El disfraz / Las cartas / La suerte» La CNTC rescata del olvido a las escritoras del siglo XIX

El disfraz / Las cartas / La suerte» La CNTC rescata del olvido a las escritoras del siglo XIX

En la imagen el músico José Pablo Polo, que ha sabido dar el punto a tres montajes vitalmente tan diferentes: «El disfraz» de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro / «Las cartas» de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado  / «La suerte» de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló, con las que el CNTC rescata del olvido la obra teatral de las escritoras del siglo XIX  Foto ©SergioParra

 

Por Luis Muñoz Díez

 

El disfraz es una pieza teatral de Joaquina Vera (1824-1873), que la CNTC, recupera poniéndola en escena bajo la dirección de Íñigo Rodríguez-Claro, para sacar del olvido la dramaturgia escrita por mujeres en el siglo XIX. Señalando el buen oído de las autoras, y la forma en que  reproducen el leguaje popular. En esta pieza en concreto en boca de una Condesa propietaria de una granja cerca de Madrid, de sus rurales empleados, y sus aristócratas amigos.

El enredo es muy simple, la propietaria de la granja es una condesa viuda, destinada a casarse de nuevo, lo antes posible, con un primo suyo que es marqués, pero a oídos de la Condesa llega la noticia de que la dueña del amor de su aristócrata primo, no es otra que Luisa la hermosa arrendadora de su granja, para truncar estos amores la viuda avisa a un amigo Barón, un don Juan calavera, que rompe corazones de todas las damas, si se lo propone, para que haga lo que tiene costumbre con Luisa, deje libre a su primo, y se pueda celebrar la boda de puro y duro interés.

En la imagen los actores Alba Enríquez y Mariano Estudillo "El disfraz" de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro ©Sergio Parra 

En la imagen los actores Alba Enríquez y Mariano Estudillo «El disfraz» de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro ©Sergio Parra

Lo curioso es que Luisa, bebe los vientos por un mozo compacto y chulo, que no deja indiferente a la viuda con sus hechuras. Aún así esta le propone darle una recompensa si se gana el favor de Luisa, estableciendo en paralelo un ronéo con el mozo.

Luisa desenvuelta, coquetea con este mozo, con el Barón, con otro mozo llamado Antonio, en un ejercicio de frescura y desparpajo para que no estén quietos ni un segundo. Para evitar ser identificado el mozo que hace tilín a la condesa y el Barón harán un cambio de ropa para asistir a un baile, en que el Barón saldrá peor parado.

Íñigo Rodríguez-Claro, un hombre todo terreno en teatro, dirige la pieza con la misma agilidad que Luisa organiza a sus pretendientes, recreando a los cuatro personajes con sello y acento propio.

El macizo rural no es otro, que el primo marqués de la viuda del que el actor Mariano Estudillo hace un verdadero alarde de ruralismo y virilidad en estado puro, hilarante en forma y lenguaje. A la condesa viuda de la que cae rendido de amor el primo en cuanto que la conoce, se hace cargo Andrea Soto Moncloa, que imprime belleza, y tozudo empeño a la viuda en sus claros intereses.

En la imagen Alba Enríquez -Luisa-, José Juan Rodríguez -Barón-Mariano Estudillo -Marqués- y José Pablo Polo -Músico- "El disfraz" de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro 

En la imagen Alba Enríquez -Luisa-, José Juan Rodríguez -Barón-Mariano Estudillo -Marqués- y José Pablo Polo -Músico- «El disfraz» de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro ©SergioParra

A la ya citada Luisa, una verdadera fuerza de la naturaleza, con las ideas tan claras, o más que la Condesa, la recrea estupendamente la actriz Alba Enríquez. Luisa es una chica sensata enamorada de quien debe, el Barón será el objeto del deseo en los salones de la corte pero en la Granja, es una rareza bien interpretada en su comicidad por el actor José Juan Rodríguez, como Antonio el mozo verdadero, interpretado con rigor rural por el actor Daniel Teba, está peripintado para hacer feliz a la bella Luisa, entre fardos de paja, cerdos y gallinas.

Si Íñigo Rodríguez-Claro acierta en la dirección de actores en la composición de sus personajes como aristócratas y granjeros, logrando una recreación realmente divertida de cada uno. En connivencia con el músico compositor y creador del espacio sonoro José Pablo Polo, la escenografía y vestuario Elisa Sanz, y la Iluminación Pedro Yagüe para la fiesta nos traslada del sainete costumbrista, al sofisticado Cabaré, donde los actores con la coreografía de José Juan Rodríguez se hacen fuertes creando un musical lúdico y efervescente, con una frescura deliciosa, que deja al espectador con el ánimo en alto, y muy buen sabor de boca.

