Casi todos los teatros disponen de telón, pero en el teatro actual no se suele utilizar mucho. Al entrar en la sala nos podemos encontrar con la escenografía desnuda, a oscuras, nos podemos encontrar el escenario vacío, una pantalla en la que se proyectan imágenes estáticas o en movimiento, nos podemos encontrar incluso a los actores, observando pacientemente cómo se ocupan las butacas, provocando quizás el susto de algún espectador inadvertido. «El arte de la entrevista» de Juan Mayorga se abre y se cierra con la subida y la bajada del telón, tradicional anuncio de comienzo y final del pacto ficcional. Este hecho es significativo en una obra que juega con los límites de la realidad y la ficción, que explora los límites de la teatralidad introduciendo una cámara de vídeo en escena, una cámara de vídeo que abre un nuevo nivel de ficción (o realidad) dentro de la obra y que, según Mayorga, se comporta como un personaje.
La acción transcurre en un único lugar, el jardín de la casa de una familia de clase alta, un espacio también simbólico, un recinto amurallado, que parece más bien una fortaleza medieval, sin puertas ni ventanas. Sutiles cambios de iluminación marcan el paso del tiempo, apenas una tarde de la vida de las tres mujeres (abuela, hija y nieta) que viven en esa casa-fortaleza. El otro personaje de carne y hueso es un hombre definido por Mayorga como un intruso. La cámara será el único personaje que permanezca permanentemente en escena, será el factor desencadenante de la acción. Ante ella los personajes cambian, se ven obligados a enfrentarse a sus miedos e inseguridades, a desenterrar secretos ocultos de la historia familiar. En torno a la mirada escrutadora de la cámara se van sucediendo las escenas, los personajes entran y salen sucediéndose los diálogos, las entrevistas (cámara mediante) entre abuela y nieta, madre e hija, hija e intruso, intruso y abuela… Todos tienen la oportunidad de interrogar y ser interrogados.

Luisa Martín, Ramón Esquinas, Alicia Hermida y Elena Rivera en «El arte de la entrevista» de Juan Mayorga
Los actores Ramón Esquinas, Alicia Hermida, Luisa Martín y Elena Rivera se enfrentan a una propuesta muy exigente, deben interpretar a unos personajes que a su vez interpretan diferentes papeles a lo largo de la obra, que se ponen una u otra máscara dependiendo de si su papel es el de entrevistador o entrevistado. Aunque en general cumplen con solvencia, en ocasiones parecen no comprender del todo a sus personajes, cuáles son sus intenciones y conflictos. Lamentablemente esto puede hacer que el espectador (como en mi caso) no llegue a desentrañar el significado de ciertos símbolos y no pueda acceder al meollo de la obra, quedándose en la corteza. Y es que en la corteza de la obra no vemos más que a una familia de clase alta, sufriendo un conflicto familiar, que desde cierta perspectiva se podría considerar hasta frívolo.
El arte de la entrevista
Autor : Juan Mayorga
Director: Juan José Afonso
Interpretes: Ramón Esquinas, Alicia Hermida, Luisa Martín y Elena Rivera
Elisa Sanz (Escenografía y vestuario), Carlos Alzueta (Iluminación), Marc Álvarez (Música), Laura Ortega (Ayudante de dirección), Esperanza Santos (Diseño de Cartel), marcosGpunto (Fotos), Paz Producciones (Videoclip)
Producción Iraya Producciones