DOCS BARCELONA 2024: Clicks y sextorsión.
Por NACHO CABANA
No, ni Instagram ni Facebook ni X escuchan nuestras conversaciones sin que lo sepamos. Si nos llegan anuncios de cualquier cosa relacionada con algo que hayamos comentado con amigos o familia es porque las empresas propietarias de estas redes sociales nos conocen tan bien a nosotros y a nuestro círculo social; tienen tantos datos de lo que hacemos, dónde lo hacemos, con quién dormimos, dónde y qué compramos etc que para dejarnos caer una publicidad relacionada con nuestro día a día no les hace falta activar el micro ni la cámara de nuestro teléfono móvil.
Esta es una de las pocas buenas noticias (si es que se puede calificar de tal) que aporta el muy documentado y excelentemente expuesto largometraje Click Trap de Peter Porta visto en esta interesantísima 27 edición de Docs Barcelona 2024 que se celebra hasta el domingo que viene en Barcelona con el CCCB y los cines Renoir como sedes principales.
Porta entrevista a las personas que están llevando causas judiciales contra Meta, activistas que alertan a las compañías anunciantes que su publicidad acaba en páginas webs que difunden contenido con los que no desean estar relacionados pero a las que, indirectamente, están financiando al no controlar ellos sino Google Ads el medio en el que se inserta el mensaje comercial.
También habla de las estafas on line, lo sencillo que es hacerlas y lo poco que se denuncian por vergüenza de las víctimas; de cómo es posible comprar perfiles de personas con detalles extremadamente concretos para mandarles publicidad (siendo más caros para el cliente los propietarios de un iPhone que los de un Android ya que a los primeros se les supone un mayor poder adquisitivo) o, una de las revelaciones más impactantes de este Click Trap visto en el Docs Barcelona 2024, es posible acotar un perímetro geográfico muy concreto (una mezquita, una iglesia, un colegio) y acceder a los datos y características de todos lo que entren en él portando un teléfono móvil.
Aunque de repente hay demasiada información por minuto, (y la que habrá tenido que quitar Porta), Click Trap ilustra bien lo que sus entrevistados exponen y es un excelente ejemplo del tipo de producto al que las televisiones públicas deben destinar sus fondos.
Si Patricia Franquesa hubiera tenido un presupuesto similar al de Porta (por ejemplo, habiendo entrado en su producción una plataforma mientras ocurrían los hechos) su Diari de la meva sextorsió habría sido mucho más vistoso pero, a buen seguro, más convencional y menos creativo.
A Franquesa le robaron el ordenador en el conocido bar «El Brillante» de Madrid y comenzó poco después a ser extorsionada por un desconocido bajo la amenaza de mandar a todos sus contactos unas serie de fotos íntimas que el ladrón (o alguna de sus amistades, socios o clientes) había encontrado en el disco duro de la unidad.
La sextorsión se prolongó durante cinco años y, con lo que no contaba el (o los) delincuentes era con que su víctima se dedicaba a hacer documentales e iba a convertir en uno todo lo que le estaba pasando.
Franquesa estructura su relato con las técnicas de una ficción al tiempo que juega con los fuera de campo, las pantallas múltiples y verticales así como un cierto exceso de texto escrito sobre la pantalla que, por lo pelos, no llega a cansar.
Resistiendo a la tentación de responder al chantajista para tener material más jugoso con el que alimentar su película, Franquesa resuelve de manera genial el embrollo en el que está metida al tiempo que vive alguna situación divertida e indignante cómo lo que le pasó con el mosso de escuadra swinger que le atendió cuando fue a denunciar.