El gran Gatsby, de Baz Luhrmann

El gran Gatsby, de Baz Luhrmann

El gran Gatsby hipnotiza por su belleza formal, por la fuerza de sus planos, por la brillantez de su fotografía, por sus precisos movimientos de cámara… Lo de menos ya es la historia, a la que Baz Luhrmann tampoco da en ningún momento la espalda.

Cinco versiones cinematográficas se habían sucedido hasta la fecha de El gran Gatsby, cinco versiones para el clásico de F. Scott Fitzgerald que abarcaban un espectro temporal realmente amplio: desde aquel cine mudo de los años 20 hasta los comienzos de nuestro actual siglo XXI. Con tal cantidad de revisiones afrontar una nueva adaptación suponía sin duda un riesgo delicado. Sin embargo Baz Luhrmann (director entre otras de Romeo+Julieta y Molin Rouge) quiso afrontar el mismo y de la mano de Leonardo di Caprio, Tobey Maguire y Carey Mulligan resucitaba de nuevo al misterioso señor Gatsby en una superproducción que, como todo remake, no estaba exenta de cierta polémica.

Quizá la versión definitiva, aquella que por siempre será recordada fue la que Jack Clayton presentaba en el año 1974 y cuyos personajes inmortalizarían para siempre Roberto Redford y Mia Farrow. Es por esta razón, por existir una versión tan «oficial», que afrontar una nueva revisión en este momento suponía un riesgo mayor. Y es que las comparaciones con el clásico de los 70 se harían absolutamente inevitables. Baz Luhrmann todo esto lo sabía, motivo por el cual decidía romper con lo establecido y nos presentaba a un Gran Gatsby muy distinto en forma (que no en fondo) del visto en los años 70.

El gran Gatsby de Buhrmann supone una clara ruptura formal con cualquier precedente visto hasta la fecha. La fuerza de sus planos, de sus movimientos de cámara, giros, travellings, etc convierten a esta película en una inolvidable experiencia visual (reforzada gracias a su formato 3D), que por primera vez cobra más pulso que el trasfondo de toda la historia. Una historia a la que Baz Buhrmann no da la espalda en ningún momento, que cuida hasta el detalle ayudado sobre todo por las grandes interpretaciones de Tobey Maguire y Leonardo di Caprio (muy especialmente la de este último).

El gran Gatsby nos sumerge de lleno en un universo de música, de formas, de colores… un universo casi onírico, irreal, de una belleza tan arrebatadora que, al igual que sucede con muchas pinturas, nos hipnotiza y enamora de tal forma que lo de menos es ya lo que el autor nos quiso contar con ella. Que estamos frente a frente con el director de Molin Rouge es algo tan evidente que casi no merece mayor apunte. Y es que la composición de cada uno de sus planos, la escrupulosa belleza de su fotografía, o la correctísima y casi coreográfica dirección de figuración no son más que los selectos ingredientes de una tarta no sólo bella sino perfecta y exquisita a partes iguales.

Habrá quien diga que este Gran Gatsby traiciona la esencia de la novela de Fitzgerald, que parece más preocupado en impactar visualmente al espectador que en emocionarlo. No podré estar menos de acuerdo con esto. Y es que el gran logro de esta película radica en su capacidad para narrarnos una historia ya conocida por todos (y no precisamente de corta duración) y absorbernos en ella de un modo tal que lo de menos sea ya la duración de la misma. Su soberbio ritmo, el misterioso enfoque poético de toda su propuesta convierten a El gran Gatsby en lo que por méritos propios debería ser ya la mejor adaptación de la obra de Fitzgerald filmada hasta la fecha.

En su lado menos positivo encontramos a Carey Mulligan, una actriz cuya química con Leonardo di Caprio no sólo resulta inexistente sino que además difícilmente conseguimos encajarla en el papel de Daisy; un desacierto de casting realmente imperdonable si tenemos en cuenta la importancia de este personaje  para sumergirnos de lleno en las entrañas de la historia.

El soberbio trabajo de dirección artística, de vestuario, maquillaje y peluquería, esa perfecta recreación del Nueva York previo a la Gran Depresión merecen ya de por sí un buen puñado de nominaciones en los próximos premios Oscar. Una ceremonia en la que por cierto El gran Gatsby debería tener ya un protagonismo indiscutible.

 

El gran Gatsby (2013), de Baz Luhrmann, se estrena en España el 17 de mayo de 2013.

Autor

Licenciado en Comunicación Audiovisual. Ha sido guionista y director de diversos cortometrajes amateur y presentador de diferentes programas para radio y televisión local. Trabajó en el departamento de dirección en series de TVE y Antena 3, así como ha escrito diferentes artículos de cine en guías y revistas especializadas, tales como lanetro o Travelarte.

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