En la imagen José Juan Rodríguez José Pablo Polo y Alba Enríquez en "El disfraz" de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro ©SergioParra

En la imagen José Juan Rodríguez  Andrea Soto Moncloa, el músico José Pablo Polo y Alba Enríquez en «El disfraz» de Joaquina Vera dirigida por Íñigo Rodríguez-Claro ©SergioParra

El disfraz / Las cartas / La suerte están programadas hasta el 5 de junio de 2022, en la Sala Tirso de Molina  del Teatro de la Comedia de Madrid, más información AQUI.

«El disfraz»Autora Joaquina Vera Dirección Íñigo Rodríguez-Claro Elenco: Alba Enríquez -Luisa-, Mariano Estudillo -Marqués-, José Pablo Polo -Músico-, José Juan Rodríguez -Barón- Andrea Soto Moncloa –Condesa- y Daniel Teba -Antonio-. Escenografía y vestuario Elisa Sanz (AAPEE) Iluminación Pedro Yagüe Compositor musical y espacio sonoro José Pablo Polo Vídeo Javier L. Patiño Coreografía en «El disfraz» José Juan Rodríguez Asesoría vocal en «El disfraz» Andrea Soto Ayudante de dirección Xus de la Cruz Ayudante de escenografía y vestuario Igone Teso (AAPEE) Ayudante de iluminación Marina Palazuelos Soto Alumna en prácticas Julia Rincón Valadez. Alumna en prácticas en El disfraz Marta Artetxe Producción Compañía Nacional del Teatro Clásico

 

«Las Cartas» de Victor Catalá dirigida por María Pardo

"Las cartas" de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado

En la imagen el músico José Pablo Polo y la introductora Silvia Nieva»Las cartas» de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado ©Sergio Parra

Las cartas, de la autora Caterina Albert i Paradís (1869-1966), que firmaba con el seudónimo masculino de Víctor Catalá. El texto está traducido por Albert Arribas, y se ha encargado de ponerlo en escena la directora María Prado. Las cartas nos propone el testimonio de una mujer llamada Madrona, que se casó con Miguelíco el hombre que amaba, y que algún malentendido acabó poniéndole en brazos de su vecina pitonisa, cuando la mujer estaba segura que lo tenía todo controlado.

Para dar credibilidad a lo que lo que nos va a narrar al detalle Madrona, y que se trata de un testimonio real, como los que se ofrecen programas en los que personas anónimas, acuden a contar su vida con un impudor que sonroja. A Madrona la presenta Silvia Nieva, vestida con un aséptico traje de chaqueta de presentadora de tv, para anclarnos en tierra. Y para incidir en el formato testimonial, la narración será a tiempo pasado, y si bien el espectador irá conociendo a la mujer y su relato a lo largo de la representación, la que lo narra conoce la consecuencia que tuvo cada movimiento que hizo, por lo que su discurso está elaborado para que lo justifiquen o lo juzguen otros, en este caso el espectador.

El título de “Las cartas” tiene un doble significado, por un lado está la carta que sabremos que recibió la mujer casi al final de la función, y de las cartas de la baraja, y su lectura de lo que está el el devenir, que le hicieron poner patas arriba su vida.

En la imagen la actriz Mamen Camacho Matrona en"Las cartas" de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado Foto ©Sergio Parra

En la imagen la actriz Mamen Camacho Matrona en»Las cartas» de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado Foto ©Sergio Parra

La realidad siempre supera la ficción, el destino en su cometido creador toca límites, con lo que no podrá ser creíble en la ficción. Pero en este caso la historia es muy rica en detalles cotidianos y connotaciones reconocibles, por lo que el disparate está bien anclado, y muy bien sazonado en tiempos y lenguaje, por lo que la epopeya cotidiana vivida y narrada por Madrona, permite creer la sin mesura con la que actúa poniendo a su marido en tablas, o arrancando la peluca a la vecina pitonisa que, se siente totalmente posible.

Madrona y María Prado, han encontrado una percha perfecta en la actriz Mamen Camacho, que es una actriz maravillosa que, demuestra una riqueza de recursos interpretativos, no solo para mantener la atención del espectador con su relato pormenorizado, sino tenerlo pendiente de cual va a ser el siguiente paso que va a dar. Una vez que la conoces y sabes que bajo ese aspecto de ama de casa entrañable, tan acertadamente vestida por Elisa Sanz, se esconde una mujer con coraje, sin duda, apto para mejores empeños que conservar el amor de Miguelín, su marido

El trabajo de Mamen Camacho es extraordinario, bajo la diestra dirección de María Prado, y el impagable ambiente, que propicia la música original y los efectos sonoros de José Pablo Polo, presente siempre, sobre el escenario.

En la imagen la actriz Mamen Camacho Matrona en"Las cartas" de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado Foto ©Sergio Parra

En la imagen la actriz Mamen Camacho Matrona en»Las cartas» de Caterina Albert i Paradís dirigida por María Prado Foto ©Sergio Parra

El disfraz / Las cartas / La suerte están programadas hasta el 5 de junio de 2022, en la Sala Tirso de Molina  del Teatro de la Comedia de Madrid, más información AQUI.

«Las cartas»Víctor Catalá (o Caterina Albert) Traducción Albert Arribas Dirección María Prado Elenco Elenco Mamen Camacho –Madrona– Silvia Nieva -Actor- y José Pablo Polo -Músico-. Escenografía y vestuario Elisa Sanz (AAPEE) Iluminación Pedro Yagüe Compositor musical y espacio sonoro José Pablo Polo Vídeo Javier L. Patiño Asesoría objetual en «Las cartas» Andrea Díaz Reboredo. Ayudante de dirección Xus de la Cruz Ayudante de escenografía y vestuario Igone Teso (AAPEE) Ayudante de iluminación Marina Palazuelos Soto Alumna en prácticas Julia Rincó n Valadez Alumna en prácticas en «Las cartas» Andrea Bernárdez Producción Compañía Nacional del Teatro Clásico

 

 «La suerte» de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló

 En la imagen José Pablo Polo, Alba Recondo y José Carlos Cuevas «La suerte» de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló ©Sergio Parra

En la imagen José Pablo Polo -de espaldas-, Alba Recondo y José Carlos Cuevas «La suerte» de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló ©Sergio Parra

La suerte de Emilia Pardo Bazán (1851-1921), con dirección de Júlia Barceló, es una pieza entre tinieblas, ambientada en la mágica Galicia, con moraleja y cierto aire de relato contado alrededor de una hoguera, en que se propone al destino como algo inexorable.

La suerte es una reflexión sobre lo que realmente tiene valor. A la pregunta de salud, dinero o amor. La respuesta es dinero, parece que la salud con ir tirando es suficiente, y al amor en todo su amplio significado no se le da la importancia que realmente tiene, el dinero aún siendo la anhelo común, el mayor dolor se produce cuando cala la soledad.

El personaje Ñá Bárbara, sabe mucho de la soledad, a su amor se lo arrancó la guerra, y aunque cobija a un huérfano en su casa, es huraña con él, y únicamente cuando ve que lo va a perder le confiesa que tiene un saquito con oro. Logrado a lo largo de los años de cribar tierra después de pasar todas las noches con los pies mojados, en el rio Sil.

En la imagen el actor José Carlos Cuevas Payo en "La suerte" de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló ©Sergio Parra

En la imagen el actor José Carlos Cuevas Payo en «La suerte» de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló ©Sergio Parra

A Payo, lo reclama el ejercito, y ante esa noticia decide confesar su secreto y comprar su libertad, pero a Payo, su pobreza y su orfandad le hacen la vida cuesta arriba, con los mozos de su edad.

La pieza es tremendamente dolorosa porque Ñá Bárbara, ha logrado un saquito de oro, pero para ello se ha dejado la vida, y la única persona que tiene cerca que es Payo, no le puede salvar con su oro, ni de su orfandad, ni de la falta de respeto de los otros.

El destino se cumplirá aunque se pongan todos los medios como que, Ñá Bárbara le diga a Payo que no es huérfano, que tiene una madre, y es ella, y le entregue su oro.

La interpretación de la actriz Alba Recondo como Ñá Bárbara, y del actor José Carlos Cuevas como Payo es onda, y trasmite la emoción de su precariedad de afectos, logrando su directora Júlia Barceló, una pieza que prende en el público la infinito vacío de Ña Bárbara y Payo, que en vez de acompañarse han sumado soledades.

Para la magia de la pieza suma el vestuario de Elisa Sanz, la Iluminación de Pedro Yagüe, y la musical y espacio sonoro creados por José Pablo Polo, que ha sabido dar el punto a los tres montajes, vitalmente tan diferentes.

En la imagen José Pablo Polo, Alba Recondo Payo y ÑA Bárbara en "La suerte" de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló ©Sergio Parra

En la imagen José Carlos Cuevas y Alba Recondo, Payo y ÑA Bárbara en «La suerte» de Emilia Pardo Bazán dirigida por Júlia Barceló ©Sergio Parra

El disfraz / Las cartas / La suerte están programadas hasta el 5 de junio de 2022, en la Sala Tirso de Molina  del Teatro de la Comedia de Madrid, más información AQUI.

«La suerte»: Autora Emilia Pardo Bazán Dirección Júlia Barceló Elenco José Carlos Cuevas -Payo-, José Pablo Polo -Músico- y Alba Recondo -Ñá Bárbara-. Escenografía y vestuario Elisa Sanz (AAPEE) Iluminación Pedro Yagüe Compositor musical y espacio sonoro José Pablo Polo Vídeo Javier L. Patiño Ayudante de dirección Xus de la Cruz Ayudante de escenografía y vestuario Igone Teso (AAPEE) Ayudante de iluminación Marina Palazuelos Soto Alumna en prácticas Julia Rincón Valadez Alumna en prácticas en «La suerte» Alejandra Pérez. Producción Compañía Nacional del Teatro Clásico

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

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