El actor Mikel Arostegui, en un fragmento de una imagen de David Semuret
De vez en cuando me asalta una extraña sensación de que si no acudo a determinado lugar, o no respondo a una llamada, me voy a perder algo agradable. A eso se puede llamar intuición o pensamiento neurótico, pero yo lo dejo fluir porque no se suele equivocar.
En este caso Luis Felipe un conocido común, fue quién me puso en contacto con Cesar Augusto Cair, de él no sabía casi nada. Solo le identificaba como autor de una obra de la que apenas había visto alguna imagen de un actor desnudo, anunciando la función.
De ahí en adelante vino todo rodado, hablé con él, tuve un encuentro y asistí con mi amigo Waldo Rosales a una representación de «Eva ha muerto«, y ya no hubo marcha atrás en mi desconocimiento. Me fascinó el texto, tan lírico como desazonador, con él nació mi interés por el autor y vino la luz:
César Augusto Cair es licenciado en Derecho, novelista, dramaturgo y director teatral, dirige el Grupo de Teatro Fierabrás desde su creación en 2005, esos datos se pueden encontrar en cualquier buscador de internet, pero lo importante es que mi intuición o mi pensamiento neurótico, han vuelto a jugar a mi favor colocándome frete a un buen observador, con una curiosidad renovable de las que no consienten la decepción. Reafirmando lo agradable que puede ser la vida, para colmo Cesar venía acompañado de Ángel Salamanca y del actor Mikel Arostegui oro molido, un tres por uno inmejorable.
Hoy nos sentamos a hablar de «Eva ha muerto«, en cartel en la madrileña Sala La Nao 8, en su tercera temporada, por cierto quiero aclarar algo curioso, antes de entrar en otros temas serios, y es la falsa creencia que se ha extendido de que para acudir a la representación, hay que ser nudista o acudir sin ropa. En Eva ha muerto, solo está totalmente desnudo durante toda la representación su protagonista Mikel Arostegui,y cuenta con un texto tan lírico, y su interpretación es tan honda, que a los pocos minutos te olvidas de que lo está.
Cómo nació Eva ha muerto?
Yo que tengo memoria de elefante para este tipo de cosas -recuerdo las fechas de mis estrenos y publicaciones-, creo que no voy a poder responder con exactitud por mucho que busco y rebusco dentro. Esto es así porque el origen de toda esta historia está en un hecho de mi pasado, una caótica ruptura sentimental, que me marcó en su momento. Y después de la confusión y el luto emocional que llevan consigo este tipo de cosas, brotó la idea inicial de Eva. Sí puedo decirte que el monólogo lo escribí a finales del 2008, hace ya siete años -Cesar se queda un momento en silencio, antes de formular una pregunta que es una afirmación- Cómo pasa el tiempo, ¿no?
¿Por quéEva ha muerto está calando en el público?
¿Quién no conoce el amor? ¿Quién no se ha sentido solo alguna vez? Eva toca fibra sensible porque la historia que cuenta es universal. Todos hemos vivido una ruptura sentimental que nos ha dejado vacíos y encerrados en una caverna emocional como Adán, aunque su historia pueda resultar más trágica por haber sido condenado a vivir eternamente sobreviviendo a toda su estirpe. Los temas que toca Eva son universales y han sido diseccionados hasta el delirio a lo largo de la Historia: el amor y la soledad. Y luego la puesta en escena minimalista (actor y escenario desnudos) pero muy efectista (música, sonido, luz ejecutada por la mano maestra de Ángel Salamanca) está contribuyendo a que el público se abandone a lo que Adán les cuenta.
No solo el público, la crítica también es favorable…
No nos podemos quejar. La mayoría de los críticos han coincidido: el espectáculo no deja indiferente, transmite, no es una tomadura de pelo; es una propuesta arriesgada, de calidad y hay mucho trabajo detrás. Eso lo nota quien lo ve, y quien lo ve lo agradece, sea espectador o crítico. Tal vez por eso llevamos dos temporadas en cartel en Madrid con gira por Barcelona, Valencia y Bilbao.
¿Qué supone Eva ha muertopara Fierabrás, para la compañía?
Visibilidad. Con Eva somos más visibles. Los críticos ya nos miran y ha aumentado el número de espectadores. Fierabrás se fundó en 2005 y aunque Quinto aniversario, nuestro montaje anterior, también fue exitoso –dos temporadas funcionando–, Eva ha muerto ha movido bastante más público. No se puede pedir más tal y como está el panorama.
¿Y qué supone para ti como autor?
Lo mismo. Eva ha muerto cruzó el charco el año pasado y se estrenó en México con gran éxito de crítica y público de la mano de Ángel Bayón, un actor sobresaliente. Ahora se está preparando la segunda temporada allí y ando negociando el estreno en Argentina y Ecuador. Crucemos los dedos…
¿Por qué seleccionaste a Mikel Arostegui para el papel?
Conocí a Mikel en la sala Mirador cuando él estudiaba con Cristina Rota. Fierabrás estaba allí programada con Quinto aniversario y tras las funciones nos quedábamos tomando algo en la terraza mientras los actores de la escuela se preparaban para La Katarsis del Tomatazo. Observé que era el único que no salía de su papel y me llamó la atención. Hablé con él y le sugerí que se presentase a una audición que iba a convocar en breve, cosa que hizo. En esa audición comprobé que mi intuición no falló: Mikel tiene toda la materia prima para ser el excelente actor que es. Y así fue. Después de dos meses duros de ensayo Adán estaba preparado para salir a escena. Y desde entonces, en cada función de Eva ha muerto, un hombre enamorado se convierte en animal herido. Eso no lo hace cualquiera.
¿Para cuándo el próximo montaje?
Ya estamos en ello. Si todo marcha según lo previsto, para el próximo otoño. Haremos todo lo posible para que Amor atado también sea un éxito…
Doy las gracias a Cesar, por atenderme y le deseo que el viento del éxito siga soplando a su favor, y quiero resaltar el cuidado que ponen en todas sus producciones, Grupo de Teatro Fierabrás, y como muestra rescato el primoroso trabajo de los tres fotógrafos: María Hermossell, Marigel Arnaud y David Semuret, encargados, uno por temporada, de retratar a Mikel Arostegui, el Adán de «Eva ha muerto».
«Eva ha muerto», se puede ver todos los viernes de junio a las 22.30 hrs en La Nao 8 Teatro –Madrid–