Discurso sobre el hijo-de-puta, Alberto Pimenta

Discurso sobre el hijo-de-puta, Alberto Pimenta

Discurso sobre el hijo de puta PimentaEmpezaremos por el final, como los buenos escritores de novela negra: dejen inmediatamente cualquier cosa que estén haciendo ahora mismo y salgan disparados a por este libro. No me lo agradezcan. Bueno. A no ser que en ese ahora mismo estén ustedes leyendo a Sánchez Dragó. Entonces sí. Entonces deben agradecérmelo. Y es que el beneficio que se producirá en sus vidas es tan inconmensurable que me siento tentado de pedirles que se pongan en contacto con la dirección de esta revista para hacerme una transferencia bancaria. Ya está bien de que todo salga gratis.

Seguimos por el principio.

Alberto Pimenta es un poeta portugués prácticamente inédito en España. Aunque no es un jovencito (nació en 1937 en Oporto) y es autor de una sólida y variada obra, hemos tenido que esperar hasta este 2014 para que los benditos editores de Pepitas de Calabaza presenten esta reedición del único de sus libros que ha sido traducido al español. Y el acontecimiento es, para este lector ávido de inteligencia, de tal magnitud, que desde ahora mismo reivindico para Pimenta el Premio Cervantes, Planeta, Nadal, Alfaguara, Anagrama y la Picota de Oro del Valle del Jerte.

Si creen que exagero lean:

Estimados compatriotas:

Acerca del hijo-de-puta, como acerca de muchas otras cosas, corren en este país las más disparatadas leyendas. Hay hasta quien pretende que el hijo-de-puta, por así decir, nunca existió, dado que él es sólo una manera de maldecir. Nada, sin embargo, más falso. Es cierto que el hijo-de-puta las más de las veces no pasa de ser una manera de hablar, pero ¿no bastará la simple existencia, privada y pública, de tan variados retratos suyos y de tantas estatuas suyas, para acabar con las dudas sobre su existencia real?”

Y esto es sólo el principio

Les aseguro que durante las siguientes 68 páginas van a disfrutar ustedes de uno de los banquetes más lúcidos, transgresores y burlones de los que hoy pueden adquirirse a cambio de unos euros en una book-shop.

Pimenta no deja títere con cabeza

Pimenta llama a las cosas por su nombre (Dios mío, alguien llama a las cosas por su nombre) y la sensación de gratitud que va depositándose en la pobre inteligencia vapuleada de sol a sol, de reunión en reunión de trabajo, de recital en recital de estupidez, es tan refrescante que uno vuelve a pensar que escribir sigue mereciendo la pena.

El hijo-de-puta, en opinión del Gran Pimenta, “se ocupa y se preocupa sobre todo de los demás, y una de las cosas que más le ocupa y le preocupa es la despreocupación de los demás (…) Incluso se puede decir que nada preocupa tanto al hijo-de-puta como la despreocupación de los demás”

Aquí tengo que hacer una pausa. Si a ustedes no se les van los pies detrás de esta música celestial, a mí sí.

Continúo.

O más exactamente, continúa el Gran Pimenta. Empeñado en no dejarme cerrar la boca, se dedica ahora a la ardua labor de establecer un intento de taxonomía del hijo-de-puta:

Hay hijos-de-puta con vocación de hacer e hijos-de-puta con vocación de no dejar hacer, y estos son (desde ahora ya se puede afirmarlo) los dos tipos universales y eternos de hijo-de-puta. Hay, naturalmente, subtipos y especializaciones funcionales con funciones especiales: maneras de hacer y no dejar hacer, de fingir hacer y dejar hacer, o de fingir no hacer y no dejar hacer; no obstante, cualquiera de los dos tipos, cualquiera de los varios subtipos de hijo-de-puta, son en primer lugar y por encima de todo hijos-de-puta y se encuentran muy conscientes de ello.”

¿Aún siguen ahí? Yo hace rato que me habría plantado delante de mi librero de referencia para que me encargara un ejemplar de este manjar delicioso. Es más, yo hace rato que estaría recogiendo firmas para que el Consejo de Educación,  a través de las debidas órdenes ministeriales, retirara inmediatamente de las aulas los obsoletos manuales de Conocimiento del Medio para introducir en su lugar esta luminaria del Gran Pimenta.

Conocimiento del Medio, sí.

Discurso sobre el hijo-de-puta.

Discurso sobre el hijo-de-puta, Alberto Pimenta, Pepitas de Calabaza, 2014. 

Autor

Javier Cristóbal es madrileño, psicólogo disidente y profesor de Integración Social. Ha publicado los libros "Genealogía de lo Imposible" (Vitruvio), "Feroces de Pensamiento" (Vitruvio), "La hospitalidad de la intemperie" (Amargord) y "Heterotopías" (Amargord).

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