dos nuevos aliados que ahora, ya dentro, pareciera que estaban predestinados a habitar desde siempre esta troupe: Oriol Pla y Guillermo Weickert. Y ahí están esas palomas blancas y Txapakan, el caballo blanco que juega, trota y se tiende en torno a Camille. Y en el apartado dramatúrgico han vuelto a contar con Barbara Métais-Chastanier, que habla así de Falaise: “En la oscuridad de las cavernas, para los hombres el sonido era una brújula, la luz que les guiaba en la ceguera, el canto que iluminaba los muros. Para ubicarse, había que gritar. Para iluminar la oscuridad, había que cantar. Aquí también es así: gritan, buscan, andan a tientas. Avanzan lo mejor que pueden por el túnel de la época. Es difícil saber si están a los pies de la pared o en la cumbre del mundo, si la vida muere allí o si renace. Quieren salir adelante. Cueste lo que cueste. Son muchos. Es un rebaño. Es una multitud. Casi una familia. Y en los intersticios de un mundo en ruinas, inventan algo nuevo”.
Es muy difícil no caer rendidos ante un espectáculo tan conmovedor como este, tan universal, tan humano, aunque suene a retórica vacía. Vuelvan sobre estas líneas al finalizar la representación y me cuentan. Son dos horas de tanto virtuosismo y pureza como imperfección y transgresión. Aquí la palabra es cuerpo, la razón es arte, el tiempo se contorsiona y la vida juega como una niña cruzando un río por un tronco fino. Esa niña posee a Camille Decourtye, con toda su frágil fortaleza, valga la paradoja, desde que al comenzar la función nos dice que todo irá bien. La posee a ella y nos agarra el corazón a quienes asistimos boquiabiertas al ritual cuyo magnetismo nos lleva a asomarnos con ellos al acantilado. Como escribió una crítica francesa, “¿Resistirá el humano a su caída? En un vals metafórico, extraordinarios artistas (incluyendo un caballo) desafían la catástrofe anunciada”.
«Falaise» Baro d’evel. Guillermo Weickert, Camille Decourtye, Blaï Mateu Trias, Marti Soler, Claire Lamothe, Noëmie Bouissou y Oriol Pla. Foto ©François Passerini. Pulsar en la imagen para ampliarla
Con el apoyo del Instituto Francés Colaboración en la puesta en escena: María Muñoz – Pep Ramis / Mal Pelo Colaboración en la dramaturgia: Barbara Métais-Chastanier Escenografía: Lluc Castells con la ayuda de Mercè Lucchetti Colaboración musical y creación sonora: Fred Bühl Creación luces: Adèle Grépinet Creación vestuario: Céline Sathal Música grabada: Joel Bardolet Regidor general: Sébastien Reyé Luz: Nicolas Zuraw o David Demené Regidores: Mathieu Miorin, Benjamin Porcedda y/o Cédric Bréjoux Sonido: Fred Bühl o Rodolphe Moreira Gestión animales: Francis Tabouret o Perrine Comellas Dirección técnica: Nina Pire Dirección delegada / Difusión: Laurent Ballay Administradora de producción: Caroline Mazeaud Gerente de producción: Pierre Compayré Directora de comunicación: Ariane Zaytzeff Producción: Baro d’evel