Por Luis Muñoz Díez
El burlador de Sevilla que se estrena, sobre la obra atribuida a Tirso de Molina, con dramaturgia de Albert Arribas, versión y dirección de un creador con cuño propio como es Xavier Albertí, en coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Cásico y el Grec 2022 Festival de Barcelona, se representa entre el 30 de septiembre y el 13 de noviembre en el Teatro de la Comedia de Madrid
En el programa de mano el propio Xavier, nos avisa que su montaje contribuye a señalar la negación que ha sufrido la mujer por el poder. Que ha otorgado tradicionalmente el deseo carnal, como un patrimonio que únicamente afecta a los hombres, negándoselo a la mujer, y para mayor agravio. Se les ha atribuido la manipulación del deseo imperioso de los hombres, para sacar cualquier provecho, fuera del carnal.
Si bien en el teatro clásico, los jóvenes nobles no tienen otra ocupación, que lograr el favor de la dama de la que con una sola mirada, caen en un trance de amor irremediable. El noble enamorado actúa por amor sin causar daño, mientras criados y celestinas, sacan buen partido económico del capricho de sus señores.

Don Juan, no acata la ley humana, como en todas sus versiones, lo sobrenatural llega, donde no lo hace la fuerza ni la ley. En este caso lo doblega el fantasma de don Gonzalo. En la imagen Rafa Castejón y Mikel Arostegui Tolivar. Foto ©Sergio Parra. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Don Juan, no se enamora se pone retos y los cumple, el personaje es leyenda por conquistador, pero el don Juan que nos presenta Albert Arribas, tiene carácter de depredador, de frio coleccionista de virgos, como si sufriera una neurosis obsesiva severa, más allá de deseo sexual alguno, una necesidad imperiosa de marcar a la mujer como suya.
A esta imagen contribuye el físico compacto, y la ofuscada mirada del actor Mikel Arostegui, que interpreta a este don Juan tan poco amable, con toda la fría insistencia que precisa. En el título ya, queda claro, que no es un conquistador que pone la miel en los labios de las mujeres que conquista, y deja sin honra, pero de alguna manera primero las enamora.
Este don Juan, simplemente de burla de ellas. Planea y ejecuta la conquista, y su escapada posterior, como quién planea un atraco, al que no le importa en absoluti que el paisaje deja, su paso se asemeja al de un supuesto elefante, por una cacharrería.

El elenco al completo El burlador de Sevilla Xavier Albertí. ©Sergio Parra. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Entra en el lecho de la primera dama, Isabela –Cristina Arias–, fingiendo ser su prometido, el duque Octavio –Miguel Ángel Amor-, cometiendo el pillaje en el mismo Palacio del rey de Nápoles – Antonio Comas-, dejando a la dama sin honra, castigada por el rey, y al duque Octavio, perseguido por la justicia, y obligado a huir.
El burlador salva el pellejo gracias a la privilegiada posición de su tío en la corte –Arturo Querejeta-, que le permite escapar, se embarca con su peculiar criado Catalinón, que todo lo cuenta, y todo lo pregunta –Jorge Varandela-.
Por mar llegan a Tarragona, un don Juan exhausto, y Catalinón incombustible. En la costa los ve llegar la bella Tisbea, –Lara Grube–, deseada por todos los marineros, al creerle grave incluso muerto, pide auxilio, y ella misma lo socorre. Apenas se repone el caballero, en un suma y sigue, sin tregua, planea la seducción de Tisbea. Convoca una fiesta para pasar mas inadvertido en su fuga, mientras trama con Catalinón el robo de dos yeguas cuando esté consumado el acto, con las dos yeguas, el burlador se cobra el «favor».

En la imagen Isabel Rodes -Tisbea- y Mikel Arostegui Tolivar -don Juán- El burlador de Sevilla Xavier Albertí. ©Sergio Parra. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Don Juan llega a Sevilla con Catalinón. El rey le tenía destinada la mano de la hija de don Gonzalo de Ulloa –Rafa Castejón- , pero ante las noticias llegadas desde Nápoles, de su incansable acoso y derribo a toda dama que encuentra. El rey cambia de idea, aunque ya se lo a anunciado al de Ulloa. Las noticias le llegan al rey, por boca del propio padre de don Juan, su camarero mayor.
A Sevilla ha llegado también el duque Octavio, para pedir clemencia al rey, acompañado por su criado Anfriso –Jonás Alonso-. un actor que es un valor seguro siempre -los comadreos con Catalinón son realmente divertidos dentro de tanta impostura-. La llegada del duque de Octavio, al rey le sirve para sustituirle por don Juan, en su compromiso de boda con doña Ana de Ulloa, conforme el rey y don Gonzalo de Ulloa, doña Ana no tiene nada que decir.
Al lecho de doña Ana –Lara Grube-, don Juan entra haciéndose pasar por el Marqués de la Mota –Álvaro de Juan-, primo de la dama, y al que decide entregarle su honra, antes de contraer matrimonio con Octavio, cumpliendo la decisión rey, en este caso don Juan engaña a la dama, y también al marqués. En su huida planta cara a don Gonzalo de Ulloa, y lo mata.

