«Elogio de la estupidez» de Darío Facal

«Elogio de la estupidez» de Darío Facal

 

Por Luis Muñoz Díez

 

Elogio de la estupidez, es una comedia escrita y dirigida por Darío Facal, en la que señala lo diferentes que podemos parecer en la forma, y lo similares que somos en el fondo. Un encuentro casual después de un partido del Atlético de Madrid hace que se conozcan dos personas marcadas por la mayor diferencia. Uno no quiere volver a casa de su difunta abuela solo, porque se le cae materialmente encima, y al otro, su novia acaba de ponerle de patitas en la calle.

El que tiene casa, está marcado por la maldición de su madre, que desde niño le ha dicho que no vale para nada, y si las maldiciones las repite una persona con ascendente  acaban cumpliendo inexorablemente. El expulsado de casa de su novia, es un atractivo hetero-básico, lo de atractivo salta a la vista, porque le presta su físico el actor Agus Ruiz, y como «heterobásico» se le califica, en el texto de la función.

La amistad de la pareja no acaba la noche del partido, porque Mario acoge a Agus en su casa, unidos por el interés de uno por tener cobijo, y el otro compañía. La diferencia la marca Darío Facal desde el principio, como augurio seguro de conflictos.

 

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Aptitudes el recién llegado Agus -Agus Ruiz. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Aptitudes el recién llegado Agus -Agus Ruiz. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Aptitudes el dueño de la casa Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Aptitudes el dueño de la casa Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla

 

El dueño de la casa se levanta cada mañana para cumplir con a su trabajo en una hamburguesería. Su invitado no trabaja porque sería una contradicción con sus postulados antisistema, con férrea disciplina se dedica a jornada completa, a comer beber, follar, y practicar con su tabla de skate. Haciendo al salón de la abuela de Mario, testigo de su insaciable apetito sexual, y la pericia en su ejecución. Mientras Mario, trabaja y come, pero no folla, y se consume con dudas existenciales sobre su razón de existir.

A la vida de Agus llegará, para quedarse como pareja y compañera de piso, una periodista de nombre Bárbara, que de alguna manera variará la rutina de los amigos por necesidad, hará que Mario crea un poquito en él, y Agus empiece a dudar. En el proceso aparecerá Nora, a la que Mario ha conocido por una aplicación, con ella conocerá el sexo a dos, y contraerá una enfermedad venérea, que el verá como una iniciación a la vida normal.

Barbara y Agus serán la pareja de las mil rupturas con reconciliación. En el tiempo de convivencia Barbara manifestará su intención de escribir una obra teatral.

La comedia está bien escrita, y dirigida de una manera ágil y fluida. Una función apta para cualquier tipo de público, porque como en las buenas comedias, hay una lectura que marca la trama, y otras paralelas que se sugieren.

 

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Agus -Agus Ruiz, Bárbara Bárbara Santa-Cruz, y Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla.

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Agus -Agus Ruiz, Bárbara   -Bárbara Santa-Cruz-, y Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla.

 

No tengo intención de destripar el argumento, pero si decir que hay un momento hilarante en que los tres habitantes del piso comprueban la resistencia de un condón XXL. En la comedia hay otra reflexión sobre si la realidad es suficiente para ser ficción, o hay que sazonarla con alicientes, para que el público se enganche. Lo anterior únicamente lo comprenderán del todo, sí asisten a una representación de la obra, si lo hacen no se arrepentirán porque disfrutaran de ella.

Agus Ruiz compone al detalle al antisistema, forofo del Atleti, que suelta frases literarias como modo de evasión de una situación comprometida o cuando vende humo. Diestro en las artes marciales, con una puesta apunto excelente que se puede comprobar porque se pasa la mayor parte de la representación vestido  con un slip de leopardo.

A Mario Alonso lo he visto varias veces sobre el escenario con un resultado excelente, en este caso el personaje que lleva su nombre parece escrito para él, y le saca el mejor partido.

 

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Agus -Agus Ruiz- jugando con el lapicero y Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. Agus -Agus Ruiz- jugando con el lapicero y Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla

 

Bárbara Santa-Cruz, cumple la función de narradora, e interpreta con gracia y mucho desparpajo, a la periodista con vocación de dramaturga que lleva su mismo nombre. Su personaje es el más sensato, y no se atiene a caricatura alguna. El cuarto personaje es Noa, la mujer que le descubre a Mario el sexo, y las enfermedades venéreas, a la que le pone atractivo y bis cómica, la actriz Ana Janer, el personaje es tierno por como describe su trabajo de telefonista en una casa de citas, o por como se le van los ojos detrás de Agus, pero hace que Mario se sienta cómodo.

A margen de la narradora, en una pantalla se puede leer el carácter de cada escena descrita con fina ironía, en una obra en la que que sí hay crítica a lo masculino es más por la manera de comportarse los personajes de ese género, que por lo que se dice. Aunque de una manera sutilmente reiterada se señala como el mundo de ambos varones gravita en sus genitales, por la facilidad con la que se desprenden de los pantalones, para sopesarlos con más facilidad. Agus permanentemente en calzoncillos, mientras lee, juguetea y acaricia con un lápiz su miembro viril, que tantas alegrías le proporciona.

El texto está dirigido e interpretado con una vitalidad asombrosa, si dejar tregua a un respiro, como corresponde a una comedia de enjundia. El publico ríe con puntualidad con los diálogos desde el principio de la representación, y al final premia a los actores con un largo aplauso.

 

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. La encantadora Nora -Ana Janer y el enamorado Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla.

“El elogio de la estupidez”, escrita y dirigida por Darío Facal. La encantadora Nora -Ana Janer y el enamorado Mario -Mario Alonso-. Foto ©Coral Ortiz. Pulsar en la imagen para ampliarla.

 

Elogio de la estupidez, está programada del 3 al 27 de noviembre en Naves del Español en Matadero / Sala Max Aub (Nave 10)

Texto y dirección: Darío Facal Con: Agus RuizBárbara Santa-Cruz, Mario Alonso y Ana Janer Diseño de espacio escénico: Darío Facal Diseño de iluminación y audiovisuales: Raquel Rodríguez Diseño de vestuario: Gadea Barceló Diseño de espacio sonoro y música: Álvaro Delgado Ayudante de dirección: Andrea Casamitjana Una producción de Teatro Español y Metatarso Producciones En colaboración con La Comunidad de Madrid

 

Elogio de la estupidez, Darío Facal, Agus Ruiz, Bárbara Santa-Cruz, Mario Alonso, Ana Janer, Raquel Rodríguez, Álvaro Delgado, Luis Muñoz Díez

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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