El actor Pep Cruz, la actriz Mar Ulldemolins, en un momento de la representación de «El lector por horas» un texto de José Sanchis Sinisterra, dirigido por Carles Alfaro. ©Kiku Piño
La obra “El lector por horas” escrita por José Sanchis Sinisterra, se entrenó hace 24 años y ahora se recupera bajo la dirección de Carles Alfaro, como una manifestación más, del llamado Otoño Sanchis, y está incluida dentro de la programación del 41º Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid en la Sala San Juan de la Cruz del Teatro de La Abadía
¿Qué nos hace y deshace el acto imperceptible de leer? ¿Cómo diluye y reconstruye nuestros parajes interiores, quizás devastados por la vida? No tengo respuestas para estas preguntas. Y ‘El lector por horas’ tampoco las da. Más bien plantea estos y otros interrogantes, al hilo -entrecortado- de una leve trama que reúne y desune a sus tres personajes, en torno al rito misterioso e íntimo de la lectura. […]
José Sanchis Sinisterra.
Por Luis Muñoz Díez
El nombre de don José Sanchis Sinisterra, está escrito con letras de oro en la historia de la dramaturgia. No solo por su sólida obra, sino también por la influencia que ha ejercido en las generaciones posteriores de dramaturgos ya, consagrados. Hasta la pandemia seguía estimulando proyectos desde su teatro Fronterizo, como persona y cómo autor es una gloria contar con él, como faro y referente.
El lector por horas se estrenó hace 24 años dirigido por José Luis Garcia Sánchez, y en esta ocasión el texto está dirigido por Carles Alfaro, que se acopla a los tiempos de reposada inquietud, previos a que algo suceda que requiere el texto, y Alfaro, también es responsable de una iluminación fascinante, y corresponsables del espacio escénico con Luis Crespo.
La pieza se representa en un solo decorado, se trata de un salón de gente acomodada, acotado al centro, y rodeado de cristales rotos.
Celso es un hombre de negocios que contrata a Ismael. Un lector por horas para que su hija Lorena, que ha perdido la visión, conozca a los clásicos, leídos por un lector que lea correctamente, pero que no aporte ni pasión ni énfasis al texto.
La idea de entrada es sugerente, y la relación que imponen los que contratan es similar a la de la Bernarda de Lorca, con Poncia: “tú trabajas, y yo te pago”, incluso lindando con la tiranía humillante de las criadas de Genet.
El mar de fondo en la relación entre padre e hija, y de una madre ausente, que en un principio parece haberlos abandonado, y en otro que murió antes de cumplir los 53 años. La tensión se nota a primera vista, y como única ventana al mundo Celso, le proporciona al lector, en el repertorio de libros elegido por el padre no tiene cabida ninguna novela que no sea considerado por académicos y eruditos, un clásico.
La pieza tiene el peso del teatro con mayúsculas de palabra, no hay que obviar que el autor es maestro de maestros, en la obra hay añoranza, impotencia, y decadencia.
La decadencia tiene siempre su punto, quizá porque quien la ostenta tiene o a tenido poder, cuenta con el encanto de la reflexión de salón del teatro que venera la palabra, teorizando sobre la razón que nos lleva a leer, o cuál es la razón que nos empuja a identificarnos con quien no somos. Una identificación que puede llevarnos al desasosiego por la comparación, y el dilema de quien se cree que sabe, que afirma que en la escritura no hay ya, nada novedoso, y qué, todo esta dicho y es mestizo, algo evidente, que nos puede empujar a trepar por el árbol de sus ascendentes, sin disfrutar de la forma de narrar.
El texto tiene la atmósfera de un clásico, la dirección es acorde con el texto, y la iluminación es fascinante, pero hay en ella algo que nos hace tomar distancia. Aunque la pieza haya sido estrenada hace 24 años, no es un tiempo tan lejano como el que evoca. Una persona con los medios del potentado Celso, paliaría la ceguera de su hija, una mujer inteligente sin duda, con medios que en 2023 están a disposición de los invidentes, y es difícil de imaginar que en el momento en que vivimos, que se puede saber todo, de cualquier persona, la elección de Ismael es adrede, por su circunstancia.
El texto sugiere, lo que no ocurre, sin una transición que nos oriente por ejemplo del cambio de condición de la relación del lector, no solo con Clara, en que si es manifestó el reposicionamiento, también con su padre, la explicación quizá esté en la palabras del propio autor escritas para el programa de mano, que reproduzco en la cabecera.
La función tiene una duración de dos horas, los actores están marcados con la cadencia del texto, y Alfaro les permite que se tomen su tiempo, y se luzcan con sus diálogos afilados, y el actor Pep Cruz, como padre, la actriz Mar Ulldemolins, como su hija, y Pere Ponce como lector, recrean con acierto sus luces y sus sombras.
El lector de horas estará del 24 de noviembre al 17 de diciembre de 2023, en la Sala San Juan De la Cruz del Teatro de La Abadía, de martes a sábados a las 19:00 h y domingos 18:30 el 29 de noviembre habrá una matinal a las 12:oo y el encuentro con el público será después de la función del día 1 de diciembre, más información AQUÍ.
Texto: José Sanchis Sinisterra Dirección: Carles Alfaro
Intérpretes Pep Cruz, Pere Ponce, Mar Ulldemolins
Escenografía: Carles Alfaro y Luis Crespo Iluminación: Carles Alfaro Proyecciones: Francesc Isern
Producción Sala Beckett | Teatro de La Abadía | Institut Valencià de Cultura
Duración115 minutos