En la imagen Mikel Arostegui Tolivar -don Juán- y Alba Enríquez -Arminta- El burlador de Sevilla Xavier Albertí. ©Sergio Parra. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Expulsado de Sevilla, se entera de que se celebra una boda en un pueblo cercano, la de Batricio y Arminta. El burlador ningunea a al novio –David Soto Giganto– durante la boda, y una vez acabado el banquete le engaña diciendo que su ya, esposa y él, están prometidos. Lo planea de forma tan artera que pide la bendición al padre de Arminta –Alba Enríquez-, al que le dice que Batricio ha huido, y engaña a la novia presentándose como solución, ante el abandono de su aún marido, y le compra con la promesa de casarse con ella, y que en Sevilla le colmará de joyas, amor y vestidos.
Como en todas las versiones del Tenorio, pone orden lo sobrenatural, a lo que no alcanzan los humanos. Catalinón y don Juán, entran en la iglesia que alberga el sepulcro de don Gonzalo de Ulloa, y llegan hasta él, don Juan primero reta al muerto y después, generoso le invita a cenar, el de Ulloa acépate y acude, y para corresponderle le invita a cenar al día siguiente, a la cita acudirá el Burlador, y no saldrá vivo. Don Juan a manos del fantasma de don Gonzalo, pasado por las de Albetí, resulta un ángel caído, que ha retratado con precisión Sergio Parra.
Con mi narración de los hechos, quiero dejar claro que la obra no se complace en disertaciones, tiene el ritmo de un de una película de acción, marcada por la conducta destructora de don Juan. El clásico pasada por las manos de Albert Arribas , y puesta en escena por Xavier Albertí, se ve, y se escucha con facilidad. A pesar de las dos horas de representación.

En la imagen Rafa Castejón, Jorge Varandela, y Mikel Arostegui Tolivar. ©Sergio Parra. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
La estructura a veces es frágil, pero adaptar el burlador, con sus valores sobre la honra de la mujer y el honor del hombre, que se señalaba en la entrepierna de madres, hermanas, esposas e hijas, es un reto para que el púbico de 2022, comprenda las claves con las que se movían en el siglo XVII, aunque si sigues la actualidad, hay costumbres aprendidas que siguen vigentes, como conservadas en un frasco de esencia, y siguen haciendo el mismo daño.
La obra está bien interpretada y bien dicha, como don Juan de Albertí , no veo otro más apropiado que el que compone Mikel Arostegui. Los tenorios padre y tío, reyes, y a don Gonzalo de Ulloa, cuentan respectivamente con Arturo Querejeta, Antonio Comas y Rafa Castejón, tres actores solventes, y con peso. A los burlados duque Octavio, Marqués de la Mota y Batricio, les prestan su galanura burlada, Miguel Ángel Amor, Álvaro de Juan y David Soto Giganto,
De las damas burladas, quizá la que más posibilidades ofrece es Tisbea, e Isabel Rodes, las sabe sacar partido, y se luce. A la burlada Isabella en el mismo palacio del rey, le da porte de gran dama en su venganza Cristina Arias, a la resuelta Doña Ana, burlada, al querer gozar de su noche de bodas con el hombre que ama, antes de asumir el dictado del rey y su padre, la interpreta Lara Grube, y a la novia burlada recrea con acierto la actriz Alba Enríquez.

En la imagen Lara Grube -Doña Ana- Isabel Rodes -Tisbea- y Cristina Arias -Isabela- El burlador de Sevilla Xavier Albertí. ©Sergio Parra. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Un clásico que sería sin los criados que son el aquí y ahora, a los que sacan buen provecho Jonás Alonso sirviendo al duque Octavio, y Jorge Varandela como Calatlinón, criado y complice necesario, para llevar a cabo la singular agenda de este don Juan, que actúa con la frialdad de un psicópata.
Asistir a un montaje de Xavier Albertí siempre es una propuesta atractiva.

Don Juan a manos del fantasma de don Gonzalo, pasado por las de Albetí, parece un ángel caído, retratado por Sergio Parra. En la imagen Jorge Varandela, Rafa Castejón y Mikel Arostegui Tolivar. Pulsar sobre la imagen para ampliarla.
Dramaturgista Albert Arribas Dirección y versión Xavier Albertí Reparto Jonás Alonso: Anfriso / Ripio / Criado Miguel Ángel Amor: Duque Octavio Cristina Arias: Isabela / Belisa Mikel Arostegui Tolivar: Don Juan Rafa Castejón Don Gonzalo de Ulloa Antonio Comas: Rey de Castilla / Rey de Nápoles / Músico / Criado Alba Enríquez: Arminta Lara Grube: Doña Ana / Mujer Álvaro de Juan: Marqués de la Mota / Soldado Arturo Querejeta: Padre de Don Juan / Embajador Don Pedro Tenorio Isabel Rodes: Tisbea David Soto Giganto: Batricio / Criado Jorge Varandela: Catalinón
Escenografía Max Glaenzel Iluminación Juan Gómez Cornejo Vestuario Marian García Milla Asesor de verso Vicente Fuentes Sonido Mariano García Ayudante de dirección Jorge Gonzalo Ayudante de escenografía Paula Castellano Ayudantes de iluminación David Hortelano y Víctor Longás Ayudante de vestuario Emi Ecay
Coproducción Compañía Nacional de Teatro Clásico y Grec 2022 Festival de Barcelona