Por NACHO CABANA.
Llegó Santaolalla al recinto del Poble Espanyol dispuesto a hacer un recorrido por su carrera musical; inabarcable reto que el argentino resolvió con una «set list» donde predominaron las canciones, usadas a su vez para arropar su más conocidos temas instrumentales.
Arrancó el concierto con Abre tu mente, rola perteneciente al disco Recontó de 2017 y con una letra que habría hecho las delicias de los hippies setenteros (Hoy solo soy gusano / mañana mariposa). Luego continuó con varias grabaciones de su primera banda, Arco iris, destacando entre ellas Canción de cuna para el niño astronauta, precedente de la composición que, para un mural de video que da la bienvenida a los visitantes en Cabo Cañaveral, escribió para la NASA. También a esta época pertenece Mañana campestre; himno de picnic y acampada, tan terriblemente popular en Argentina (“se enseña en las escuelas”, comentó Santaolalla) que cuando le dijo a su actual esposa que era obra suya, esta no le creyó.
Ajustadas cuentas con sus inicios, tocaba agradecer a los amigos las colaboraciones que han hecho con él empezando con Paul Williams, el inolvidable protagonista de El fantasma del paraíso de Brian de Palma (y compositor de la inmortal cabecera de The Muppet´s show). The apology song es una preciosa balada escrita, a petición de Guillermo del Toro, para el film de animación producido por este en 2014 El libro de la vida, una suerte de precedente de Coco y que nos puso la piel de gallina cuando la noche ya tomaba el Poble Espanyol.
No pudieron faltar tampoco una canción de la banda sonora de Brokeback mountain (A Love That Will Never Grow Old) ni una suite perteneciente a la cinta de Ang Lee que nos trasladó a las montañas de Wyoming para revivir aquel romance entre dos vaqueros que hace casi veinte años Almodóvar se quedó con la espina clavada de dirigir.
La agenda de teléfonos de Santaolalla debe ser la envidia de cualquier mitómano, ya que a los amigos arriba citados se suma Walter Salles, autor ahora en horas bajas, pero que en 2004 deslumbró al planeta con aquellos Diarios de motocicleta a los que Santaolalla puso música y de cuyo soundtrack interpretó en Alma 2023 De Ushuaia a La Quiaca para pasar, ya en el tramo final de su comparecencia, a dos de las composiciones del videojuego y serie The last of us que le han dado a conocer entre las nuevas generaciones.
Acabó Santaolalla con Pa´bailar, un tema de Bajofondo que delató la falta de composiciones de esta banda de tango electrónico en el repertorio de un concierto tan hermoso como algo breve donde el argentino hizo gala de un perfecto entendimiento con su banda, destacando en esta el violinista y guitarrista con quien mantuvo excelentes duetos en el clímax de algunas canciones.