Raquel Guerrero y Pablo Tercero en la obra del director Juan Carlevaris
“Tenía tanto que darte,
tantas cosas que contarte”
Nena Daconte.
El amor en el primer mundo encierra unos misterios tamizados por lo racional, lo emocional y lo intuitivo. Juan Carlevaris, autor y director, es un mago desenmascarando estos misterios y exponiéndolos al público con una puesta en escena de ritmo impecable, que oscila entre la comedia blanca y el drama sosegado.
Tiene un tanto muy positivo, que el director y dramaturgo proviene del cine y la televisión y que cuando esto sucede a veces el código teatral se resiste, pero para Carlevaris no, no se resiste en absoluto y es mas, cobra una firmeza y una textura tan teatral que implica sin dar tregua a ninguna cuestión, porque la cercanía y los matices que esgrimen sus personajes en escena se dimensionan en el lenguaje teatral.
Acierta de nuevo con la elección de los actores que dan vida y espíritu amoroso y desamoroso a Ana y Antonio. Los que ponen en palabras en voz alta y acciones lo que hemos vivido seguro que alguna vez.
Ella, interpretada por Raquel Guerrero, es una amazona urbana. El, interpretado por Pablo Tercero es un espejo de un tipo de hombres de hoy en día educados entre la emoción y el instinto de macho alfa. Ambos representan a esa generación de entre 30 años y no se cuantos que han naufragado en la intelectualidad y el análisis de los sentimientos. Lo representan desde un lugar especular en el que cualquiera se siente totalmente identificado, esté o no esté en ese rango de edad, porque su exposición desde dos posturas diferentes, del que abandona (en este caso ella) y del que es abandonado la hemos vivido todos. En toda relación somos amantes o amados. Eso dicen.
Y el punto de encuentro total es complejo en esa desigualdad en la gradación del amor. La dificultad reside en equilibrar el balancín en el que se mecen las relaciones para mantenerlo en posición horizontal.
Pablo Tercero y Raquel Guerrero rezuman feeling en el escenario. Parten de la verdad y la derrochan rompiendo la cuarta pared y jugando a estar dentro y fuera, en diferentes espacios y en situaciones de antes y después de la acción que sucede. Manejan el ritmo a la perfección creando pequeños giros y marcos de desarrollo que con leves matices hacen virar serenamente la historia. Actriz y Actor dan una lección de interpretación desde las entrañas, con un recorrido por diferentes emociones en apenas milésimas de segundos. Tienen fuerza y garra actoral para la comedia y para el drama.
Una obra aparentemente sencilla en la que todo el material está organizado y sincronizado para que funcione a la perfección.
Una historia serena, identificable y deliciosamente interpretada sobre los recovecos del amor. Frescura y limpieza escénica. Muy de agradecer.
Recomiendo pañuelos y tener la sonrisa preparada. Les aseguro que vivirán transitando con ellos.
Titulo: El día que decidí olvidarte / Director y Texto: Juan Carlevaris / Actuación: Raquel Guerrero y Pablo Tercero.
Sala Tú C/Velarde, 15
Martes del 3 al 31 de mayo.
Vi esta función el 17 de mayo en la Sala Tú, en Madrid.