Por NACHO CABANA.
Fue en octubre de 2018, en el Teatro Apolo de Madrid, cuando la compañía española Beon entertaiment estrenó su adaptación al musical del best seller de Noah Gordon, El médico. Una propuesta insólita en una escena dominada por la repetición incesante de títulos como Grease, Chicago o Mama Mía… (y que, lamentablemente, aún hoy sigue más o menos igual).
8 años y una pandemia después, El médico sigue circulando por escenarios de toda España, estrenándose por fin en el Teatro Apolo (preciosa coincidencia) de Barcelona.
Primero de todo, señalar que la dificilísima adaptación del texto original a una obra de dos horas cuarenta y cinco minutos por parte de Félix Amador sigue percibiéndose brillante en su primer acto y desenlace, y algo atropellada en todo lo relacionado con las intrigas palaciegas del Sha. Pero siempre entretenida.
Las canciones la música de Iván Macías se integran y alternan perfectamente con el texto dramático como en las mejores adaptaciones musicales de obras complejas (tipo Los miserables, para entendernos) aunque parte del elenco haya cambiado.
El argentino Federico Salles sustituye a Adrián Salzedo como protagonista adulto de El médico y, siendo el de Barcelona si debut en la función, resuelve tanto la parte dramática como la vocal de manera más que solvente; bregando (como lo hacía su sucesor) con lo alto que había dejado al respecto el listón el solo con el que acaba su intervención el Roy J. Cole de niño, ahora interpretado por Beatriz de Teresa que se llevó, al menos en el estreno en el Apolo barcelonés, la mayor de las ovaciones.
El principal personaje femenino recae (y esto es muy bonito) en Alba Cuartero que ya estaba en el coro del montaje inicial siendo apenas una adolescente. Estupenda de voz y actuación, Cuartero es un valor seguro para Beon entertaiment: ha sido la protagonista tanto de La historia interminable como de El tiempo entre costuras. El personaje del Sha (que, al que esto escribe, le sigue pareciendo inspirado por el Herodes de Jesucristo Superstar) recae en 2024 en Paco Arrojo que reemplaza a Alain Damas y hace gala de un poderío vocal portentoso que combina bien con un look a lo Asier Etxeandia en sus actuaciones con la banda Mastodonte.
El que sí repite personaje en el estreno catalán es Joseán Moreno como el barbero y mentor del protagonista cuando es niño. El más entrañable personaje de El Médico que Joseán afronta sin el menor atisbo de fatiga, con un excelente desempeño vocal y un físico que recuerda al (salvando las distancias) de Jason Momoa.
Las funciones de El Médico tuvieron que ser suspendidas en pleno éxito por culpa de la pandemia del Covid. Cuando las autoridades permitieron (con las consabidas restricciones) volver al teatro, Sebastián Prada hizo una versión simplificada de la escenografía de El médico que pudiera viajar por toda España y pudiera ser montada en teatros regulares. Recordemos al respecto que el foro de la plaza de Tirso de Molina en Madrid tuvo que ser modificado para poder albergar la escenografía de aquel primer montaje de El Médico.
Es esa versión reducida en lo que a dirección artística se refiere la que se estrena en Barcelona. Y, aunque comprensible, es una lástima comparar lo que era, por ejemplo, la tormenta de arena en 2008 con lo que se puede ver ahora. Los múltiples volúmenes que subían y bajaban, la plataforma giratoria, los espejos laterales que ampliaban el escenario, los ventiladores que llenaban de arena las primeras filas del patio de butacas en la escena de la tormenta… Todo eso ha sido sustituido por unas proyecciones sobre una pantalla que demeritan el conjunto, en parte también porque (estando como estamos habituados a las 4K o el mapping) carecen de definición suficiente y son demasiado rutinarios. Por contra, las escenas del primer acto donde el carromato se limita a situarse sobre un fondo negro son mucho mas elegantes que las posteriores diapositivas.
Es este el único “pero” a un espectáculo que dignificó los musicales creados 100 % en España y que abrió el camino a otras producciones con el denominador común de tomarse en serio tanto a sí mismas como al espectador que acude a verlas, desterrando chistes fáciles, anacronismos y sobreactuaciones para apostar por el espectáculo con sustancia.
Beon estrena el día 14 de noviembre en el Teatro Gran Vía de Madrid su “más difícil todavía”. La adaptación al musical de Los pilares de la tierra de Ken Follet donde, según se rumorea, la catedral protagonista será erigida y derrumbada… en mitad del patio de butacas.
Expectación máxima.
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