«Dorian», de Carlos Be

«Dorian», de Carlos Be

El undécimo espectáculo de The Zombie Company es «Dorian». Lo  firma y dirige Carlos Be, y es una adaptación totalmente libre de la novela gótica de Oscar Wilde The Picture of Dorian Gray, publicada en 1890 por entregas por Lippincott’s Monthly Magazine y como libro en 1891.

El estreno de este «Dorian» desclasado y sacado de espacio y tiempo, se representa en el espacio teatral de la calle de Huertas de Madrid,  La Pensión de las Pulgas, un sitio muy singular por lo que el público acompañará a los personajes tanto en los momentos de intimidad como cuando acuden a una discoteca o a un cuarto azul donde se practica el sado.

Carlos Be es responsable de la recreación del texto de Wilde, y ha dirigido la función que se despega de la idea de un Dorian clásico en que él mismo acuña su destino y de alguna manera vende el alma al diablo a cambio de la eterna juventud,  y será la figura representada en el cuadro la que soporte los estragos del tiempo, mientras él seguirá siendo joven y sobre todo deseable.

La obra DORIAN - Fotografía de Una moneda para rodar[1] (2)

Carlos López es “Dorian” de Carlos Be Foto: Una moneda para rodar

Carlos Be ha dada la vuelta a la obra, hace que Dorian toque tierra, y más que acuñar su destino en aras de los sofisticados consejos de Lord Henry, que le llevan a creer que la belleza y la juventud son el único garante para la felicidad, en la adaptación de Be lo sufre de manera pasiva siendo víctima del hechizo surgido de la pintura que hará que todo el que le ame muera. Incluso Be se ha permitido la licencia de que la historia no acabe con Dorian muerto dejando un tremendo cadáver después de haber apuñalado el cuadro, que volverá a mostrar al hermoso joven pintado por Basil, tampoco incide en el paso del tiempo porque si Dorian es igual de joven al comenzar la función como al terminarla, los personajes que le acompañan, y siguen vivos, tampoco han envejecido.

En este caso Dorian abandona el cuadro en manos de Henry, lo que deja mil puertas abiertas y un final más sugestivo como que nos lo tropecemos con él en cualquier bar u hotel de la cercana plaza de Santa Ana cuando salgamos de La pensión de las pulgas.

BASIL - JORGE CABRERA - Dorian - Una moneda para rodar[1]

Jorge Cabrera es Basil en “Dorian” de Carlos Be Foto: Una moneda para rodar

El salón principal donde se representa la obra está ambientado con muebles y cuadros de los años sesenta, suenan constantemente móviles y la ropa es moderna pero atemporal. Carlos López no es el Dorian de rasgos perfectos y hermosos que dibujó Wilde, sino un chico menudo, carnal, y el actor que lo interpreta le podríamos encontrar en cualquier sitio sin llamar en exceso la atención, y a veces atormentado como si la verdadera maldición recayera sobre él y no sobre todo el que lo ama y muere, lo que le hace más cercano y creíble e incluso mas deseable.

Si en el salón se desarrolla la mayor parte de la obra, acompañaremos a los personajes a una discoteca y a un local de sado, y está quizá sea la única escena que no está del todo clara y no aporta mucho a la historia, porque no profundiza es un tema recurrente en la obra del autor que ya lo esbozaba en dos de sus obras “Peceras” y «Autoestop«, exceptuando el delicado rito de atar a un joven desnudo con una pericia que sólo deben de conocer los iniciados en el tema, no va más allá y la escena no acaba de cuajar teniendo Be el decorado y el pretexto oportuno. Otra vez será.

HENRY - ALFONSO TORREGROSA - 2[1]

Alfonso Torregrosa es Henry en “Dorian”, de Carlos Be Foto: Una moneda para rodar

Nadie puede negar al autor el mérito de logar una lectura tan personal de la obra de Wille y de la que sale airoso, porque es una lectura totalmente racional, olvidando cualquier hechizo o divinidad del personaje, le quita relumbrón, falsos celofanes, lo humaniza,  lo responsabiliza de sus actos y lo llama asesino, tampoco lo juzga, sólo expone los hechos, y al no haber retorno a la juventud en el cuadro los hechos quedan a la libre imaginación del espectador.

El reparto está formado por seis hombres y es una baza fuerte de la función, la dirección, como apuntaba antes, está firmada por el autor, pero el entrenamiento actoral ha corrido a cargo del buen director que es Fran Arráez, y si bien Alfonso Torregrosa compone un Henry, narrador e inductor de las quimeras de Dorian muy consistente, brilla con luz propia Jorge Cabrera que da vida al pintor del cuadro que desencadena el drama. Cabrera hace una recreación de un Basil, de carne y hueso, trasmite toda la duda y la sensibilidad que suele acarrear todo artista que se precie, con su dosis de magnetismo y presta un buen físico para que sea creíble en un principio su historia de amor con Dorian, a la vez que logra establecer empatía con el público y este lamente su dolor cuando su marchante le dice sin muchas delicadeza que a su «ángel» lleva meses tirándoselo Henry, otra desmitificación del autor para el personaje.

WOLFGANG - DAVID GONZÁLEZ - Dorian - Una moneda para rodar[1]

David González es Wolfgang y Victoria en “Dorian” de Carlos Be Foto: Una moneda para rodar

El reparto formado todo por hombres se desdoblará para interpretar a los tres personajes femeninos, y Carlos Be carga las tintas sobre un Dorian marcadamente homosexual, y no es que el original no lo sea, pero Wilde hace que su Dorian como un buen ángel caído seduzca a mujeres y hombres, pero en la obra de Be será excepción el amor de Dorian por la cantante Sibyl.

Por la preferencia sexual de los personajes y la travestida interpretación de los actores, la función está escrita y dirigida en una inequívoca clave homosexual.

Las tres mujeres son un muestrario de conducta: por un lado está el amor heterosexual de Dorian, es Sibyl una cantante vulgar y drogadicta interpretada con acierto por Francisco Dávila, que hace un composición en lo físico entre Alaska y Vaquerizo que le va bien a su papel.

JAMES - FRANCISCO DÁVILA - Dorian - Una moneda para rodar[1]

Francisco Dávila es James y Sibyl en “Dorian” de Carlos Be Foto: Una moneda para rodar

Victoria, la mujer de Henry, viene a representar la importancia de las formas en determinados círculos sociales, donde prima la estética sobre la ética, o la ética directamente se considera solo un patrimonio de la clase media que a ellos no les afecta. Una creencia tan eterna como actual, hay personal que sigue viviendo así y a poco que os esforcéis os saldrá más de un nombre con su apellido correspondiente, que en este caso tiene mucha importancia. A Victoria, Be la ha marcado como una mujer que cumple su destino pero desencantada, y así la interpreta David González de una forma honda y reposada.

El mejor retrato de mujer de la función es sin duda el de «La marchante», que pisa tierra firme. Sabe de dónde viene, dónde está y lo que le espera, corre sangre por sus venas y ahí hay está el mérito de Javier Prieto que compone muy bien el personaje. Esta mujer sería la aplastante fuerza de la razón por encima de cualquier hechizo y tiene la singularidad de ser la única a la que no acaba de encandilar del todo Dorian, presagia y advierte a Basil de que le quite el cuadro al joven o se convertirá en un monstruo.

ALAN - JAVIER PRIETO - Dorian - Una moneda para rodar[1]

Javier Prieto es Alain y La marchante en “Dorian” de Carlos Be Foto: Una moneda para rodar

Ayer leía en el muro de Gonzalo Muñoz Barallobre  «hay quienes creen, que llegado el caso pueden vender su alma al diablo, pero ni el príncipe oscuro sabría qué hacer con algo tan pequeño e impotente«. Esta frase me viene al pelo para decir que me gusta esta versión de Dorian carnal, terreno y víctima de su propio infierno, que es mi lectura de la función de Carlos Be. Si quieres tener la tuya, tendrás que pasar por La pensión de las pulgas.

 

Titulo: Dorian /Versión y Dirección: Carlos Be, a partir de “The Picture of Dorian Gray” de Oscar Wilde /
Intérpretes: Jorge Cabrera, Francisco Dávila, David González, Carlos López, Javier Prieto y Alfonso Torregrosa /Ayudante de dirección: Pablo Martínez Bravo / Productora: Sara Luesma Cartel: Jan Pisarik / Música: Algora / Produce: The Zombie Company.

La pensión de las pulgas

Febreo martes 18 y 25 a las 19h y 21:30h. y marzo todos los lunes a las 20h y martes a las 19h y 21:30h.

Teléfono de reservas: 638 752 812

 

Autor

Desde que me puse delante de una cámara por primera vez a los dieciséis años, he fechado los años por películas. Simultáneamente, empecé a escribir de Cine en una revista entrañable: Cine asesor. He visto kilómetros de celuloide en casi todos los idiomas y he sido muy afortunado porque he podido tratar, trabajar y entrevistar a muchos de los que me han emocionado antes como espectador. He trabajado de actor, he escrito novelas, guiones, retratado a toda cara interesante que se me ha puesto a tiro… Hay gente que nace sabiendo y yo prefiero morir aprendiendo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *